Capítulo 34

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Realmente no sabía como procesar toda esa información, mi hermana una de las reponsables de todo esto, aún había una persona sospechosa sin mencionar al extraño Avan y ahora Daniel muerto, la vida me daba con su trasero justo en mi cara, sin permitirme una sola luz para que esto acabará. Pero estaba decidida a una cosa.

Enfrentar a Mabel

Si, quizás mi idea era descabellada y quizás eso era firmar mi sentencia de muerte pero eso era un riesgo que debía correr, había algo que aún no terminaba de comprender. Así que a la salida del Instituto le pedí a Matthew que me llevará a casa.

- No creo que esto sea buena idea Maddie - Matthew me tomo de la mano mirándome directo a los ojos

- Se que no es una buena idea, pero tengo que hacerlo - puse mi otra mano sobre la de él - Algo me dice que tengo que hacerlo ahora

- Déjame entrar contigo - suplicó - no quiero que estés sola con esa loca - no evite sonreír por su comentario, que al final de cuentas era muy real, se necesitaba estar loca para hacer algo así

- No, mis hermanos están ahí y no quiero que te hagan pasar un mal momento - acaricie su rostro - Además, no creo que Mabel se atreva a hacerme algo dentro de la casa.

- Esta bien, entonces te esperaré aquí afuera ¿Bueno? - Asenti y me incline hacia él para depositar un pequeño beso en sus labios

Tome aire antes de abrir la puerta, cerré los ojos y entre. Marcus al verme salió corriendo a mi encuentro teniendo en cuenta que hacía una semana que no me veía, después de salir del hospital.

- ¡Chaparra! - me abrazó - Regresaste, ¿Como te has sentido? ¿Te has tomando todas tus medicinas? - Asenti - Te he echado tanto de menos ¿Por qué no regresas a casa? Aún no entiendo porque decidiste irte

Si tan sólo supieras

- También te he echado mucho de menos, pero entiendeme, no puedo regresar a casa, quizás más adelante te enteres de todo, pero no ahora ¿Sí? - Él asintió y yo lo volví a abrazar - ¿Dónde está mamá?

- Aún no llega del trabajo - me guío hasta el sofá - pero me preocupa, cada noche sin falta la escucho llorar y realmente me duele - Sobó sus ojos con una de sus manos

- Es mi culpa - Bajé la mirada - si tan sólo no me hubiera enfermado, todo estaría bien Marcus

- No chaparra - paso su mano por mis hombros y me apretó hacia él - tu no tienes la culpa, tu no pediste enfermarte, pero no te preocupes, ya verás que saldrás de esta, de seguro encontraremos la solución

Realmente era un tema del que no quería hablar, para que tocar ese tema que siempre en mi mente llegaba al mismo final Maddie Carter Judes en un ataúd.

- ¿Dónde está Mabel? - pregunté serparandome de él y recordando a lo que venía

- No lo se - hizo una mueca - la escuché hablar con mamá acerca de una salida y vi que salió con una maleta de aquí pero aún no se, no he hablado con mamá - bajó la mirada - al parecer mi casa se vino al suelo - lanzó un bufido - no pensé que este momento llegaría tan pronto y la tensión de esta casa me ofusca

- No te preocupes Marcus, pronto todo volvera a la normalidad - cosa que bien no era verdad porque si Mabel tenía que ver algo en todo esto, no todo saldría bien - ¿Sabes? Deberías buscarte una novia - le di un leve golpe

- ¿Qué? - Soltó una sonora carcajada - Tú Maddie Carter ¿Diciéndome que tenga una novia? Tú, la que siempre se enojaba conmigo cuando tenía una y me obligabas a dejarlas porque te daban celos de ellas - volvió a reír - definitivamente todo cambio - me miro nuevamente y aunque estaba sonriendo sus ojos demostraban una pizca de tristeza

Cielo De AmorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora