TristezaLos días pasaban y pasaban sin saber en donde terminaba alguno. En donde terminaba aquella sensación de abandono, de desapego, de desamor. Porque lo valioso se estaba muriendo sin vuelta atrás. Porque tenía miedo de seguir adelante sin ello. Lo extrañaría demasiado.
Tristeza de perder lo que ya conocías, o al menos creías conocer, de perder estatus y poder contra los demás, de estar por debajo, y no saber como salir. De la impotencia de sentir que hagas lo que hagas no puedes resolver tus propios problemas. De que estás salada con ciertos aspectos. Que tus ideas no son suficientes buenas para sacarte de la cueva. Ni tus acciones.
Tristeza de sentir que no eres capaz, que eres débil y que te quieres seguir manteniendo débil. Muy débil.
Tristeza de sentir que tienes cero conexión con algún otro ser humano, que eres incapaz de sentirla. Que tienes que esforzarte mucho más que los demás para conseguirla. ¿De preguntarte por qué te tienes que esforzar tú más que ellos? De sentir la injusticia, de sentir que si te esfuerzas más no eres amada, tú no cabes en el mundo, no eres aceptada. Eres un individuo externo.
Tristeza es esconder quien realmente eres.
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Diario de Emociones
Non-FictionMillones de oportunidades perdidas, una lección aprendida. ¿Te has preguntado, cuanto tiempo pasas observando la vida de los demás? Adivinando sus sentimientos y estados de animo, pero desconociendo los tuyos. Yo era igual. Me preguntaba sí habría...