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Llego a mi casa y veo la moto de Iván estacionada. La puerta… ¿Abierta? Como carajo Lovely abrió la puta puerta. Qué mierda tiene con Iván…   Entro apresurado, acelero el paso cuando la escucho reír <<conmigo ya no sonríe como solía hacerlo>>.
 
¿Hace cuánto no escucho la risa de mi esposa? Ella ya no es la misma, ya no lo recuerdo, pasó tanto entre nosotros, que se apagó en el camino. Por primera vez en tantos años siento miedo, miedo de abrir ese sobre y me diga que ella no aborto, saber que le arruine la vida y mi única oportunidad de ser feliz. Tanto miedo como aquel día…  
 
Flashback
— Eres una criatura muy curiosa, me agradas Jasón, por eso mi cuerpo siente que eres el indicado —escucho las palabras de la señora Brum mientras me visto— sabes… no me gusta que te estén rondando tantas chiquillas, todas cerca de ti.
— No sé a qué se refiere, señora —le digo y ella se ríe de mí, como siempre. — ¿Cuántas veces alcanzaste el clímax criatura? —no entiendo su pregunta
— ¿Cuántos años tienes? —vuelve a preguntar
— Dieciséis señora— ella saca de su dedo anular un anillo y lo pone al fuego de la chimenea.
— Sabes, no quiero que chiquillas estén tocando lo que me pertenece, tú eres el elegido. Serás el padre de mi antepasado, serás mi compañero de vida, serás mi amor —asiento ante sus palabras, me siento estúpido, ella logra hacerme sentir bien cuando estamos juntos, pero sus palabras me asustan. No estoy preparado para hijos ni nada de eso. Pero ella siempre logra persuadir mis ideas.
— ¿Qué va a hacerme señora?— cuestiono cuando veo que toma una pinza, de las que se utilizan para correr la leña en más chimeneas.
— Voy a dejarte claro que tu lugar es conmigo —susurra en mi oído y al fin siento el dolor, el hierro tocando mi piel…
Fin flashback  
 
La observo desde el Marco de la puerta, ella aún no se percata de mi presencia. Veo a Iván gesticular y mirarla con intensidad. Analizo sus movimientos antes que noten que los observo. Ella está relajada, podría decir que se siente a gusto con él… no creo en las suposiciones, pero si él hubiera aparecido antes en su vida, tal vez ella sería feliz. Muevo la cabeza y asumo la realidad, pude bajarle el mundo, lo estaba haciendo, por ella, incluso buscar ayuda para ser un mejor esposo, un mejor compañero… Finjo una carraspera en la garganta y veo como ella da un pequeño salto en su lugar. Se pone de pie y su mirada va directo al piso, Iván la observa sorprendido, ya que su actitud es completamente diferente a la que venía teniendo hasta ahora.  
 
 — Hola Criatura —saludo mientras mis pasos se apresuran a su lado, la tomo de la cintura y aprieto contra mí, incomodando al hermano de mi amigo que busca algo que mirar en algún lado de la casa.
 
— Hola —saluda ella incómoda ante mi tacto, ojalá pudiera volver el tiempo atrás, ojalá no hubiera abusado de mi fuerza… pero ¿por qué mierda hiciste eso? Terminaste de matarme Lovely… como a nuestro hijo.
 
 — Iván —saludo y este asiente con la cabeza, no quiero preguntar que mierda pasó con la puerta porque no quiero más problemas, no de momento.
 
— Descuéntame la puerta de mis honorarios —dice leyendo mis pensamientos — vine a verte y vi que tú —mira a mi esposa y le sonríe, maldito hijo de puta— Lovely —termina diciendo— pensé que estaba encerrada y tiré a golpes pude abrir, debes ser más precavido Jasón, no puedes dejar a tu esposa encerrada, es peligroso.
 
 — Tengo miedo se escape —digo altanero, pero sonriendo para que crean que es broma.
 
— Si te ama no se tendría porque escapar —dice mientras sonrió de lado, me siento en mi sofá y le digo que haga lo mismo. Miro al lugar donde estaba mi esposa y notó que se alejó, ya hablaré con ella más tarde.
 
