Marcos apago las luces de la casa más famosa del país y cuando volvió a su normalidad se encontró con los vivos de twitch de Agustín y su amigo Santigo, los problemas llegan cuando siente celos y decide enfrentarlos.
Agustín dejo pasar la historia como si no le hubiese importado, no iba a darle el gusto de sentir que había ganado si le respondía la misma, también él hizo su parte para que Marcos este celoso pero se había pasado en los dichos. Sin embargo, no podía negar que lo mataba por dentro la idea de pensar en todos los mensajes que le estaban llegando por tan solo poner esa historia. Sabía muy bien lo que causaba el salteño con su simple presencia.
Dejo su celular tirado en el sillón y se dirigió a la cocina para agarrar una copa y poder servirse un poco de vino blanco. Ya estaba haciéndose de noche y que mejor plan que relajarse un poco después de los días tan estresantes que había pasado. Intento no estar con su teléfono para poder ponerse al día con el anime que había dejado a la mitad, pero le era imposible a causa de las miles de notificaciones que le estaban llegando a Twitter por la historia que había subido el salteño, si, las margus estaban enloquecidas. Pensó que un par de me gustas a algunos twists no harían mal, pero recapacitando podía traerle un par de problemas después.
Marcos por su lado, estaba dele mirar quien había visto su historia y si ahí estaba el perfil de Agustín, pero no había contestado nada, pensó que después del hermoso fin de semana que tuvieron el platense iba a aceptar la propuesta sin ningún problema «Pero después de unos minutos capto que no fue buena idea esa historia cuando entro a twitter» siguió bajando para leer todo lo que estaban poniendo tratándolo de infiel...
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Marcos agradeció que su hermana haya dejado el auto en Buenos Aires después de su ultima visita y no dudo en agarrar las llaves de este ni bien leyó ese twist, tenía que arreglar las cosas con Agustín y no podía dejar pasar más tiempo porque iba a ser peor.
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Y ahí estaba de nuevo, parado frente a la gran puerta blanca que se había hecho familiar en estos últimos días, se dio vuelta intentando irse, realmente estaba siendo un cobarde para lo bastante mandado que era con Agustín, el había logrado que sea así, la libertad que siempre le resalto como una virtud había transformado cada parte de marcos para mejor, pero no tenía mucho sentido que lo este yendo a buscar sin saber si ese comentario había sido solo para él. No les hizo caso a sus pensamientos, al fin y al cabo, solo quería el perdón del platense y toco.
Agustín se levantó del sillón asustado y sobresaltado al sentir el ruido ¿Quién carajo estaba tocando su puerta a las doce de la noche? Solamente un psicópata, se dirigió hacia el ventanal grande que tenía al lado de la puerta, pero no lograba ver nada, al ser un barrio seguro no dudo en abrir igual, tal vez eran sus familiares que habían llegado antes y no habían avisado nada. En ese momento su cuerpo se estremeció por completo cruzando su mirada con esos ojos verdes que tanto necesitaba ver.
