Capítulo 4

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Chenle estaba sentado en un rincón de la sala principal, tratando de mantenerse lo más lejos que le era posible mientras observaba todos los cambiaformas corriendo, preparándose para la estúpida fiesta.

Dios, cómo odiaba esta época del año. O al menos lo hacía ahora que toda su vida era una mierda y que tenía que celebrarla con un grupo de virtuales desconocidos.

Dejó escapar un gran suspiro, su corazón cada vez más pesado recordando de nuevo a sus padres y la vida que solía tener antes de que todo se fuera a la mierda.

En realidad, lo que había sucedido era que se había enterado de que toda su vida había sido una especie de mentira y los destinos habían decidido jugar una especie de juego enfermizo con él. Parecía que las perras no habían terminado de jugar con él, ya que las cosas iban a peor en lugar de mejorar.

En el lapsus de un día, Chenle lo había perdido todo. En un momento había sido un estudiante de universidad normal, cuya única preocupación era la fraternidad a la que iba a incorporarse. Entonces, lo siguiente que supo es que se había convertido en un león gigante en medio del campus y todo el mundo corría y gritaba por su vida, él incluido. Lo que era un poco irónico, ya que había sido la fuente de toda la histeria en primer lugar.

Antes de que pudiera decir 'pistola de tranquilizantes', le habían disparado, golpeado hasta quedar inconsciente y encerrado en una celda. Esa no era la peor parte del asunto, no el jodido tiro. Lo verdaderamente apestoso había sido cuando se había quedado atrapado en su forma de león durante meses.

Luego, cuando finalmente había sido capaz de cambiar de nuevo, le habían dicho: 'Sorpresa, eres un cambiaformas felino perdido, y la gente que te ha criado, en realidad no son tus auténticos padres. Pero ánimo vaquero, porque tienes un hermano. Y además, puedes transformarte en león. ¡Hurra! Ah, y no puedes regresar a la casa de tu infancia de nuevo, porque no sólo los pondrías en peligro, sino que piensan que estás muerto. Pero bueno, no pasa nada, no te preocupes. ¿De acuerdo?'

Chenle miró a Johnny, el hombre que supuestamente era su hermano. En cuanto a lo que concernía a sus verdaderos padres, Chenle había sido informado de que habían muerto la misma noche en que fue secuestrado.

Todavía no veía cómo se podría pensar que Johnny y él estuvieran relacionados de alguna manera. Aunque podían cambiar a Leones y ambos eran rubios con ojos azules, ahí eran donde acababan todas las similitudes.

Johnny era grande. Y no del tipo normal, tipo camionero grande, sino lo suficientemente grande como para hacer temblar de miedo incluso a The Rock3. Además, mientras que Chenle prefería mantener su pelo ligeramente más largo y más casual, Johnny lo tenía corto del tipo militar, parecía un aspirante a G.I. Joe4. Aunque, a juzgar por algunas de las armas atadas al cuerpo de Johnny, a lo mejor no era una comparación disparatada, después de todo. Mierda, el hombre tenía que tener más armas que todos los de Al-Qaeda juntos. Aunque lo más aterrador de todo era el ceño fruncido que tenía en su cara cuando miraba a Chenle.

Todos alrededor de Chenle, el resto de los fanáticos, parecían muy felices. Todos ellos tenían familia o amigos, y cada uno estaba sonriendo como si estuvieran en uno de los cursis especiales de vacaciones de TV.

No es que Chenle fuera un amargado, pero acaba de perder a su familia. A pesar de lo que le habían dicho, todavía los consideraba sus verdaderos padres y los echaba de menos.

Por lo general, en esta época del año, su madre estaba cocinando como una loca ya que la familia entera siempre iba a su casa en Navidad. El lugar estaría lleno y ruidoso, todo el mundo tratando de hablar sobre otro todo el tiempo, además de comer tanto que apenas podían moverse.

Serie de los CP 15 - Colmillos, pelos y bolas de nieveDonde viven las historias. Descúbrelo ahora