— Nunca se irá de mi lado —afirmó.
 
— Veremos, pero no es mi problema —eso espero, pienso, pero solo sigo mirándolo con ganas de arrancarle el corazón, que mierda hace acá sonriendo con mi mujer
 
— hay una orden de captura para Ben y para ti, la policía local los va a arrestar en cualquier momento, no sé que tanto pueden demorar, pero los van a venir a buscar. Hay un testigo.
 
 — ¡Imposible! —afirmó
 
 — Nada es imposible. Ten cuidado, tú y Ben, no puedo impedir que los detengan, una vez que esto pase actúa con normalidad. Si todo sale bien solo estarán unas horas…
 
— ¿Quién te dio esa información? —pregunto mientras idea algún plan para sacarnos a Lovely y a mí de la ciudad y dejar a todos mis asuntos en perfecto orden.
 
— No lo sé Jasón, tengo un informante, no cámaras en el lugar —maldito, infeliz… el supuesto mejor abogado del país.
 
— Bien, has tu trabajo, yo me encargo del mío, habla con tu hermano —ordeno— y no vuelvas a mi casa en el horario que sabes que no estoy, no te quiero cerca de él…
 
— Entonces deja de pegarle, esa imbecilidad que se les pegó de Stella aún te está haciendo mal, no le pegues porque no te voy a defender y si la voy a defender a ella… se cubre los moretones con maquillaje y se le notan más, esta temblorosa todo el tiempo, no soy estúpido Jasón, no sé que mierda tenés en la cabeza, pero cuida a tu mujer —dice— no la conozco, pero es tan frágil, todo el tiempo parece que se va a romper. No seas tú el que la termine de romper.
 
 — ¿O qué? —pregunto acercándome a él. Tengo bien claro que soy más grande que él corporalmente y voy a utilizar eso a mi favor.
 
— Jasón —susurra— no te estoy amenazando, no me importa que sea tu mujer, no me interesa que tú y Ben se crean vampiros, lobos o mariposas, él y tú —me señala con el dedo— solo saben lastimar a quienes los rodean, tú con golpes y él con su demencia, sé el hombre que se supone que eres… un hombre de pueblo, bueno y confiable que cuida a su maldita esposa y no la deja encerrada en su casa todo el día.
 
— Ve a solucionar mis problemas que para eso te pago —digo quitándole importancia a sus palabras.
 
 — Esta es la última vez —me recuerda— no esperes más de mí, menos de mis servicios como abogado —dice y tira una carpeta que saca de su mochila— esos —señala la carpeta— son los documentos de tu esposa, ya es una ciudadana Rumana— asiento y le señaló la puerta.
 
— Al fin haces algo bien —le digo mientras se aleja.
 
 — Maldito hijo de puta —susurra y lo pierdo de vista.  
 
Estos papeles me darán más libertad de moverme, movernos en el país sin problemas. Si las cosas se salen de control también le servirán a ella para estar tranquila. Hasta que yo vuelva…
 
Mañana solucionar lo otro… tantos años con esto en mi espalda y ahora debo abrirme con alguien si no quiero más problemas…  
 
Carol  
 
Tomo mi auto y manejo al hospital mientras sostengo mi cuello. Todo me da vueltas y tengo mucho sueño. No sé que paso, no sé porque Ben actúa de esta manera. ¿Por qué me mordió? Qué locura es esta.   Como puedo estacionó en el lugar, salgo del auto, las piernas no me responden, caigo en el piso y siento que mi cuerpo no responde. Alguien grita a lo lejos, no sé quien es pero necesito hablarle.  
 
 — Señorita, no se duerma, señorita— me dice la voz, pero no puedo responder, no me sale la voz, solo siento que muevo los labios —mantenga la calma, ¿me puede decir que paso? —pregunta y asiento con la cabeza, las palabras no me salen
 
— S… s… si —logro decir al final y escucho que alguien pide que revisen mi cartera para ver mi identificación
 
 — Caroline ¿no es así? —asiento mientras los ojos se me van cerrando— aquí dice que su tipo de sangre es B negativo —no sé si esa es mi sangre, no lo recuerdo— ¿es esa? —no lo sé
 
— No… si… n… No sé —logro responder.
 
