Capitulo 19

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- ¡TU! - me detuve justo en frente de el

- ¡Maddie! al fin te encuentro - se puso de pie quedando frente a mí

- Eres un idiota - no lo pensé dos veces y estrelle mi mano en su blanca mejilla

- ¡HEY! ¿Qué sucede contigo? - sobo su mejilla

- ¿qué sucede conmigo? ¿Qué sucede contigo? eres un idiota mentiroso Matthew, mi familia tenía razón, tu nunca cambiarias y yo como una tonta te creí, ¿porque sigues haciéndome la vida imposible? ¿Acaso te divierte verme sufrir? Y tenías que mentir acerca de tu padre, eres una basura, quiero que te alejes de mí, no vuelvas a buscarme, no me mires, no me llames, olvídate de mí, y si intentas a acercarte o volver a amenazarme créeme que no dudare en avisar a la policía para que te pudras en la cárcel

- ¿qué sucede Maddie? no entiendo nada de lo que estás diciendo, ¿porque me dices todo esto? - me agarro de las manos

- ¡Suéltame! - me zafé - no vuelvas a tocarme nunca

- Maddie, explícame que sucede

- ¿qué sucede? - me reí irónicamente - ya no tienes por qué fingir Matthew, ¿esto te recuerda algo? - le tire la nota y la leyó rápidamente

- No fui yo - me miro extrañado

- ¡quieres por un minuto dejar de mentir! ya me di cuenta quien eres Matthew, solo... solo aléjate de mí - di la vuelta rápidamente

- ¡Maddie! Escucha - grito - Maddie

No me importo su insistencia en que lo escuchara, yo simplemente quería alejarme de él como fuera, y así lo hice por el resto del día lo evite por completo, intento acercarse muchas veces, pero lo evite e incluso me dejo varios textos, pero los elimine sin ni siquiera leerlos, no quería saber absolutamente nada que viniera de él. ¿Estaba actuando tontamente? quizás sí, no lo sé, pero no podía estar cerca de alguien que hiciera eso.

Esperé a Marcus por varios minutos, pero no llego, así que decidí caminar hasta mi casa, empecé a recordar lo sucedido con Matthew y no pude evitar las lágrimas, realmente le había cogido cariño y no entendía porque lo había hecho. Sentí pasos detrás de mí, mire hacia atrás pero no había absolutamente nada, así que seguí caminando, volví a escuchar los pasos y voltee, detrás de mi venia un hombre tipo treinta años, intente caminar más rápido y este también lo hizo hasta el punto de estar caminando muy cerca de mí.

- ¿no has podido reconocerme? - dijo aun caminando a mi lado

- ¿es conmigo? - pregunte extrañada

- ¿hay alguien más aquí? claro que es contigo, no me has extrañado - sonrío, pero su sonrisa era algo extraña

- lo siento, creo que me ha confundido, no sé quién es usted - intente alejarme

- ¿a dónde crees que vas? - me agarro del brazo

- oiga - forcejee - suélteme, no sé quién es usted

- la nota debió aclararte muchas cosas ¿no? - así que el había sido el de la nota, pero ¿quién era él?

- suélteme o empezare a gritar

- grita preciosa, nadie podrá escucharte, grita todo lo que quieras, porque tus horas están contadas - me acerco a el

- Oh no suélteme - patalee, pero su fuerza era superior a la mía - ayuda, ayuda - empecé a gritar y sentí como presionaba mi boca con mucha fuerza

- silencio pequeña morita, no queremos que se den cuenta ¿verdad?

- Hey Suéltala - escuche una voz lejana, pero sabía que estaba cerca

Cielo De AmorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora