MEET ME IN BATHROOM [Steddie] Three-shot

♡︎ Uno ♡︎

El despertador sonó por tercera vez antes de ser apagado bruscamente por un joven metalero enfadado con dicho aparato por el hecho de haber interrumpido su sueño en el que tocaba su guitarra junto a los mismísimos Metallica y le firmaban su hermosa guitarra.
Hizo a un lado las sábanas, se levantó de su cama y fue en dirección a la cocina, donde ya le esperaba un huevo frito y bacon. Rodó los ojos mientras sonreía levemente por el pequeño detalle de su tío. Se sirvió un zumo de naranja y en cuanto terminó el desayuno volvió a su habitación para vestirse.

Salió de su tráiler y se subió a su camioneta, donde se detuvo un momento a pensar. Sabía que se le estaba olvidado algo pero no lograba recordar el qué.
Se encogió de hombros restándole importancia y condujo hasta Hawkins High.

Abrió su taquilla, buscando el material para su siguiente clase. Sabía que algo de ese día se le había olvidado pero lo que no, era su horario. En cuanto cerró el pequeño armario de metal, fue a su primera clase del día, extrañado de que ninguno de sus amigos hubiera aparecido hasta el momento.
En cuanto entró y se sentó en su lugar, comenzó a garabatear en su libreta hasta que alguien se sentó en el pupitre a su lado - Bien día, Gareth el leal - saludó sonriente con un gesto de mano aleatorio sin la necesidad de levantar la vista para ver quién era al reconocer la colonia asquerosamente empalagosa que se ponía el de rizos dorados cuando quería impresionar a alguna chica. Eddie detuvo su escritura - Espera, ¿qué día es hoy?

- Ya decía yo que era raro que estuvieras aquí. Es 14 de Febrero, idiota - le respondió su amigo mientras se sujetaba el puente de la nariz, harto de la estupidez del mayor.

- Mierda - maldijo Eddie mientras daba un golpe en la mesa.

Eso era lo que se le estaba pasando. Ese día era uno de los pocos días en los que nunca jamás iba a clases. ¿La razón? No le gustaba ver a tanta gente ser felices con sus parejas a pesar de que la mayoría fueran tóxicas y demás. Simplemente no le gustaba sentir más que nunca que nadie le iba a querer en un sentido no amistoso.

- Tranquilo, a lo mejor él ni siquiera viene - intentó animar Gareth.

Y como si el mundo odiara a Eddie, por la puerta de la sala entró el mismísimo Steve Harrington con su pelo todo perfecto y su ropa perfectamente escogida para que pareciera casual pero que en verdad se había pasado hora y media preparando.
Y cuando Eddie dice que nadie le va a querer en sentido romántico, se refiere a que Steve Harrington no va a quererle en sentido romántico pues había cometido el gravísimo error de enamorarse del antiguo Rey de Hawkins High. Porque sí, Steve Harrington había sido destronado, siendo sustituido por el capullo de Hargrove, y eso le dió indicios a Eddie de que Steve quizás no era tan imbécil.
¿Como se había enamorado? Cuando cometes una infracción en Hawkins High, te dan un aviso. Cuando cometes tres, te ponen un castigo. Esto Eddie lo sabía muy bien porque lo había experimentado múltiples veces ya que su simple existencia es una infracción a los ojos del director.
El caso es que hacía unos meses, Harrington comenzó una competencia con Hargrove y después terminó su relación con Nancy Wheeler, lo que hizo que se rompiera el vaso y Steve explotara, peleando física y brutalmente contra Hargrove, perdiendo.
El director no pudo más y le puso el castigo de quedarse en horas extraescolares de clubes para limpiar los pasillos y demás, lo que hizo que, en los días de club Hellfier, se encontraran.
Eran simples miradas, realmente jamás llegaron a interactuar. Sin embargo, no pasó mucho tiempo antes de que Eddie comenzara a fantasear con ese pelo castaño entre sus dedos o tener el simple deseo de poder mirar esos ojos de cerca o contar todas las pecas esparcidas por el cuerpo del menor. Aunque, si era sincero, ya había tenido desde antes un pequeño crush con el castaño.