 — No se preocupe, le realizaremos un estudio mientras llamamos a su contacto de emergencia —dice y niego, no por favor.
 
— No —no me escucha la voz no sale— por favor no —me va a matar, si él viene me va a matar.
 
Trato de mantener los ojos abiertos, pero estos me pesan, aún no puedo hablar, pero ya me están dando una transfusión y limpiaron la herida del cuello. La mordida de mi esposo mejor dicho. La falta de sangre hizo que me terminara desmayando y mi cuerpo no responda, por eso terminaron llamando a Ben, mi contacto de emergencia…  
 
Lovely.  
 
No sé que está pasando, Jasón está haciendo maletas y me pidió hiciera lo mismo. Preparo el auto y según él nos vamos de luna de miel a recuperar lo que solíamos tener <<Como si eso fuera tan fácil>>. Preparo mi maleta y él pasa por mi lado dejando un beso en mi frente, a veces creo que estoy más loca que él por creer que lo sigo amando. No sé por qué esos gestos tiernos que tiene a veces me conmueven tanto y me hacen sentir querida. Maldita estúpida lunática, te conformas con lo que él tiene ganas de darte.  
 
— Criatura —me dice y me giro a verlo— necesito que le avises a tu familia, Antonella no está en el país, fue a ver a tus padres para que conozcan a Devon —por eso no venía a verme— Necesito les avises que no estaremos para que tu padre no se preocupe y nos persigan hasta el fin del mundo —indica y asiento.
 
— No tengo sus números, no tengo mi celular —digo en un tono más bajo de lo normal, ya no quiero que se enoje conmigo —él saca de su bolsillo su aparato y lo extiende.
 
— Llámalos y no menciones nada de nuestros problemas de pareja —menciona y solo asiento— pórtate bien criatura, te necesito de mi lado en estos tiempos difíciles —susurra en mi oído.
 
 — ¿Qué pasó? —me animó a preguntar y él suspira pesado y se sienta, golpea su pierna y voy hacia él, lo que menos quiero en este momento es que se enoje.
 
 — El día que celebramos mi despedida de soltero…
 
 — ¿Me engañaste? —pregunto pensando en Sabrina y su “visita".
 
 — Claro que no Criatura, ¿por qué dices eso? —pregunta y la estúpida Lovely rompe en llanto.
 
— Esta mañana vino Sabrina —le digo— me trajo mis ansiolíticos, me dijo que tú se los pediste —confieso y él me mira alzando una ceja— me los paso por la ventana de la cocina que se puede abrir un poquito —le digo para que no crea que salgo durante el día, él solo me mira y mueve la cabeza afirmando
 
— Yo no le pedí nada —dice mientras sus dedos se clavan en mi cintura. — Me dijo que ustedes están juntos, que se ven y tienen encuentros, que ella te hace el amor —dios parezco una estúpida celosa <<es tu violador Lovely, no llores, es mejor que se acueste con otra, así no te lastima más a ti>> soy una maldita masoquista.
 
— Ay, Criatura no —dice y recuerdo cuando me dijo que no le gustaban las mujeres celosas— bueno si me la chupo, pero no me acosté con ella, seguramente vino a ti frustrada porque le dije que nadie la chupa como tú —me desarmó en sollozos ante sus palabras, no puedo negar que me duelen y lastiman… tampoco sirvo como esposa si busca alguien que se la chupe.
 
 — Está bien, perdón por esto —le digo, he intento ponerme de pie, pero él no lo permite.
 
— Criatura yo te amo, tengo mucho pasado que me persigue y el aborto que te hiciste…
 
— Yo no me hice ningún puto aborto Jasón, solo acompañé a alguien a ese lugar… por favor créeme — pido casi gritando, cansada de todo esto. Él asiente mirándome a los ojos con calidez por primera vez en días.
 
— Vamos a hablar de eso después, ¿sí? Pero por favor, pase lo que pase, te enteres lo que te enteres… no me dejes Lovely…
 
 — No podría —tú me tienes atada sin documentos.
 
