La mujer cobarde y el hombre maquiavélico.

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CAPÍTULO SEIS

—¡Suéltame ya, joder! —bramó Hana, sintiendo su boca arder.

Jungkook la mantenía agarrada de su nuca mientras ambos intentaban calmar sus corazones que palpitaban con una velocidad anormal. Este obedeció de mala gana y la soltó hasta hacerla caer.

—¿Ya pensaste entonces qué harás? —habló él mientras se relamía los labios, saboreando el dulce sabor de Hana.

Esta última estaba acabada. Estaba temblando y se escondía detrás de sus brazos cruzados, incapaz de dar un paso, incapaz de formular una palabra.

—Desearía matarte... —susurró y apretó sus ojos con rabia.

¿Con qué cara le diría todo esto a Nae? Ni siquiera podía confesarle sus sentimientos y ahora tenía que admitirle en la cara lo de éste desagradable beso... Éste descarado abuso de parte de su mentiroso novio.

Hana no emitió palabra y la incertidumbre exasperó a Jungkook. Pero pese a que quería recibir una respuesta pronta, sabía que no escucharía lo que deseaba tan rápido, así que prefirió tomar otras riendas. Prefirió usar la parte racional de su cerebro y encontrar otra forma de tenerlas entre sus manos.

—Entonces hagamos algo —inició con su plan—. Yo no estoy diciendo que estoy enamorado de ti, simplemente me atraes, ¿cierto? —nuevamente guardó sus manos en sus bolsillos y la miró fijamente—. Soy una persona que es muy poco propensa a sentir interés o enamorarse, pero tú eres la primera, entonces, a fin de cuentas, lo que quiero es descubrir qué es esto que siento justo ahora, por ti...

Hana se dignó a mirarlo con el ceño fruncido en un gesto de enojo y negó con su cabeza. Era todo una situación ridícula.

—¿Entonces ni siquiera sabes lo quieres?

—Escucha lo que te digo —rechistó—. Yo sé qué es lo que quiero, pero no sé por qué... —nuevamente se acercó y así mismo Hana se fue echando hacia atrás—. Sé que te deseo, pero no tengo ni puta idea de por qué a ti.

—Es que no tiene sentido, esto es un simple gusto, tal vez te parezca atractiva, pero realmente no es la gran cosa —alegó, sin poderse creer lo estúpido que realmente era Jungkook—, sentir gusto por personas que no conoces es normal, no tienes por qué hacer todo esto si es solo una atracción.

Jeon la miró con rabia.

—¡¿Y tú qué carajos sabes de mí?! —Hana giró su rostro y recibió el grito directo en su oído—. No sabes una mierda de lo que siento o pienso, ¿eres tan estúpida de creer que haría algo así por una nimiedad?

—¡No me toques! —se quejó, mientras sentía como el pelinegro la agarraba del brazo y la zarandeaba— ¡Me estás lastimando, bruto!

—Solo eres una niña estúpida, por supuesto que alguien como tú no me podría gustar a voluntad, pero infortunadamente me atraes y no puedo evitarlo —la acercó a su cuerpo y dejó el vientre de Hana pegada a su pelvis—. ¿De verdad crees que me gusta sentirme rechazado? ¿A mí?, que tengo todo lo que cualquiera querría y nunca me ha faltado nada, ¡¿por qué carajos tendría que estar pidiéndote atención a ti, una nadie?!

—¡No sé ni me importa, ¿por qué tengo que sufrir yo por tus problemas mentales?!

Odiaba la fuerza que él poseía. Fácilmente la tomaba y movía de la forma en la que quería.

—Oh, debería importarte, tienes mucho más que perder que yo. Podrías irte olvidando de tu única amiga, tu reputación y de tu entorno, ¿o crees que le vas a agradar a alguien a sabiendas de tus gustos?

ENTRE TÚ Y ELLA [+18]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora