Capítulo 7

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Cuando Minwoo se despertó la mañana de Nochebuena, tuvo la grata sorpresa de encontrar que no sentía los dolores habituales de la ansiedad que lo habían estado aquejando últimamente. En todo caso, se sentía cálido y tranquilo, seguro y... muy, muy caliente.

Todavía envuelto en los brazos de Donghyun, Minwoo movió su culo desnudo rozando a su amante. Cuando sintió que la polla de su compañero se endurecía en respuesta, dejó escapar un pequeño ronroneo de placer.

Alcanzándolo, Donghyun tomó la polla de Minwoo y le dio unos cuantos suaves golpes. —Parece como si alguien se hubiera despertado de buen humor.

Jadeando de placer, Minwoo admitió: —Sí, pero todavía me levanté tres veces ayer por la noche para comprobar que respirabas.

—Pasos de bebé, cachorro. Vamos a superar esto, pero va a llevar algún tiempo. Ahora, quiero que me enseñes el buen humor que realmente tienes.

Sonriendo, Minwoo se dio la vuelta y se deslizó bajo las sábanas. Incluso en la oscuridad, su visión felina le permitía tener una vista perfecta de la magnífica polla de su pareja. No perdió el tiempo, ya que sabía que eso sólo molestaba a Donghyun, envolvió sus dedos alrededor y lamió la punta.

El sabor del líquido pre-eyaculatorio le llenó la boca, por lo que Minwoo maulló su aprobación. Fue a por otra probada, esta vez girando la lengua por la cabeza de la polla.

Donghyun dejó escapar un silbido de placer mientras empujaba hacia arriba. —Deja de burlarte. Hazlo bien.

Se permitió sonreír, ya que sabía que las sábanas lo escondían, entreabrió los labios y tomó a Donghyun. Utilizó un movimiento de succión fuerte, que sabía que era lo que al guepardo le gustaba. Y después de todo, él vivía para complacer a su pareja.

Relajando su garganta, tomó a Donghyun hasta el fondo hasta que sintió la punta de la polla de su compañero golpear la parte posterior de su garganta. Dejando escapar un leve zumbido, alcanzó entre las piernas de Donghyun y agarró los huevos del guepardo en un apretón firme.

Tal como era de esperar, Donghyun dejó escapar un largo gemido de placer. —Eso es, bebé. Dámelo duro.

Haciéndose hacia atrás hasta que la polla de Donghyun estuvo casi fuera de su boca, rápidamente lo chupó de nuevo. Procedió a repetir el proceso varias veces, a la vez que continuaba masajeándole los huevos.

Donghyun se puso tenso, esa fue la única advertencia antes de que se corriera y su semen llenara la boca de Minwoo. Lo ingirió rápidamente, no queriendo dejar que nada se perdiera. Incluso continuó lamiendo y besando la polla de Donghyun mucho después de que se hubiera ablandado.

Por último salió de debajo de las sábanas y se acurrucó junto a Donghyun. Cuando el guepardo se agachó y le dio a la polla de Minwoo un apretón, este no pudo contener su gemido.

—¿Quieres correrte? —preguntó Donghyun.

¿Qué? Por supuesto que quería correrse. Su polla estaba tan dura que estaba más allá del punto de dolor.

—Sí, quiero. Muchísimo. Por favor.

Donghyun pasó una mano cariñosamente sobre la cadera de Minwoo. —Puedes correrte.

El corazón de Minwoo se disparó, hasta que Donghyun agregó:

—A la media noche.

Sin ser capaz de mantener un puchero, Minwoo le preguntó: —No quiero ser irrespetuoso, pero ¿por qué?

Dándole el más dulce de los besos, Donghyun dijo: —Porque quiero que sea el primer regalo de Navidad que recibas este año.

Le dio unas palmaditas en el culo, y le ordenó: —Levántate y dúchate. Tienes un largo día por delante.

Serie de los CP 15 - Colmillos, pelos y bolas de nieveDonde viven las historias. Descúbrelo ahora