Esta historia se centra en Chilli Heeler, esposa y madre de dos pequeñas niñas llamadas Bluey y Bingo, y del día que conoció al maravilloso padre de sus hijas. Me gustaría agregar que esto es desde la perspectiva de Chilli, puesto que ya hay un epis...
Por recomendación de una fiel lectora llamada Noemi, se recomienda que para leer este capítulo escuches 1990's de Custard para añadir ese ambiente a bar-restaurante que busco.
Cualquier canción de Custard sirve también, o lo que gustes, pero a mí me gusta esa. >:(
Este capítulo me tomó un poco más porque mi cerebro no funciona bien, i'm dummy.
Querida viajera, parada bajo del escenario gritando y alentando a su amado.
Hoy, como una pequeña celebración por la reciente apertura el lugar había organizado una noche de karaoke, ¡y adivinen quién fue el primero en estrenar el equipo!
Bandit: –¡ESTA ES PARA MI FUTURA ESPOSAAAAAA!–
Chilli: –Okay, okay, cálmate Romeo...–
Ahora, en el balcón del lugar, se encontraba nuestra querida Trixie con su compañero Stripe. Desde que la pareja feliz se fue a hacer el ridículo frente al público no se dijo ni una palabra, no por la incomodidad, sino porque Trix andaba metiéndose puñados de nachos con queso a la boca.
Stripe no quiso decir nada, pero dentro suyo se sentía muy impresionado al ver una mujer comer de esa manera, ¡y no con disgusto! La admiraba.
Stripe: –¿Están ricas?–
Trixie: –*munch munch*.. mhm–
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Sí, no lo dejó tocar ni uno solo, y él tampoco quería hacerlo.
Stripe: –¿Sabías que nos organizaron una cita a ciegas así?–
Trixie: –*gulp* Nop, no es la primera vez que Chilli me hace algo así igual–
Stripe: –Puedo notarlo, no te veo muy cómoda–
Trixie: –Es que no entiendo por qué quiere que conozca hombres, tengo un trabajo en el que estoy casi todo el día y no puedo sólo salir con alguien, se terminaría aburriendo–
Stripe: –Te entiendo, ahora mismo estoy tranquilo pero normalmente viajo mucho por trabajo–
