Esta historia se centra en Chilli Heeler, esposa y madre de dos pequeñas niñas llamadas Bluey y Bingo, y del día que conoció al maravilloso padre de sus hijas. Me gustaría agregar que esto es desde la perspectiva de Chilli, puesto que ya hay un epis...
Una parejita de perros iba en silencio dentro de un auto, uno lavanda manejaba, acompañado por una gris.
Trixie: –Stripe–
Stripe: –¿Sí, Trix?–
Trixie: –¿Sabes cambiar un pañal?–
Stripe: –Mmmh.. no, pero no debe ser tan difícil–
...
Ambos se bajaron y se cerraron las puertas del auto. Una perrita anaranjada los esperaba afuera, cargando a una pequeña cachorrita de color azul.
Chilli: –¡Hola, ustedes dos!–
Stripe: –¡Hey, Chilli! Hey, señorita Bluey–
Stripe cargó a la bebé en brazos.
Trixie: –Hey, Chilli! ¿Cómo van las cosas? ¿Ya se han preparado?–
Chilli: –Iremos a pasar el día en la casa de mis suegros y nos quedaremos en un hotel por la noche, otra vez, muchas gracias por cuidar de Bluey por hoy..–
Trixie: –Nah, está bien, necesitas un día libre, ser mamá y guardia de seguridad debe ser difícil–
Chilli: –Vengan, pasen, ¡Bandit ya cargó las maletas al auto!–
Adentro, más específicamente en el cuarto de juegos, nos encontramos al papá de la pequeña Bluey organizando los juguetes de bebé regados por la sala. Todo un padre luchón, si me permiten decirlo.
Al ver a su hija, se aproximó muy rápido a Stripe.
Bandit: –¡Hey, ese es mi piano! ¡Dámela!–
Stripe: –Ah-–
Bluey, entre risas, volvió a los brazos de su padre, quien la recostó sobre la alfombra de kiwi y comenzó a hacerle cosquillas en la barriga con los dedos. La única que lo miraba sin juzgarlo era su esposa.
Stripe: –Veo que a alguien le gusta esto de ser padre–
Chilli: –¡Oh! Debemos irnos, ¡ya casi es hora del almuerzo!–
La perrita anaranjada tomó a su marido del brazo y se lo llevó a rastras fuera del cuarto. ¡NO! ¡MI HIJAAA!
Chilli: –¡Volveremos mañana! ¡Cualquier cosa llámenme!–
Trixie: –¡Nos vemos!–
Stripe: –¡Mucha suerte!–
Y entre forcejeo y gritos Chilli fue capaz de arrastrar a Bandit hasta el auto. Ahora sólo estaban Stripe, Trixie, y una pequeña Bluey.
Stripe: –¿Cuidar de esta lindura todo un día? ¡Pan comido!–
Trixie: –¡Hey, bebé! Nos vamos a divertir mucho juntos–
La bebé azulita sólo se reía.
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Porque sabía que esto no sería para nada fácil..
...
Primero, la hora del almuerzo (12 PM) Fue un completo desastre.
Bluey se negó a beber de un biberón, a comer de una cuchara y a ponerse un babero. Golpeó, pataleó y gritó cada que se volvía a intentar.
Terminaron dejando que bebiera un biberón mientras era cargada por Trixie, parecía que era la única forma de que se estuviera cómoda al comer.
Luego, la hora de la siesta (2 PM) Ninguno de los dos sabía cómo hacer para que se durmiera, sabían que ella escuchaba música, pero no sabían cuál ni dónde reproducirla.
Así que terminaron haciendo acapella de canciones de granja hasta que Bluey se durmió.. por sólo 20 minutos.
Luego, la hora de juego (5 PM)
Esta si fue un poco más fácil, pues como Bluey tomó una pequeña siesta apenas la recostaron en la alfombra volvió a dormirse.
Ambos de sus niñeros suspiraron aliviados.
Y por último, la hora de dormir (7 PM)
Esta sí estuvo difícil. Bluey durmió de más y costó bastante volverla a la cama.
Nomás les tomó cada una de las canciones que se sabían, caricias en su pelaje azul, un biberón, 4 paseos alrededor de la casa y una vuelta por la vecindad para que volviera a dormir.
Los niñeros, derrotados, levantaban el desorden que habían dejado.
(10 PM)
Stripe: –Esas fueron las como.. (uno, dos, tres).. 8 horas más agotadoras de mi vida, ¿cómo es que pueden hacer esto todos los días?–
Trixie: –Lo sé, creo que envejecí diez años en una sola hora..–
Stripe: –Mmh.. nah, te ves bonita como siempre–
Trixie: –¿Hm?–
Stripe: –Que Bluey es muy bonita cuando duerme–
Trixie: –Ah.. sí, lo es–
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Stripe: –Durmamos antes de que se despierte–
Trixie: –¡Por favor!
Continuará.. Este desierto se transformaráAAA UN PARAÍSO ES LO QUE PRONTO SERÁAA ABRE TU CORAZÓN, LA MAGIA Y EL AMOOOR ... SON VERDAAAAAAAAAAAAD (Yo veía Dragon Ball Z)