★ Capítulo 10: Actitudes extrañas

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Neteyam deseaba que el nombre de Ao'nung fuera una palabra vacía y no un pisapapeles que no le dejara escribir, de otra persona, de otro tema, de otro mundo; que ojalá su nombre fuera una palabra vacía que no lo hundiera cada vez que se lo topara,...

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Neteyam deseaba que el nombre de Ao'nung fuera una palabra vacía y no un pisapapeles que no le dejara escribir, de otra persona, de otro tema, de otro mundo; que ojalá su nombre fuera una palabra vacía que no lo hundiera cada vez que se lo topara, que ojalá su nombre fuera una palabra vacía que se perdiera con el resto de nombres, que no le importaban ni lo más mínimo.
La verdad es que habían muy pocas cosas que pudiera hacer para poner la mente en otro lado que no sea Ao'nung. Y las que tenía le daba miedo usarlas por temor a empeorarlo todo. Por eso, se restrinjia a algo cortito: pasaba horas con él, horas de esas que se tardaban días en desvanecerse, y de alguna manera, en aquellos instantes tenía la certeza de que todo lo que estaba mal en Pandora dejaba de estarlo. Sus propios fragmentos dejaban de sentirse como elementos aislados y volvía percibirse como un ente integro, alguien digno. Y no era que antes no fuese digno o que estuviera tan herido que no pudiese estarlo, sino que nunca se había sentido de aquella manera que de alguna forma Ao'nung le hacía sentir.

Al principio fue difícil, pero absorbió el agua por completo. Le costaba respirar su aire y, por lo mismo, no podia capturar sus olores; le parecía un hábitat insípido. Sus ojos ya estaban acostumbrados a la iluminación diferente que tenía el fondo del agua; poco a poco, su aldea se fue transgrediendo, pronto empezó a charlar con Ao'nung, comiendo vocales o transformándolas, ignorando consonantes o agregándolas. Su cuerpo se hizo parte del gran cuerpo, del mar. Se notaba en su caminata, en el ritmo y en el movimiento de los hombros. El agua lo habia aceptado y él a ella.

Sin embargo, quién no terminaba por aceptarlo era Jake. Apenas y su relación avanzaba, y 'apenas' era una palabra demasiada alentadora para lo que aquello era. Al principio no hubo señales de distracción en las prácticas con él, claro, hasta que un día cuando volaron debajo de una cascada, aquel sonoro sonido llegó hasta donde él estaba y la imagen de aquel par de ojos azules saltó con violencia en su mente, recordando la profundidad de la mirada, aquel gesto serio y el cabello negro cayendo aveces enrredado en una trenza. No pudo evitar que su pulso se alterará sin poder evitarlo, haciendo que su Ikran se removiera y Jake lo regañara. Ese fue verdaderamente el inicio de todo el desastre y la razón por la cual al terminar cada una de las cazas posteriores Neteyam se acercaba a la zona donde Ao'nung tenía su estadía, desde su distancia comenzó a detallar cada una de sus facciones sus posturas al cazar y hasta la manera en la cual su cuerpo se removia cuando nadaba.
En ocasiones estaba tan abrupto pesando más en Ao'nung que en las indicaciones de Jake que solo salía de sus ensoñaciones cuando se veía preparándose para irse, de hecho en varías ocasiones Jake lo había observado levantado de pronto para agradecerle y volver rápidamente a dónde siempre escapaba.

Aquella dinámica cambió precisamente el día anterior, cuando había tomado asiento en una acostumbrada rama. Lo miraba con la fijación de siempre, viendo su cuerpo moverse ligeramente por el agua y sus dedos hábiles, con una herramienta para cazar animales marinos que desconocía. Su atención en aquella ocasión se había fijado en su rostro, el rosado muy ligero de sus labios delgados y sus pestañas siendo iluminadas por la luz del sol del atardecer. Hasta que Ao'nung alzó la mirada, encontrando la suya.

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⏰ Última actualización: Sep 28, 2023 ⏰

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