Harry Potter y la Congregación de los Áspides

Capítulo 8

Mansión Malfoy – 7 de agosto

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¡Maldita perra!

Lucius Malfoy estaba más que un poco malhumorado y tenía razones más que suficientes para su estado de ánimo. Miró su mano izquierda. Todavía estaba temblando, un residuo de los eventos de una semana antes. El Señor Oscuro no se impresionó cuando Lucius regresó de la fiesta Potter-Longbottom, solo, sin su querida y encantadora esposa y sin su hijo más obediente. Lucius había estado totalmente conmocionado después de la fiesta, incapaz de comprender el curso de los acontecimientos. Narcissa nunca había sido así. De voluntad fuerte, sí, pero nunca antes lo había desobedecido tan abiertamente. Era impropio de un Black, incluso más de un Malfoy.

Lucius se estremeció al recordar los minutos que había pasado bajo las maldiciones del Crucio de su Señor. Había soportado mucho más hace un mes después del regreso de su Señor y su 'pequeña charla' sobre el diario perdido, pero aun así había sido doloroso. Aún peor había sido la reacción de Bella al día siguiente. La hermana mayor de Narcissa se había despertado, llena de alegría por conocer a su familia, ansiosa por comenzar el entrenamiento de Draco, una idea que lo preocupaba un poco, admitió Lucius para sí mismo. Bella estaba loca como un sombrerero incluso antes de su larga estadía en Azkaban. ¿Cómo le iría a un adolescente bajo su cuidado? Cuando Bella se enteró de la decisión de Narcissa de pasar agosto en otro lugar, instantáneamente supuso que Lucius tenía la culpa, que Lucius le había hecho algo a su hermanita, tal vez incluso la había golpeado.

Ojalá , gruñó Lucius. Debería haber sido más estricto con ella en el pasado. Mira a Draco: una pequeña paliza de vez en cuando obviamente solo había sido buena para él. Nunca ha sido una buena idea ser demasiado tolerante con tu esposa, reflexionó. Mi padre giraría en su tumba observándome ahora . Recordaba bastante bien los gritos de su madre mientras él se escondía en su habitación, esperando que su padre estuviera más tranquilo después de otra 'lección de enseñanza'. Su madre nunca se habría atrevido a comportarse así. Fue indigno. Había esperado más de un Black.

Lucius arrugó la carta en su mano, imaginando cómo castigar a Narcissa por su comportamiento irrazonable. Ella ya no estaría tan orgullosa después de una hora en la mazmorra, bailando con la música del látigo de Lucius, oh no . Lucius sonrió maliciosamente, sintiendo placer al imaginar esa idea. Naturalmente, tendría que tener mucho cuidado de no dañar su piel. El Señor Oscuro había indicado más de una vez en el pasado cuánto apreciaba la piel suave y sin imperfecciones de Narcissa. Lucius entrecerró los ojos. Después de un tiempo, su Señor ciertamente perdería interés en Narcissa y ella volvería a estar completamente bajo su control. Mostró los dientes ante la idea.

¿Cómo se atrevió esta perra a comportarse así ?, volvió a echar humo: Comprometiendo mi reputación y mi nombre delante de todos.

Por un momento, Lucius se permitió revolcarse en la sensación de azotarla repetidamente, desgarrando su piel hasta convertirla en un montón de miseria y dolor, arrancando la carne de sus huesos. Después, y después de violarla una docena de veces de todas las formas posibles y dolorosas, podría arrojarla en manos de Dolohov. El colega de Lucius era conocido por su brutalidad incluso entre los mortífagos, pero también era un mago muy fuerte y un aliado útil que apreciaría el gesto. Después de una semana bajo sus manos cariñosas, Narcissa esperaría la muerte. Lucius respiró hondo varias veces, tratando de ignorar su erección y relajándose de nuevo.

Nunca sucedería. Era sólo una fantasía, Lucius lo sabía. Bella nunca permitiría que tal cosa sucediera. Para ella, la familia seguía siendo demasiado importante y, a pesar de todas las diferencias, parecía amar a su hermanita por encima de todo, excepto del Señor Oscuro.