Juro que una vez que los encontremos voy a meter el culo de Kun en una jaula —se quejó Lucas mientras metía las manos todavía más dentro de sus bolsillos.
Timoteo le dio un vistazo al halcón, sintiendo una pequeña alegría por la incomodidad del hombre. Aunque siempre había sido muy bueno con Yunhyuk, no podía decirse lo mismo de los otros Halcones. Diciéndolo de otro modo, decir que no eran la raza favorita de Timoteo era un eufemismo.
—Sabes que nunca le harías eso. No después de que los traficantes de esclavos lo mantuvieron en una jaula durante un año —Timoteo destrozó su farol.
—Tal vez no, pero lo voy a esposar a la cama.
Timoteo sonrió. —¿Ah, pero eso será para castigarlo o darle placer?
—Las dos cosas.
Timoteo echó una ojeada sobre el Parque Martius, que parecía ser el punto de encuentro para todos los seres humanos en el área de Detroit. No es que Timoteo los culpara, con la enorme pista de patinaje al aire libre y un árbol más grande de lo necesario, era a la vez bonita y festiva. La música que se reproducía por el sistema de altavoces, creaba un ambiente de fiesta. También había restaurantes en la zona, en el caso de que los clientes quisieran tomar un descanso y entrar en calor.
A medida que se acercaban, Timoteo obtuvo una mejor vista de la pista de hielo y las luces multicolores parecían capturar el brillo de la superficie. Numerosas personas de todas las edades y habilidades estaban patinando sobre el hielo, así que era difícil distinguir a nadie, pero gracias a la mejorada visión de lobo de Timoteo, pronto vio a su presa.
«¡Bingo!» Allí estaban los gemelos. Parecía que estaban pasando el mejor momento de sus vidas. O por lo menos Yunhyuk. Kun se aferraba a los hombros de su hermano apoyándose en él. Aunque Kun parecía estar haciendo todo lo posible para deslizarse, parecía más una versión torpe de un cervatillo de dibujos animados que intentaba caminar sobre un río congelado.
A pesar de ello, ambos tenían grandes sonrisas en sus rostros. Además, había una luz especial en sus ojos que Timoteo raramente había visto en los ojos de su pareja. Sabía que era duro para Yunhyuk estar siempre bajo llave, debido a la recompensa por su cabeza. Hasta ese momento, nunca se le había ocurrido lo sofocante que debía ser para él una vida así.
—Probablemente deberíamos saltar sobre ellos y llevarlos de regreso —dijo Timoteo, sin verdadera convicción en su voz.
La última cosa que quería hacer era lanzarse y ver desaparecer la felicidad de la cara de Yunhyuk. Echó un vistazo para ver su misma duda reflejada en el rostro de Lucas. Arrastrando sus botas por la nieve, Timoteo, dijo: —No creo que esté de más darles unos minutos más. Se nota que están divirtiéndose mucho.
Lucas gruñó, pero Timoteo ya sabía que el hombre cedería. No era un gran secreto que era un enorme blandengue por lo que a Kun se refería. —El resto de la coalición probablemente nos darán las gracias por mantener a los dos alborotadores fuera de sus caminos por un tiempo.
Timoteo se aferró a esa excusa. —Sí, probablemente nos agradecerían que lo hiciéramos, y mientras estemos aquí, podemos protegerlos.
—Me gustaría que no hiciera tanto jodido frío. —Lucas taconeó sus pies.
—Siempre podemos ir y unirnos a ellos —sugirió Timoteo, totalmente en broma.
Los ojos de Lucas se desorbitaron. —Los Halcones volamos, no nos deslizamos sobre el hielo usando nada más que un par de cuchillas en nuestros pies.
—Kun y Yunhyuk son Águilas y lo están haciendo muy bien.
—Timoteo hizo una mueca cuando Kun consiguió lo que parecía ser una caída particularmente dolorosa—. O, en última instancia Yunhyuk lo está haciendo bien.
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Serie de los CP 15 - Colmillos, pelos y bolas de nieve
FanfictionSerie de los Cambiaformas Perdidos 15 - Colmillos, pelos y bolas de nieve RESUMEN Nunca es fácil tratar con los familiares durante las vacaciones, pero cuando se mezclan una coalición Felina con una manada de Lobos, las cosas se ponen francamente pe...