Serie de los CP 15 - Colmillos, pelos y bolas de nieve

Capítulo 1

—¡Oh, no! ¡Esto no funcionará! ¡Esto no servirá de nada!

Minwoo juntó sus manos con tanta fuerza, que un par de nudillos tronaron mientras observaba toda la actividad a su alrededor en la Sede de la coalición felina. En realidad, el término más adecuado sería un importante jodido desorden, y lo sentía por su culo que era el responsable de que todo estuviera en orden.

Era similar a tener que conseguir convertir en una manada a un millón de gatitos, y sí, sabía que era un juego de palabras, pero teniendo en cuenta su situación actual, pensó que se debía una. Incluso si era pobre y exagerada.

¿Por qué? Oh, ¿por qué había aceptado organizar la fiesta de vacaciones? ¿Y precisamente ahora, de todas las veces? Las cosas por lo general eran difíciles de preparar para una reunión normal, puesto que ya tenían a un grupo de Halcones que asistían, por no mencionar a las pocas otras razas de cambiaformas, pero este año iba a ser aún más tumultuosa que nunca, porque los Lobos también estarían allí. No sólo algunos, sino dos manadas. Y aunque por lo general se llevaban bien, el viejo adagio de la lucha de perros contra gatos que se odiaban, se ajustaba más a menudo cuando se trataba de esas dos razas de cambiaformas.

No importaba el hecho de que el líder de la coalición y hermano de Minwoo, Yunho, estuviera acoplado a un lobo. O incluso que su hermana Amber se hubiera casado con el Alfa de una de las manadas de Lobos que asistirían. Minwoo sólo sabía que habría problemas, porque siempre ocurría en estos eventos, y cuando pasara, lo mirarían buscando a alguien a quien culpar.

¿Aunque a Yunho le importaba eso? Nooooo. Solo le ordenó que se asegurara que todo fuera perfecto y que todo el mundo estuviera contento. Minwoo dejó escapar un resoplido. Sí, claro. La única manera de garantizar que eso ocurriera era dejar caer de golpe alguna droga tranquilizante en el ponche, pero de alguna manera, sabía que si lo hacía su hermano no sería muy feliz. O por lo menos él no lo sería una vez que Yunho cayera sobre él.

—Oye, cachorro. ¿Por qué la cara larga? —dijo Donghyun mientras se acercaba por detrás y lo rodeaba con sus brazos.

Inclinando la cabeza hacia arriba, Minwoo miró a la cara de su compañero. Un guepardo que no era nada convencional, Donghyun tenía sus ojos delineados, y su cabello oscuro lucía mechas azules. Su ceja derecha estaba perforada con un anillo de oro especial que Minwoo le compró en su último aniversario.

Minwoo, por otro lado, no podría ser más convencional. Aunque su cabello era de un color marrón moteado, era sólo por el hecho de que era un jaguar, no porque estuviera tratando de ser un rebelde. Llevaba pantalones vaqueros y camisetas sencillas, en comparación con la ropa toda negra y con cadenas que usaba Donghyun.

Cómo terminaron siendo compañeros, era un misterio para la mayor parte de la coalición. Sin embargo, desde el momento en que Minwoo puso los ojos en su compañero, había caído estrepitosamente y nunca había querido a otro hombre.

—Me estoy volviendo loco con todo esto de la fiesta — admitió Minwoo.

—No te preocupes. Estoy seguro de que va a ser perfecta. Sólo contrata a un par de go-gos masculinos para que bailen en el bar, y nadie se preocupará por nada más.

Minwoo dejó escapar una breve carcajada. —¿Qué pasa con los chicos que prefieren las mujeres?

—No creo que tengamos ninguno de esos aquí.

—Será mejor que no sea así, o de lo contrario los Felinos se extinguirán.

—Pensé que Owen estaba trabajando en una forma de inseminar artificialmente a las hembras.

—Lo hace, y dice que está bastante cerca de lograr un gran avance. Eso no cambia el hecho de que algunos hombres prefieren mujeres felinas.

Cuando Donghyun arrugó su cara poniendo un gesto de asco, Minwoo tuvo que contener su risa. Dios, cómo le encantaba la forma en la que su compañero siempre le tomaba el pelo y jugaba. O al menos le gustaba la mayor parte del tiempo. Otras veces le molesta jodidamente. Pero eso no quería decir que no lo adorara y viviera sólo para él.