— No podría sin ti…  
 
 La hora predestinada para salir de la ciudad a nuestra nueva luna de miel es a las doce de la noche. Termine de arreglar las provisiones y solo espero que Jasón vuelva para terminar de cargar la camioneta e irnos algún sitio… dios sabrá dónde iremos. Y dios sabrá dónde está, ya que debía dejar “algo” listo para no tener que volver en un tiempo.
 
 — Y una vez más “Los Secretos de Jasón” —digo en voz alta Horas más tarde  
 
Si hay algo que siempre adore de Rumania, aparte de su folclore es el paisaje, se siente tan europeo de la época medieval, no está contaminado y la luna aún ilumina las praderas bajo los Cárpatos. Después de algunas horas llegamos a un motel, mi esposo me indica que descansaremos en el sitio y mañana partiremos temprano a nuestro destino.
 
 Él no demora en dormirse, yo siento que algo anda mal, supongo que es parte de mi tan amplio trastorno. Ahora estoy paranoica cuando está todo en silencio.  
 
— No señora, por favor, no, no —dice y su cuerpo transpirado se remueve— que le diré a mi mamá —vuelve a decir y me sobresaltó en mi sitio, Jasón se remueve y nuevamente la cicatriz de la que me había olvidado sale a la luz— me duele por favor señora Brum no me lastime —su mano cubre la cicatriz como si el dolor lo abrazara.
 
— ¿Quién es esa mujer? —le pregunto como si él pudiera escucharme.
 
— No hay más nadie, se lo juro, por favor —parece que está llorando— NO —dice y se despierta de golpe, me mira preocupada y ve donde tiene su mano… la retira rápidamente y me abraza recostándome sobre él
 
 — ¿Estás bien? —me animo a preguntar
 
— Si, nunca me dejes Lovely, no me dejes volver al infierno de donde me sacaste —susurra, nervioso y transpirado— ¿dime a quien acompañaste a abortar? Te juro que si me dices a quien voy a pedirte piedad de rodillas toda la vida, voy a darte mi alma a cambio de tu perdón, pero no me mientas porque te mato —dice y por primera vez, aunque suene estúpido incluso para mí misma… veo una luz de esperanza para nuestra relación.
 
— Acompañe a —golpean la puerta con brusquedad, no termino de hablar… Jasón se pone de pie, se pone una camisa y abre la puerta.  
 
Comienzan a entrar policías a la habitación. Agarran a Jasón entre varios y lo tiran al piso, él no dice nada, parece que ya estaba esperando esto. Solo me mira fijamente y susurra —tranquila— yo asiento mientras me mantengo en la cama cubriéndome con una sábana Blanca.  
 
— ¿Usted es Lovely Antal? —me pregunta un policía y asiento.
 
— Déjala en paz, ella no tiene nada que ver —dice Jasón y este parece que no lo escucha.
 
— Bien, usted también tiene que acompañarnos, ya que necesitamos su declaración.
 
 — Si, claro —digo mientras veo como ponen a Jasón de pie y lo sacan del lugar.
 
 — Por favor déjenme ayudarlo a ponerse un abrigo —pido dejando la cama y cubriendo el cuerpo de mi esposo con una manta.
 
 — Escuches lo que escuches, te digan lo que te digan, no olvides que te amo Señora Antal —me dice y asiento, hace tanto no me decía así
 
 — Y yo a ti señor Antal —él besa mis labios y lo alejan de mí.
 
— Llama a Iván, mi teléfono está en el cajón, en los contactos dice Lockey.
 
 — Si —le digo y el policía vuelve a llamarme desde la habitación.
 
— Señora Antal, por favor, cámbiese así nos acompaña, puede llamar a su abogado si así lo desea —dice muy respetuoso.
 
— ¿Por qué se lo llevaron? ¿Algún fraude? ¿Algo pasó con la constructora? Yo tengo dinero, puedo resolver —sé todo lo que me hizo… pero tal vez si hablamos y le digo la verdad, las cosas cambien.
 
— Cómplice de asesinato —dice y me desvanezco sobre la alfombra sucia del motel…  
 
 
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◇Los Secretos De JASÓN ◇Donde viven las historias. Descúbrelo ahora