Diario de Emociones

Vergüenza

Vergüenza

La historia más fácil que he contado.

¿Por qué me siento pequeña? ¿Por qué me siento amenazada? Como si me fueran a quitar mis cosas. Mi espacio. Como si tuviera que reprimirme, ¿Será por mi hermano que no pudo venir en el mundo? ¿Será por las veces que no dejaron que mi mamá se expresara? ¿Y por eso ocupo expresarme?

Sí, yo creo que es por eso.

Gran parte de mi vida he sentido que una parte de mí, no vale. Que debería de mantenerla oculta porque es muy problemática. Porque no se lleva bien con los demás. Porque no cae bien. Y prefería sentir el dolor de ocultarme de mí misma, que el dolor de no ser aceptada por los demás. Pero para mi gran sorpresa es que al ocultarla olvidé parte de quien soy. Olvide que gracias a mi sombra, brille en muchos sentidos. Y que ambas debíamos de compartirlo. Ahora sé que mi sombra eran las partes de mí que no entendían los demás. Que rechazaban los demás.

Cuando era pequeña sufrí bullying. De ese bullying que humilla el cuerpo y la mente de uno. Como si no verte o actuar como los otros fuera indicador para recibir violencia. Lamento profundamente las heridas que le hicieron a mi niña interna durante su niñez y adolescencia. Lo único que puedo hacer ahora es defenderla. Y ayudarle a sanar sus heridas. Porque así como vienes a este mundo a caerte, a conocer gente cruel, también vienes a levantarte y a notar la diferencia entre la bondad y la crueldad.

A verla a los ojos y decirle "sé que también vives aquí, pero no por eso te voy a tolerar".

Duele. Hay que tolerar el dolor. Que nos impulse a ser nosotros mismos aún más. Que nos haga más fuertes para poder determinar que en este mundo si cabemos. Que en este mundo SÍ valemos. Que nuestro mundo interno no es del mundo. Que nadie puede hacernos sentir menos si no lo permitimos. Porque ya hemos apoyado a los demás con nuestra fortaleza, porque tenemos ganas de pararnos una y otra vez, con entusiasmo. Porque tenemos mucho para dar. En mi caso, es la comunicación y la capacidad de expresarme a través de la escritura y visualmente a través de películas y videos. La capacidad de apoyar a los demás. De experimentar en la cocina y de tocar unas cuantas canciones con mi guitarra desafinada. De aprender de mí en la soledad. Y seguir mi curiosidad para encontrar mi tribu. Uniéndome con mi sombra. 

A mi niña interna le digo si estás enojada con los demás, te entiendo. Pero no los ataques. Yo soy la que debería pedirte perdón. Yo soy la que te oculte. Te critiqué y ataque. No los demás.

Los "demás" no son más que individuos con opiniones diversas, haciendo y creando lo que los hace sentir bien. No son determinantes ni regidores acerca de como debe vivir uno su propia vida. Aunque lo intenten, siguen equivocándose, siguen teniendo miedo, siguen siendo exitosos, así como tú. No hay razón para tenerle miedo al mismo monstruo que eres tú.

A veces me siento tan humillada, que siento que estar arriba es un error. Algo que no debería de suceder, por cualquier motivo. Que estar arriba es imposible para mí, que no puedo alcanzarlo. Solo porque me creí las inseguridades de otras personas. Porque deje que los más "experimentados" tuvieran una influencia grande en mí. Porque me siento completa solo cuando ellos me valoran. Porque la felicidad y mi valor si depende de los demás. Porque su influencia es 80% ellos y 20% mía. Porque necesito a alguien a quien complacer. Porque necesito alejarme de aquí.