Reflejos

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Saya: Me gusta el chocolate, ¿te gusta el chocolate? A mis si, pero no me gusta la cafeína, me pone rara, o al menos eso creo, no estoy segura, ¿sabes que no tengo memoria? Es horrible, no se si tengo familia, o amigos, tu tienes memoria, eso si es tener suerte, ¿sabes quién más no tiene memoria? Los peces dorados, bueno, si tienen, pero solo les dura 3 segundos, que inútiles...

Saiki creía, lo juraba por el maldito dios en el que jamás creyó, nunca en su vida se arrepintió tanto de una decisión como en esos momentos en los que llevaba más de media maldita hora escuchando los disparates de Saya

No, él no necesitaba saber cuantos estómagos tiene una vaca, cuanto puede recordar un maldito pez dorado, o cuanto es la medida promedio del miembro de un perro, mucho menos necesitaba saber que se supone que ven los adultos en el internet por la noche

Estaba dudando seriamente de que su cabeza esté bien, no era posible ni saludable que una niña de 13 años supiera tanta maldita basura bizarra como ella

Ren: *Te acostumbras aunque no lo creas, los fantasmas pierden su memoria, pero su esencia sigue siendo la misma, tal vez por eso ___ siempre tiene una respuesta para todo*

No, no quería acostumbrarse a eso, ya era de por sí un milagro que con su personalidad ___ no haya terminado de algún modo como ella

Saya: Y por eso es que los caballos no deberían aparearse.. Oye, ¿me estas escuchando?

¿Cuando siquiera en su vida había visto un caballo esa niña? Saiki ya no sabía que hacer con ella, pero tampoco podía ni queria dejarla sola ahora que sabía de su existencia

Aren: Oye Saiki, estas haciendo más vacio de lo usual, ¿sucede algo?

Saya: Nada, solo le gusta hablar conmigo, deberías escucharlo, yo ya me canse de hacerlo, es increible como no se cansa él

Saiki simplemente negó ignorando olímpicamente aquel comentario, ya era el colmo con ella y su gran boca

Aren: ¿Seguro?- lo vio asentir -Si tú lo dices..

Y fue todo lo que necesitó para volver a ver al frente..

En este tiempo habían estado caminando y recorriendo aquel gigantesco lugar, hasta ahora habían visto las salas al llegar, la cocina, los baños y ahora se dirigían a los dormitorios

Todo hubiera sido normal si no fuera por el pequeño detalle de que Saiki descubrió que no todo era lo que parecía

Empezó cuando llegaron a la cocina una vez Saya había calmado su llanto, más bien se vio obligada a calmarse pues apenas vio que estában a punto de entrar en ese lugar empezó a gritar que no deberían hacerlo, que ese lugar no tenía nada interesante, que mejor fueran a ver el patio

Había llegado hasta el punto de querer agarrarlos a todos y detenerlos, incluso ponerse al frente, pero como las primeras veces solo consiguió que la atravesaran

No pudo entender su repentino cambio de actitud hasta que habían entrado, resultó que lo que ellos veían como un simple cuarto lleno de polvo, con lozas rotas y mucha mugre, ella lo veía como una linda sala donde la sangre y los niños llorando era lo más común de ver

No, no podía leerle la mente a un fantasma, y solo por esa vez agradeció que Saya fuera tan bocona

No dejó de decirles a todos que 'no era lo que parecia', que los niños llorando solo se habían caído, que el charco de sangre en el piso solo solo era puré de tomate que se les había caído por jugar y que por eso tenían manchada la cabeza

Un Interesante Amor (SaikixReader)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora