MEET ME IN BATHROOM [Steddie] Three-shot

♡︎ Tres ♡︎

14 de febrero, ya han terminado las clases, y Eddie está tirado en el sofá de su tráiler mientras fuma su tercer cigarro y ve "El resplandor" por sexta vez.
Sin embargo, no está prestando mucha atención a la película dado a qué tenía un embrollo mental increíble. ¿Y como no tenerlo si Robin le había contado algo que lo había dejado en shock?

Eddie y Robin se conocieron un día en el despacho del director cuando ambos obtuvieron una detención.
La conversación fluyó sin problemas, sobretodo respecto a las bandas de ambos, que a pesar de ser distintas en muchos sentidos, seguían siendo bandas musicales con los mismos problemas.
Intercambiaron anécdotas y chistes y decidieron volver a verse más tarde, lo que terminó en una pequeña amistad. No eran la clase de amigos cercanos que hacían planes juntos o se llamaban diariamente por teléfono, sinó unos simples amigos que cuando daba la causalidad que coincidían en algún lugar, no les molestaba iniciar una conversación.

Un día, Robin acudió a él para probar su sexualidad. Eddie aceptó sin problemas, después de todo, solo era un beso. La respuesta a dicho experimento fue claro: a Robin no le gustaban para nada los chicos.
Y, a pesar de haber sido un simple beso, las cosas se pusieron algo incómodas entre ellos y sin darse cuenta se distanciaron y dejaron de hablarse.

¿Quién le diría a Eddie que llegaría a retomar una conversación con su vieja amiga respecto a algo como aquello?
Robin le confesó que desde siempre supo de su pequeño crush en Steve y que la nota la había escrito ella por él. Con eso, se marchó maldiciendo a todo lo que veía en su camino en voz baja no sin antes insultar y reprimir al metalero por no ir al baño porque ya no tendría ninguna oportunidad con el castaño.

Eddie estaba devastado. ¿Realmente había tenido la oportunidad de empezar una relación romántica con Steve Harrington y la había desaprovechado por malentender una jodida nota y ya no podía remediar nada? Quería llorar, pero no sé lo permitió. Él mismo se lo había buscado por no confiar.
Sin embargo, si se paraba a pensarlo mejor; si hubiera funcionando, la relación no tendría ni pies ni cabeza. ¿El exRey de Hawkins High y su monstruo más temido juntos besándose y caminando de la mano? Imposible.

Con un suspiro derrotado, apagó la televisión y se levantó del sofá dispuesto a irse a dormir. Le daba igual que fueran las seis y media de la tarde. Necesitaba dormir un poco aún sin haber cenado. Quería descansar.
Y así lo iba a hacer, pero tres toques irrumpieron en la puerta del remolque.

Eddie, confuso dado que al tío Wayne aún le faltaban unas horas para volver a casa, se acercó a la puerta para abrirla, encontrándose en primer plano una cabellera casta que reconoció al instante.

Steve se había quedado esperando a Robin en el aparcamiento del Hawkins High, extrañado de por qué tardaba tanto en salir y aún dolido por la ausencia del metalero en los baños.
Finalmente, la rubia salió del edificio con paso firme y ambos se subieron al coche.

— ¿Pasa algo? — preguntó el castaño mientras salía del aparcamiento.

— Simplemente he dejado a Munson en su lugar.