★ Capítulo 6: Cambios Nocturnos

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—¡Loak, no excedas tu paso!

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—¡Loak, no excedas tu paso!

—¡Sí señor!

—¡Lo estás haciendo bien, bro! -exaltó Neteyam desde abajo tratando de disimular su bajón de animo. En esos instantes, estaba afilando cuchillas cerca de la carpa de los Sully, y por más que trataba no conseguía relajarse. Incapaz de continuar, flexiono las rodillas sobre su pecho y dejó las cuchillas a un lado para observar hacía el bosque. La nostalgia lo atrapó. Durante esa semana no había vuelto a salir por las noches y pisar el terreno cerca donde se cruzaba siempre con Ao'nung. No porque no tenía tiempo, había una razón en particular envuelta en todo eso, no entendía porqué estaba tan resentido, pero ahí seguía.
Era terco, pero admitía que extrañaba sus escapadas nocturnas y tal vez, solo un poco, —tal vez más de lo que creía— escuchar a Ao'nung hablarle al río y a los peces sobre el océano.

—¡Eso es!

Alzó su cabeza hacía el cielo y sonrió cuando la sombra de Loak y Jake se posicionaron arriba suyo, gritando euforicamente luego de haber cazado con éxito. Seguido de Neytiri quién había desacelerado su paso.

Aunque no lo quería admitir la verdad era que no podía estar quieto. Sus piernas rebotaban, moviéndose ansiosas y sus dedos jugueteaban con el dobladillo de su taparrabo. Spider, quién había llegado minutos antes a ayudarle con las cuchillas, tenía que golpear de vez en cuando sus manos para que se deteniera, aunque seguía haciéndolo de todos modos.

—Estás afilando demasiado fuerte, hazlo con más lentitud, cálmate. -se quejó Neteyam lo cuál hizo que Spider bufara deteniéndose.

—Creo que eres tú quién debe de calmarse. -contestó observando sus manos inquietas. Neteyam rápidamente oculto sus dedos girandose y llevando sus ojos hacía la dirección del bosque como lo había estado haciendo minutos antes. —¿Qué sucede, bro? Haz estado observando el bosque desde que llegué. -apartó su mirada y alzó sus hombros golpeando de manera bruta con el de Neteyam. —¿Alguna Omatikaya? -sonrió con picardía al notar la acción fugaz que obtuvo Neteyam.

—¿Qué? ¡No, no! -contestó rápido alzando sus manos y sus orejas con repulsión de tan solo pensarlo. —Es solo que, ah. -rascó su cuello apartando su mirada del bosque y devolviéndosela a Spider. —Una pregunta fuera de contexto, pero, uhm ¿Qué opinas del Metkayina exhiliado?

—¿De Ao'nung? -preguntó extrañado por la pregunta. Neteyam asintió pareciendo que era el único que no había sabido su nombre, quizás porque nunca le presto atención. —Es decir, bueno, supongo de lo poco que he oído sobre él, parece ocultar mucho, es muy extraño y parece ser antipático con todo el clan. -soltó una carcajada al recordar la vez que lo vió tratar de interactuar con unos niños. —Me tope con él cerca de un río, estaba cazando allí dentro, y él actuó como un animal protegiendo su territorio, salí de ahí apenas vivo, ese macho Metkayina no tiene compasión con nadie de nuestro clan. No te recomendaría que te acercaras a él. -Neteyam agachó su cabeza por inercia. Pareció analizar su advertencia.  —Sin embargo lo entiendo, se lo que se siente ser rechazado por toda una gente, que te traten como un alienigena solo porque no eres igual que ellos, es decir, ¿si nadie mostró aunque sea un poco de aceptación con él, porqué tendría que hacerlo él con ellos?

Abrió sus ojos y sus orejas de removieron en una acción desagradable la caer en cuenta qué, quizás si su corazonada era cierta, Ao'nung todo ese tiempo quizá trató —a su manera— acercarse más a él. Oh, eso tal vez llegaba a ser cierto.

Su boca de entreabrió y un suspiro fue lo único que salió de ella.

—...de todos modos, ¿porqué esa pregunta?

Neteyam deslizo la yema de sus dedos por sus hebras, desenredando y acomodando sus trenzas, mientra humedecia sus labios y luego los abría para hablar. —Curiosidad. -colocó sus labios es una sonrisa embobada y se levantó de forma brusca, agarrando su arco que hacía a su lado sobre el cesped. —Bro, te encargo lo que falta, tengo que ir a hacer algo.

—¿Qué? ¡Espera! -miró hacía los lados dónde los padres de Neteyam y su hermano se encontraban. —Pronto empezará a oscurecer y sabes qué a tus padres no les agrada que vayas por ahí a estás horas.

—No te preocupes, cubreme. -lo señaló con el dedo. —Me lo debes por dejarte a solas con mi hermana. -Spider rodó sus ojos avergonzado.

—Bro. -lo alertó por última vez. Al ver la mirada decidida que le devolvió, lo dejó pasar. —Está bien, ve.

Irayo, tsmukan.

Después de un grito eufórico despedida se subió al lomo de Ku'tzey para emprender al viaje al territorio de Ao'nung. Con habilidad, encurvo las rodillas en el proceso, y su espalda recta, con los brazos inclinados sosteniéndose de la montura. 
Spider por su parte, se aseguró de que ninguno viera a Neteyam partir.

Una sonrisa se dibujo en sus labios. Cerró y abrió sus ojos, inhalo y exhalo, deleitez era lo único que sentía constantemente en camino al viaje. Observó la perfección de su hogar, las criaturas y como la oscuridad daba un paso atrás alzando las luces fosforescentes de forma vigorosa e imponente. El aire frío de la noche actuaba como un arma de doble filo, le hacía cosquillas a su piel, y la adrenalina inmediatamente calentaba sus emociones como si de una antorcha se tratará. Cuando aterrizó la imagen de Ao'nung entre la luz azulada-púrpura que emitía la naturaleza fue más difícil de imaginar, en cuanto sintió como unas manos se posaban tras su cola y le jalaba, salvandole de qué cayera por un alcantilado que conectaba con una gran cascada, haciendo que emitiera un jadeo de dolor. Rápido se reincorporó para apuntar al objetivo que aparte por acto de reflejo pudo sentir anteriormente como sostenío sus hombros con fuerza, casí con odio.

—¿Ao'nung? -la punta de su lengua se deslizó por sus labios y el sonido sonoro de su nombre fue suficiente para hartarle al nombrado.

—¿Ao'nung? -la punta de su lengua se deslizó por sus labios y el sonido sonoro de su nombre fue suficiente para hartarle al nombrado

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[¹] Irayo, tsmukan.  /traducción/ > Gracias, hermano.

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