Haces mucho por mí.

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Anya se encontraba a lado de su mamá, Loid la había sentado al lado de ella en el sofá para que no se volviera a levantar en lo que él buscaba cintas, vendas y curitas para sus heridas en las manos. Estaba cocinando, porque hace un año se habían conocido. No era que hace un año se habían enamorado, de eso eran apenas unos cuantos meses, hace un mes apenas habían comenzado a compartir cama y ni siquiera habían llevado las cosas más allá de algunas caricias y besos.
Pero recordaba cada día de esos. Cuando se conocieron.
Cuando fue su primer beso.
Cuando se lo dijeron a Anya.
Cuando empezaron a dormir en la habitación de Yor.

Por lo que sí, está era una ocasión especial para ella, los conoció, Loid le dio a ella a Anya, y a sí mismo. Le dio algo por lo que volver a casa nuevamente, volvió a sonreír con las ocurrencias de su hija. Así que quería que celebrarán junto a ella y Loid lo vio bien, simplemente porque quería ver feliz a Yor, no porque esto fuera una ocasión especial para él. Sólo le recordaba como todo esto inició.
Como una mentira.

Pero ahora estaba llorando. Se había cortado muchas veces en los dedos y manos, sin embargo, eso no le dolía. Había tenido peores heridas que está. Le dolía no poder cocinar para una ocasión como está y sólo pensaba en que él no debía estar casado con ella, que Anya no debía tener una madre como ella. Quería correr a su habitación y encerrarse en aquel lugar mientras abrazaba sus piernas y dejaba que toda su rabia y tristeza contra ella misma se desatará.

-Mami...
-Yo no sirvo para cocinar... He practicado tantos meses y yo aún no puedo -sollozó.

Loid volvió a la sala de estar, vio a su hija con los ojos desesperados. Ella no sabía cómo consolar a su mamá, pero aun así quería intentarlo. Quería abrazarla. Camino hasta ellas, le indico a su hija con la cabeza que abrazara a su mamá, Anya se trepó en las piernas de su mamá y la abrazo por el torso colocando su cabeza en el hombro de ella.

-Anya... -quiso abrazarla de vuelta pero Loid sujeto ambas muñecas de Yor en el aire y se sentó en la mesa de café.
-Preciosa, no llores -pidió.
-No queremos que llores -hablo Anya.
-Pero no puedo hacer nada.

Loid negó con la cabeza, tomó su mentón con dos dedos ella abrió sus ojos encontrándose con su mirada suave sobre ella. Sus ojos volvieron a ser cristalinos y derramar lágrimas por sus mejillas.

-¿No haces nada? ¿Eso crees? -preguntó él.

Derramó alcohol en una gasa y comenzó a limpiar sus manos de la sangre que salía por todas sus heridas, ella gimió cerrando los ojos suavemente.

-No hago nada más que el estofado... Y yo...
-Y nos gusta tu estofado. Así que ahora tranquila, déjame curarte y mírame preciosa ¿sí? -sus ojos nuevamente se encontraron.

Los ojos de Yor se calmaron por un momento mientras lo veía a él concentrado en su trabajo sobre sus manos, limpiando la piel y poniendo apósitos en las heridas con cuidado y suma delicadeza sobre su piel. Dejo de llorar, su corazón latía con fuerza ahora que ella lo tenía así de cerca y cuidándola, tratando con amor su piel como si no quisiera dejar ninguna cicatriz en sus manos.

-Tú haces mucho por nosotros. Cuidas de Anya, cuidad de Bond y me amas... Es más de lo que te pediría... Es más de lo que quiero que hagas, el simple hecho de que estés aquí conmigo y ella es suficiente para mí. Además ya te dije, siempre estaré aquí para ayudarte a cocinar o enseñarte... No me has dejado aún enseñarte mi amor -terminó con su mano izquierda y la soltó.

Yor puso esa mano en la espalda de Anya acariciando a su hija con delicadeza mientras ella se iba quedando dormida en sus brazos.

-Pero yo debería saber cómo cocinar... Ni si quiera pude hacer algo para nuestro aniversario -lloró nuevamente.
-Loid...
-Vamos mi amor, sabes que no necesitas cocinar para que yo te ame. Eres perfecta para mí... eres más de lo que merezco -terminó con la otra mano y se acercó a ella para besarla en la mejilla.

