3_ Es hora de hablar

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Sebastián podía ir cabando tranquilamente su tumba.

–¡¿Cómo que es tu hija?!.

–¡¿Cómo que tu hijo?!.

Ciel y yo nos vimos cara a cara por unos segundos y después vio a Sebastián.

–¡¿Cómo carajos se te ocurrió ocultar esto?! ¿Sabes el gran problema que podemos tener si esto sale a la luz?.

–Ciel, yo...

–¡Adoptaste al heredado de la familia Phantomhive teniendo una hija!.

¿Un hermanastro? ¿Ahora no soy la única desgracia viva que tiene su apellido?.

–Reuniones familiares, siempre se descubren cosas.

–Guarda tus chistes en lo más profundo de tu ser, por favor. –me acerqué a ellos y Bardock me siguió estando atrás– La carta, agarra y me largo.

Se la extendí.

–No, no te vas. –dijo Ciel– Tenemos mucho de que hablar.

–¿Y vos quien sos para decirme que hacer?.

–Hija, espera...es verdad tenemos mucho de que hablar así que por favor solo espe-

–¡No volvás a decirme hija!, Yo de vos no soy nada. Agarra la carta que ya no soporto el olor a humano que hay aquí.

–Entonces dime tu nombre.

–Quién se supone que sos vos para decirme que hacer a mí, que te importa como me llamo. Escucha solo quiero que agarres esta carta para que yo me pueda ir de una maldita vez para no volver nunca más.

No no no, no puedo dejar que se vaya no puedo dejarla ir de nuevo.

Agarró la carta y se acercó a Sebastián— Aquí tiene, por favor agarre la así mi señora y yo nos podemos ir.

–No voy a recibir nada, no a menos que aceptes entrar a la mansion para que hablemos.

–Sebastián....

–Me tenés que estar jodiendo, ni loca.

–Ahorremonos problemas, ella y yo no tenemos nada que hacer acá —Dijo Bardock acercándole más la carta a Sebastián–

–Es mi hija y lo sabes.

–La abandonaste a los 2 días, cómo tiene el descaro a decir que es su hija.

Sebastián se enojo al escuchar eso, reaccionó agarrando lo del brazo para así lograr darle un golpe.

Yo lo interrumpí fui rápidamente y evite que Sebastián tocara a Bardock y al querer empujarlo él se movió

–¡Que mierda ibas a hacer! ¡Que en tu puta vida se te ocurra tocarlo en mi presencia y sin mi permiso!. –Le grite más que furiosa.

Me tocó, me tocó solo un poco y eso fue más que suficiente para poder sentir que ella era una parte de mí, que era un pesazito de mí, se me acercó y pude ver más de cerca sus ojos esos ojos rojos como los míos, esos ojos que había heredado de mí. Era mi hija y aunque yo no era digno de decirlo realmente no podía dejar que se fuera.

–Lo siento, solo fue una reacción. –Dijo con seriedad. Miró a los demás que estaban presentes— Por favor entren adentro, déjenme solo con ella.

Los 3 sirvientes entraron rápidamente adentro, quedando solo Ciel y Bardock a nuestro alrededor.

–Por favor joven amo, le pido que entre.

♤Black butler♤>> La hija de Sebastián. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora