⋆·˚† ༘ * para todas las chicas lindas
que fantasean con la selección
⋆·˚since 2023 ༘ * ── jinetacromada
selección argentina 𝗑 𝖿𝖾𝗆!𝗈𝖼.
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— ¿Cual te gusta más? —le mostré a mi novio las dos perchas con vestidos que tenía en las manos.
— El azul —Julián lo señaló y asentí, a mí también me gustaba más ese. Dejé la percha con el vestido verde, y enseguida la chica que nos atendía llegó para llevar a uno de los probadores la prenda que le tendí. Ahora caminábamos detrás suyo por todo el local—. ¿Cuántos te vas a probar, Lari?.
— Tres —sonreí—. El azul, uno negro, y otro rojo.
Como iba por delante suyo, Julián me tomó de la cintura con su mano izquierda y con su brazo restante rodeó mi cuello lentamente para no ahorcarme mucho.
— ¿Y son todos así de cortitos, no? —susurró en mi oído, e hice un movimiento con la cabeza indicándole que estaba en lo correcto—. Me muero por verte con eso puesto, mi amor...
Frenamos ante las puertas de los numerosos probadores y Julián se desprendió de mí para sentarse en un mullido sillón en frente mío. Estaba rodeado de hombres que hacían lo mismo que él; esperaban que sus mujeres terminasen de probarse ropa. La mayoría de los tipos miraban su celular, otros su reloj, probablemente deseando que el tiempo pase rápido, o incluso maldiciendo que el mismo pasaba muy lento. En cambio, Julián no me sacaba los ojos de encima. Su labio inferior, levemente curvado hacia arriba gracias a que lo estaba mordiendo, amenazaba con hacerme suya cuando llegásemos a casa. Le doy una mirada seductora a mi novio mientras alzo las cejas y finalmente me encierro en el probador, cruzando las piernas por los nervios y agachándome levemente. Era increíble cómo este pibe me podía calentar con tan solo mirarme a los ojos.
Saco el vestido azul de la percha y me voy desvistiendo poco a poco, de espaldas al gran espejo, porque soy tan imbécil que tengo la sensación de que alguien me está mirando a través del mismo. Me saco el corpiño y me termino de poner el vestido, pasando el brazo derecho por una manga. Finalmente me doy vuelta, apreciando mi reflejo. Qué lindo me queda, el color fluorescente resalta mi notorio bronceado y mis ojos marrones contrastan contra el mismo. Me saco unas fotos, no quería ni probarme los otros dos que había agarrado, ya estaba decidida que quería este.
— Amor —abro un poquito la puerta del cambiador, asomando mi cabeza, y Julián se acerca con rapidez.
Estaba por invitarlo a pasar, pero no hizo falta, ya que entró por su cuenta sin que tuviera que decirle nada.
— A verte —traba la puerta y la sacude un poco, para comprobar que estaba bien cerrada. Doy una vuelta y chifla—. Qué hermosa sos.
Le doy un beso y Julián parece no querer separarse, ya que me toma de la cintura y se apoya contra una de las paredes del probador, haciendo que caiga encima suyo por el envión. Manosea mi culo de arriba a abajo mientras su respiración se vuelve más densa y aprovecha el momento para azotarme. Me separo de él, sabiendo a dónde quería llegar.
