Capítulo 5

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Yunho se apresuró a la parte delantera de la Sede, con ganas de estar presente para poder saludar a los Lobos tan pronto como llegaran. Habida cuenta de que había tenido que lidiar con todo el asunto de Xiumin, Yunho llegaba tarde. Apenas lo hizo antes de que el primer grupo llegara.

Resultó ser la manada de Changjol, y eso era sorprendente, ya que sabía que el lobo odiaba las reuniones sociales, por lo que por lo general era el último en llegar y el primero en salir. Tal vez estar acoplado y ser padre lo había suavizado un poco.

Cuando Changjol entró, a Yunho se le cayó la mandíbula de la sorpresa. El lobo siempre llevaba un traje dondequiera que fuera. Hoy, sin embargo, llevaba un par de cómodos jeans gastados y una camiseta roja de botones. En sus brazos estaba uno de sus muchachos, la mitad de la camada de bebés Linces que su compañero, Ricky, había engendrado. Toda la escena hacía parecer a Changjol... Bueno, casero, y eso era algo que Yunho nunca pensó que viviría para ver.

Ricky entró con el otro bebé. Como el niño, Ricky lucía una mata de pelo oscuro que se negaba a ser domada. Estaba vestido de manera informal como Changjol, aunque Ricky llevaba una graciosa camiseta de gatitos. La pareja recién acoplada parecía brillar de felicidad, y Yunho se sintió contento de ver que su vinculación era muy fuerte. Lo que, dado que Changjol y Ricky no podía más diferentes, demostraba una vez más que los opuestos realmente se atraen.

Dándole la mano a Changjol, Yunho dijo: —Parece que ser padre ha sido bueno para ti.

Dándole a su nueva familia una mirada de amor, el lobo que una vez había sido duro como una piedra suspiró: —Sí, soy muy afortunado.

—¡Ja! —Ricky interrumpió—. Eso no era lo que decías ayer noche cuando Cody y Jake nos despertaron a las dos de la mañana.

Dándole al bebé en sus brazos un beso, Changjol dijo: — Bueno, tal vez estaba de mal humor entonces, pero lo controlé. Por estos dos vale la pena quedarse sin dormir.

El más pequeño de la manada, el único hermano de Changjol, Tobias, se deslizó y agregó sus dos céntimos. —No dejes que te engañen. Lo que realmente tiene enojados a estos dos padres es que les han puesto un freno en su vida sexual. Y lo sé, ya que mi habitación está al lado de la suya. No han conseguido ponerse juguetones en al menos tres días.

Changjol lanzó un gruñido. —¿Tienes que seguir diciendo eso?

—¿Por qué no? Es cierto. Hey, me ofrecí a cuidar a los niños, pero dijiste que no.

Ricky rodó los ojos. —Eso es porque la última vez trataste de llevarlos a un club de striptease.

—Oye, que era uno gay. No es como si fuera a someterlos a los bamboleos de las chicas. Nunca les haría eso a mis sobrinos —protestó Tobias, la imagen perfecta de la inocencia.

Yunho acababa de terminar de dar la bienvenida al resto de la manada cuando Timoteo llegó corriendo. La mirada de preocupación en el rostro del lobo y el hecho de que no reconociera formalmente al Alfa de la otra manada, le hizo saber a Yunho que las noticias eran jodidas.

—¿Y ahora qué? —replicó Yunho.

—Kun y Yunhyuk están desaparecidos.

Genial, simplemente cojonudo. Esto solo era la jodida guinda en su culo en su mierda de día. Dejando escapar un profundo suspiro, le preguntó: —¿Sólo ellos dos o han arrastrado a Minki, una vez más?

—No, creo que Minki aprendió la lección cuando destrozaron el centro comercial el año pasado.

—¿Tienes alguna idea de a dónde pueden haber ido?

—Sí, pero creo que no lo vas a creer.

—Con esos dos, me creo cualquier cosa.

—Creo que están en la pista de patinaje sobre hielo.

Serie de los CP 15 - Colmillos, pelos y bolas de nieveDonde viven las historias. Descúbrelo ahora