Capítulo 24

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Guarida de Voldemort – Primero de noviembre

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"¡CRUCIO!"

El Mortífago gimiendo, que era el blanco de la ira de Voldemort, se retorció en el suelo, gimiendo de dolor. No era el primer objetivo y no sería el último. Desde su regreso del infructuoso ataque a Bones Manor, el Señor Oscuro había estado furioso e irascible, aprovechando la menor oportunidad para causar dolor a sus subordinados. Nadie estaba a salvo de su ira excepto Bellatrix.

Voldemort se había enterado meses atrás que su única teniente había regresado de Azkaban incluso más perturbada mental y emocionalmente de lo que había estado antes de su estadía. Si bien cualquier humano normal, y con respecto a sus subordinados, Voldemort usó ese término de manera muy vaga, temía y odiaba el dolor, especialmente en la forma del Crucio, Bellatrix fue un caso único. De alguna manera pareció obtener placer de la experiencia, más de una vez perturbando a su señor con una mueca más apropiada para las actividades del dormitorio que cualquier otra cosa mientras él la golpeaba con una dolorosa maldición. No, Bella no, él quería causar dolor hoy, no placer.

"¿Así que la perra ha vuelto al trabajo?"

"Sí, Milord", el hombre se apresuró a responder. "Regresó a su oficina esta mañana, aparentemente sin heridas graves".

Voldemort gruñó, no era una buena señal para el lacayo acobardado. Era solo cuestión de tiempo hasta que lo golpearan de nuevo, lo sabía. "¿Y qué hay del bastardo?"

"Según los rumores, resultó herido y no regresará esta semana. Nadie sabe dónde está, de ninguna manera en San Mungo. Ciertamente, en algún lugar escondido, lamiendo sus heridas", trató de aligerar su estado de ánimo, ganándose otra ronda de Crucio de su señor no impresionado.

Fue sólo una bendición muy pequeña. El guardaespaldas de Bones -después de la pelea no había duda de que él era exactamente eso- regresaría tarde o temprano. Hizo un gesto al aterrorizado hombre para que desapareciera y pocas veces se había seguido una de sus órdenes con más prisa y alivio.

Voldemort golpeó el reposabrazos de su silla. Un desastre, la misión había sido un completo desastre. Jugson muerto, Goyle muerto, otros ocho muertos o gravemente heridos: las repercusiones en la moral de sus hombres fueron aún peores. Por otro lado, no había logrado ni un solo objetivo. Bones sobrevivió, incluso sus Aurores escaparon. Jugson no había podido desarmar las trampas alrededor de la caja fuerte. Debería haber sido una victoria. Casi tenía a Bones con ese Avada. Voldemort aún no sabía cómo había podido moverse después de ser golpeada por su hechizo de látigo de llamas. Debería haber estado atormentada por el dolor, incapaz de moverse, un blanco fácil.

Quizás el peor detalle de todo el asunto era que Bones lo había visto. Hasta ahora solo Potter y su familia adoptiva habían anunciado su regreso. El Ministro, bajo la influencia de Lucius, había sido capaz de mantener la noticia en secreto. El Jefe del DMLE era algo completamente diferente. Al menos, hasta ahora, ella no había anunciado su regreso. No había habido contacto con el Diario El Profeta, ninguna reunión general de los Aurores. Ella está planeando algo , reflexionó Voldemort . lo siento

No le gustaba esa sensación de no tenerlo todo bajo control. Algo sospechoso estaba pasando en Hogwarts estos días. Dumbledore había sido un digno oponente, pero había sido más o menos predecible. Era un hombre soltero, poco dispuesto a seguir las ideas de sus aliados. Era más fácil predecir sus planes que ahora, con una docena de magos y brujas trabajando juntos.

No hace una hora que regresó el último espía que había sido enviado para localizar a los clanes neutrales de hombres lobo. Treskow se había atrevido a enviarle la cabeza de Yaxley, con un agujero en la frente, como respuesta a su oferta de jurar lealtad al Señor Oscuro. Todavía tenía a Fenrir y no consideró la negativa como una pérdida real, pero no era algo que simplemente pudiera ignorar. No sin parecer débil. Sin embargo, ninguno de sus espías había podido localizar a los clanes hasta el momento.

Harry Potter y la Congregación de los ÁspidesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora