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⚠️Contenido delicado ⚠️

Las horas parecen milenios, hace exactamente quince días que estoy encerrado, mi abogado de mierda no parece estar haciendo nada, ni siquiera he podido ver a mi mujer. Aunque es mejor así, este no es un buen lugar para mi criatura.

El patio está invadido de personas, acá nadie puede pagar un buen sitio, al menos no como uno imaginaría. Los presos hacen ejercicio y pasan el rato jugando al baloncesto, yo divago en mis putos pensamientos. Estoy alcanzando el límite de la locura, ya solo espero que Iván logre sacarme de esta mierda… quiero volver con mi mujer.

— ¿Por qué tan solito?—escucho una voz a mi espalda, me giro para encontrarme con Erik, la novia del que necesite una mamada o una perforada anal.

— Porque me gusta estar solo —advierto

— Eres lindo, grandote, peludo, seguramente con una polla deliciosa —dice y niego

— Te paso el número de mi esposa así ella te cuenta, ¿te parece? —él se arrima a mi lado, se acomoda poniendo una de sus piernas sobre las mías y arrima sus labios a mi oído, me alejó pero se sigue asomando.

— No, pero ten cuidado, aquí se comenta que es muy atractiva y Milton está por salir, anda diciendo que va a ir por ella al salir de aquí —carajo.

— Le voy a cortar las pelotas —le digo a Erik sin mirarlo.

— No digas que te avisé, ya sabemos lo que me puede hacer… y tu mujer, me agrada, aunque ya sabes eso —asiento, es imposible que mi criatura caiga mal.

Flashback

Me empujan en la celda, después de ver cómo me alejaban de aquel Motel donde la Criatura quedó siento que en cualquier momento voy a explotar. Era obvio que me iban a encontrar, fui tan idiota de querer alejarme, tenía que haberme ido del país.

Pido, mejor dicho exijo que me dejen llamar a mi abogado. El hijo de puta de Iván me tiene que sacar de aquí, no pierdo el tiempo cuando viene un oficial a buscarme. Reconozco su rostro ni bien lo veo, él estaba en el operativo policial que me arrestó.

— ¡Tú! ¿Lovely? —le digo tratando de ser amable y cordial, es claro que no estoy en condiciones de mostrarme altanero y agresivo.

— ¿Dónde está mi esposa? —vuelvo a preguntar mientras él me mira frunciendo el ceño, mientras me empuja a donde deduzco está el aparato telefónico.

— Pedimos una ambulancia porque se desmayó —dice muy relajado

— ¿Cómo está? ¿Dónde está? —pregunto levantando el tono y olvidando la amabilidad con la que intentaba comunicarme.

— Está en el hospital, no sé cómo está, la dejaste sola, claro, me hubiera quedado, es un caramelo, pero debo trabajar, sabes —responde el muy hijo de puta.

— Ustedes me obligaron —respondo con sarcasmo, debo mantener la calma.

— Por eso mismo tienes una llamada telefónica Antal, para que le avises a quien se te cante el culo, decirle que tu dulce mujercita está internada —comenta y cierro los puños, no puedo cagarla, no puedo golpearlo, no ahora.

— Gracias —digo cuando me deja junto al teléfono en una oficina.

Pienso a quien llamar, Ben, Carol. A ninguno, Ben es quien nos metió en esto. Puto Ben y maldito seas tú y tus putos delirios de vampiro. Maldita sea la hora que me enrede con toda esta mierda. ¡Puto Ben! Maldita hija de puta de Stella.

Iván, si es mi abogado, es obvio que es al que tengo que llamar. Él va a poder entrar a las oficinas, buscar el contacto de Antonella y explicarle.

— ¿Hola? —responde después de algunos minutos

◇Los Secretos De JASÓN ◇Donde viven las historias. Descúbrelo ahora