ENTRE TÚ Y ELLA [+18]

Misión exitosa

CAPÍTULO TRES

KIM NAE:

Tenía el corazón latiendo a mil y pese a que sabía que este día no me veía mal, no podía evitar sentir todo mi cuerpo frágil y tembloroso. Miré una, dos y hasta tres veces mi reflejo en el móvil, deseando que todo estuviera en orden. Mi flequillo por alguna razón no cooperaba y se movía desordenadamente gracias a la brisa y ni mencionar la falda que me calaba el frío.

La cabeza me causaba un revuelto. No sabía qué pasaría a partir de ahora. Y lo que pensaba hacer podría arruinarme mi último año de preparatoria, primero, porque habían distintas posibilidades ante mi confesión —la cual, aunque tuviera miedos, estaba decidida a cumplir—, es decir, me rechazaba el chico más guapo del instituto y me resignaba una humillación ante todos y peor aún, sabiendo que estamos en el mismo salón, o todo salía perfecto y terminábamos siendo la pareja más linda que alguna vez podrían ver.

Nunca me imaginé ser la primera en dar el paso para un noviazgo, pero es que con Jungkook era distinto. Él es diferente. Es... magníficamente perfecto y tiene un futuro prometedor, ¿cómo no podría ir tras él? Si es tan dulce y bueno en todo lo que hace. El prospecto perfecto de un hombre ideal que todas querríamos.

—¿Y Hana? —me preguntó la chica con la que estaba pasando el rato en este receso.

—Tuvimos una discusión, pero está bien, ya luego hablaremos —la verdad es que siempre era así, ya luego se le pasaría.

—¿Segura? No la he visto en clases, ¿no crees que es mejor que le hables?

—Tengo algo importante que hacer, así que Hana puede esperar —de solo pensarlo hacía latir fuerte mi corazón.

Dejé pasar el tiempo, pero veinte minutos justo antes de que acabara el receso, ya me encontraba frente al salón de literatura donde me habían dicho que estaba Jungkook estudiando. Di tres golpes y me invitaron a pasar.

Asomé mi cabeza y lo primero que vi fue a aproximadamente cinco personas que tenían sus apuntes y libros tirados por ahí en las mesas. Tragué la saliva que se me acumulaba. Había buscado tranquilizarme de camino aquí, pero toda la fortaleza se derrumbó en cuanto vi su rostro, con su piel lechosa, labios rosados y unos lindos ojos de conejo mirándome expectante.

Jungkook no parecía sorprendido por mi llegada, ni mucho menos enojado por que haya interrumpido.

—Buenas tardes... —todos me miraban y eso me ponía más incómoda—. Eh, Jungkook, ¿podrías... salir un momento? Necesito hablar contigo.

Su expresión formó tenue sonrisa, al parecer ya sabía a lo que venía.

—Por supuesto.

Se levantó y me acompañó hasta un pasillo vacío. Tenía sus manos guardadas en sus bolsillos y las comisuras elevadas.

—Sé que no hemos hablado mucho y que me conoces de muy pocas cosas o tal vez nada, pero, pero yo a ti sí te conozco desde hace tiempo y —en cuanto empecé a hablar no me atreví a mirarlo al rostro, solo estaba parada frente a él, mirando sus brillantes zapatos —y sé que puede ser repentino para ti, pero quiero ser honesta contigo y conmigo —tomé el valor y levanté la mirada. Si me iba a confesar, tenía que hacerlo correctamente—. Me gustas y quiero salir contigo, ¿podrías darme una oportunidad?

—¿Yo te gusto? —se acercó milímetros a mí— ¿Qué te gusta de mí?

La pregunta me pareció ridícula, podría decirle tantas cosas.

—Me gusta como eres con todos, como los ayudas, como buscas destacar, tu determinación, tu inteligencia. Todo, todo de ti me gusta.

No cambió su expresión y solo asintió con su cabeza.

—¿Y qué más? —aunque su rostro no reflejaba disgusto, no parecía del todo convencido.

Podría decirle lo atractivo que era, pero eso sería muy superficial, ¿no?

—Pues, ciertamente habría que conocerte mejor para poderte decir adecuadamente eso.

Me miró confundido y dijo: —Sabes qué no he salido con nadie de este instituto nunca, ¿cierto?

Asentí decepcionada... A como iban las cosas, lo más probable era ser rechazada, pero él no parecía tener la intención de incomodarme con sus palabras, sino de ser honesto.

—Lo sé, por eso quiero que me des la oportunidad para conocernos mejor.

No sabría como explicarlo, pero su rostro plasmaba una expresión de satisfacción y tuvo que cubrir su boca con su mano para no sonreír tan abiertamente.

¿Entonces le gustaba? ¿Diría que sí?

—La verdad, nunca se me cruzó la cabeza salir contigo..., ¿quieres saber por qué? —se acercó y su voz se atenuó—. Pero si te lo digo, debe ser un secreto entre los dos, ¿bien?

No pude modular nada, ni mover mi cabeza o hacer cualquier otra cosa. La situación empeoró cuando puso sus manos en mis hombros y me habló al oído.

—Tengo una chica que me gusta, pero al parecer, es imposible que yo le guste a ella.

Mi cara se giró a verlo extrañada, ¿entonces no salía con nadie porque tenía un amor imposible? Y aparte de eso, ¿esa persona se atrevió a rechazarlo?

Me parecía increíble. Mientras yo soñaba con salir con Jungkook, existía una chica que lo rechazaba con tanta determinación.

—Yo no tengo problema con eso —la voz me tembló—. Estoy decidida a conocer cada parte de ti, no importa si todavía no tengo tu corazón, estoy convencida de que puedo lograrlo. Jungkook, me gustas, nunca me he sentido así por nadie más.

Se calló por unos segundos, replanteándose la situación. Sé que sería un camino difícil de llevar, pero si lo tenía cerca a mí, yo era capaz de todo, sin importar la adversidad.

—¿No te molesta que haya alguien más en mi mente?

Negué. Él largó un suspiro: —Entonces, si insistes tanto, no me queda de otra que aceptar tus sentimientos —alardeó burlesco y quitó sus manos de mis hombros—. Prometo que lo intentaré, ¿bien?

Mi cara se tornó confundida, incrédula. No era que no me tuviera fe, pero sabía que las posibilidades eran de un 1%.

—¿En serio? ¿No me estás molestando?

Le había hecho gracia el comentario.

—¿Luzco como alguien qué jugaría con los sentimientos de las personas? —sonrió tanto que sus ojos se achinaron.

Cubrí mi rostro, casi conteniendo las lágrimas de emoción. Tuve la intención de abrazarlo, pero se echó para atrás.

No le di muchas vueltas e ignoré la punzada en mi corazón al sentir su rechazo. Entendía que no nos conocíamos bien, pero sé que poco a poco él me abriría paso a su confianza. No existía mejor candidata a pareja que yo.

—Por favor, cuida de mí a partir de ahora —le di una reverencia y él me imitó.

Ya quería correr a contarle a Hana está irreal situación. Jungkook y yo, ¿alguien habría imaginado que Kim Nae sería la que lograría estar con el mejor estudiante del instituto?

El corazón me sacudía totalmente.

Jungkook, no tienes permitido retractarte de esto.