–Sí, fui a verlo necesitaba despejarme lo de hoy en la mañana fue bastante. –Dijo el mayordomo sin despegar la vista de su amo— Pero no pude hablar de eso con él.
Ciel quien estaba sentado con la cabeza apoyada sobre su mano había entendido lo que su mayordomo había hecho.
–Tenemos que hablar en serio. Hice que se quedara sólo porque saber sobre su país me puede ayudar a conocerlo y tal vez expandir el negocio de mi familia ahí. Ella no es mi familia ni mucho menos parte de los temas empresariales míos.
–Le aseguro que a ella no le interesa nada de eso, es más quiero irse lo antes posible.
–Más le vale, pero tú tampoco te salvas. ¿Qué crees que pienso de ti ahora que sé lo que hiciste?
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–Y así fue como descubrí que la Reina Isabel también es un demonio.
–Wo...¡Eso fue sorprendente! Sabía que algo tenía que tener la vieja.
–Así es, señor Bard. Pero tenga en cuenta que no...–
–¿Qué hace usted en mi cocina?
–!Señor Sebastián¡ El señor Bardock solo había pasado a saludar... –explicó Mey-Rin
Ambos demonios se miraron entre sí, la situación se empezaba a poner tensa para los demás sirvientes que estaban ahí.
Hasta que por fin se rompió el silencio.
–Bueno, ahora que todos nos conocemos, ¿por qué mejor no me acompaña hacia la sala, "Señor Bardock"?
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–Que despierte ya así nos largamos.
–Ella no se irá hasta hablar con Botchan y conmigo.
–Un demonio que no escucha es algo nuevo, ya te dijo que no quiere hablar con vos, maldito descarado. —Dijo Bardock molesto.
‐Mira te mataría ahora sino supiera que ella se enojaria–
Ya basta, no puedo trabajar con tanto ruido. Interrumpió Ciel quien había bajado hasta la planta baja en el lugar en donde estaban ellos.
–Bardock, cierto? Podría venir a mi oficina por favor. Pidió Ciel.
Al entrar Bardock tomó asiento.
–Me dijeron que tendría un día tranquilo hoy pero.... es todo lo contrario, aparte de soportarlo también tengo que meter mis narices en donde no me incumbe. —Dijo Ciel en tono serio pero con una mirada calmada.
–No tiene que hacerlo y lo sabe.
–Claro que tengo, Sebastián me lo pidió me pidió ayuda.
–¿No le da vergüenza tener un papá tan descarado?
–Me da vergüenza saber que el gran mayordomo de la casa Phantomhive dejó a su hija y esposa abandona por culpa de su inmadurez e irresponsabilidad, eso me da vergüenza.
Bardock vio que ese nene no era ningún tonto y no podía decir que le caía mal.
–Vaya al grano, por favor.
–¿Qué quieres a cambio de hacer que ella de quede por un tiempo? ¿Cuanto te tengo que dar? O ¿te gustaría alguna otra cosa? Una mansión? Un terreno? Sirvientes personales que hagan lo que les pidas? ¿Mujeres? ¿Hombres? Solo dilo y yo te lo daré.
Bardock suspiro profundamente.
–Pierde el tiempo hablando conmigo mejor lo dejo para que pueda seguir trabajando en paz. —Tenía el tono molesto y estaba por levantarse de la silla.
‐No es algo material está bien, pero quizá si sea algo...diferente algo que yo no puedo comprar. Después de todo...
Bardock y Ciel de miraron fijamente.
‐Todos tenemos un precio, Bardock.
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♤Black butler♤>> La hija de Sebastián.
De TodoQuien diría que las cosas en la mansión Phantomhive cambiarían cuando vieron que la hija de Sebastián Michaelis lo encontró. ¿Qué diría el novio de Sebastián? ¿Grell se enojaria? ¿Por qué la oculto por 116 años? ¿Qué pensaba Ciel al respecto? ¿...