Yor se sonrojó, aparto el rostro de sus labios no pudiendo dejar de sentirse inútil con su cena fallida. Loid se apartó de ella, tomó sus manos nuevamente y empezó a dejar besos por todos sus dedos una y otra vez. En cada herida vendada él dejaba un beso delicado mientras su pulgar acariciaba el dorso de su mano suavemente.

-Mañana puedo enseñarte algo, no quiero que te lastimes de esta manera. Yor -llamó nuevamente.

Sus ojos se cerraron y ocultó el rostro en su cabello rosado de su hija, la abrazo apartando las manos del toque de su esposo. Todo lo que su mente podía repetir una y otra vez es que ella era inútil. Loid se sentó a su lado suavemente abrazándola por el hombro, beso su cabeza tres veces antes de apoyar su frente en su cabeza.

-Yor, sabes cuánto ella te ama... Mírala, se quedó dormida a los minutos de tenerla en tus brazos... Y lo que me haces a mí -suspiró pesado.

Ella dejo de ocultarse en mechones de cabello rosado y levantó el rostro a su esposo, aun mirándolo como si él fuera a darle las respuestas del mundo entero.

-Nunca he amado a nadie como he amo a ti. Ni nadie me ha amado como tú lo haces... Y eso es hacer mucho por nosotros preciosa -la miro directamente a los ojos.
-Eso no es hacer nada, Loid... Yo no ayudo en esta casa, tú tienes que cocinar y arreglar mi desastre...
-Shh, Shh -silenció a su esposa.

Tomó una de sus manos y entrelazó los dedos con cuidado, la corriente eléctrica sacudió a Yor bruscamente, sonrió de lado mientras dejaba un beso en su sien izquierda.

-Creo que haces mucho por mí. Devolverme la capacidad de hablar así de cursi contigo creo que es un avance -ella sonrió ante esas palabras.
-No, sabes que no es a eso que refiero. Porque en ese caso ustedes también me salvaron... antes era casi un robot...
-Bien. No veo ningún problema en que yo cocine y tú limpies los platos lo hemos hecho ya un tiempo. Yo lavo la ropa y tú la doblas yo regaño a Anya y tú la consientes... Equipo.

Yor apoyo la frente contra la de Loid. Quería en verdad poder ser como las otras madres, cocinar y todo el asunto. Quería ser normal. Sin embargo, la seguridad con la que él le estaba diciendo las cosas le hacía creer que no necesitaba ser normal para pertenecer a esta familia. El simplemente hecho de que sea ella era un buen servicio para ellos. Y se sintió amada. El cuerpo de Anya sobre el de ella y el toque que tenía su esposo sobre ella era reconfortante.

-Además besas increíble -agregó.
-Loid... Anya está aquí -lo regaño con el rostro sonrojado pero con una sonrisa en los labios y ojos.
-Eres muy bonita, lo sabías... ¿dime qué sabías que eres muy hermosa?

Ella negó con la cabeza.

-Pues en verdad creo que te ves hermosa. Te ves muy linda cuando lloras, pero no lo hagas... Prefiero esta sonrisa -acarició su mejilla eliminando las marcas de lágrimas.
-¿En serio te gusta cómo beso? -murmuró.
-Me encanta como besas.

Ambos sonrieron.

-Vamos a comer afuera, solos tú y yo, vamos sí -alzó su rostro para poder alcanzar sus labios.
-Pero el aniversario es con ella más... Si ella no hubiera dicho que... -que no tenía mamá yo no estaría aquí.

Lo pensó, pero no sé atrevió a decir nada por respeto a la esposa difunta de su marido.

-Iremos con ella más. Pero mañana, ahora es un poco tarde para ella -miro el reloj marcando las once de la noche.
-¿Me perdonas por arruinar una olla y casi quemar la casa? -murmuró.
-No hay nada que perdonar. Pero de momento se me ocurren otras cosas para hacer...

Atrapó sus labios con los suyos demostrando con un beso que tan profundo podría ser su amor por ella. Yor sonrió en sus labios antes de corresponderle suavemente expresando también su amor por él.
Fue un beso tierno y suave. Sólo querían sentirse, nada de algo desesperado. Sólo un beso de aniversario. Aunque la culpa lo consumiera tan rápido y doloroso que tenía alejarla por lo que sentía.

-No te lastimes de esta manera... Sé más cuidadosa, preciosa -acarició su mejilla con el dorso de sus dedos.
-Está bien... Gracias Loid, de verdad te amo -declaró.
-Yo a ti bonita. Lo juro.

Twiyor Valentine Week.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora