— Pipi, vení un segundo.. —escuché la voz de Nicolás provenir de nuestra habitación y retumbar en toda la casa.
— ¿Qué pasó, amor? —respondí, casi gritando, mientras dejaba mi copa de vino en la mesa tras terminar mi plato de comida.
Nico se había levantado hace un buen rato, supuestamente para buscar algo que me quería dar, pero ya se estaba tardando mucho. Era nuestro aniversario, ¿qué había ido a hacer?
— Vení, dale —gritó de nuevo.
Me levanté, marchando rumbo a nuestro cuarto a paso rápido, escuchando de fondo unos ruidos que provenían de aquel lugar. En el medio del camino, me crucé con el gran espejo que habíamos comprado hace un par de años cuando nos mudamos, entonces aproveché para acomodarme el vestido y sacarme las texanas, que ya me habían empezado a molestar. De repente, los ruidos se volvieron más fuertes y me extrañé lo suficiente como para retomar el trayecto hacia la pieza con mi calzado en mano.
— Perdón, amor, lo de vestirnos formal me lo re banco, pero ya me molestaban las botas.. —reí mientras me adentraba en la habitación. Lo busqué con la mirada por todo el cuarto, pero no lo encontré— ¿Nico?
Ni un solo sonido, la pieza estaba inundada en silencio.
— Gordo.. —caminé hasta nuestro baño, pero ni rastros de Nicolás, al igual que en el walking closet donde guardábamos nuestra ropa.
De repente, escucho cómo se cierra de un tirón la puerta de nuestra habitación. Deduje que alguien la trabó gracias al sonido de la cerradura. Corrí exaltada en dirección del ruido.
— Me cagué toda, Nico —me presioné el pecho con la mano derecha al verlo de espaldas.
— Perdón, amor —caminó hacia mí, y besó mi frente, abrazándome. Me arrebató las botas y las dejó en el suelo, librando mis manos y tomándolas.
— ¿Por qué tardaste tanto? ¿Qué querías buscar?
— Ah, sí.. —chasqueó su lengua contra su paladar, como si se hubiese acordado de algo. Me soltó y se dirigió hacia uno de nuestros armarios, buscando algo en un cajón—. Cerrá los ojos y extendé los brazos.
Hice lo que me pidió, poniendo las manos en canastita por las dudas. ¿Qué estaría buscando?
Escuché cómo cerraba el cajón y se acercaba a mí con cautela. Separó mis manos delicadamente y me hizo llenar de dudas, ¿acaso no iba a darme algo?. De un momento a otro, algo hace presión, y mucha, sobre la piel de mis muñecas.
Abrí primero un ojo, luego el otro, y miré mis manos.
— ¿Qué? —fruncí el ceño al ver un cinturón de Nicolás apretando mis muñecas como si fuese un par de esposas.
Traté de safarme, removiendo mis brazos, pero el cuero se me pegaba a la piel, y Nico había ceñido mucho la hebilla.
— ¿Qué hacés?
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shots | scaloneta
Fanfiction⋆·˚† ༘ * para todas las chicas lindas que fantasean con la selección ⋆·˚since 2023 ༘ * ── jinetacromada selección argentina 𝗑 𝖿𝖾𝗆!𝗈𝖼. 18+ | pedidos cerrados.