ENTRE TÚ Y ELLA [+18]

Él es un buen chico

*advertencia: chicas, si no les gustan los personajes masculinos que son intensos o muy posesivos, por favor, no sigan leyendo xD. Este protagonista es demasiado así, es manipulador y mentiroso, es un desgraciado. Es del tipo que no acepta un "no" por respuesta, básicamente no respeta la libertad y opinión de nuestra protagonista.

Avisadas quedan.

CAPÍTULO CINCO

Al día siguiente, Hana y Nae no se intercambiaron palabras ni por mensajes ni en el instituto. Pese a que ambas tenían tanto que decirse la una a la otra, nada sucedió. Una se encontraba sumida en la felicidad de por fin estar con quien quería, mientras que la otra estaba sufriendo en silencio, sabiendo que a partir del momento en el que los tres se relacionaron de una forma u otra, ya nada podría estar bien.

¿Cómo podría Hana confesarle a Nae que su adorado crush estaba enamorado de nada más que la misma Hana? ¿Qué él solo planeaba usarla al salir con Hana? Sabía que la lastimaba mintiéndole, pero contándole esa oscura verdad no era algo que la mantuviera a salvo tampoco. No tenía ni idea de qué hacer. Aquella confesión de Jeon la había dejado inerte, sin capacidad de dar un solo paso por miedo a arruinar las cosas.

Hana estaba irascible, el resto del día se la había pasado hecha un manojo de nervios y dolor.
Si tan solo hubiese nacido hombre tal vez las cosas serían distintas. Tal vez, hace mucho estaría saliendo con Nae, tal vez podría decirle todos los días que la amaba, podría tomarla de su mano y besarla cuando se le diera la gana. Tal vez podrían ser felices.

Pero esos "tal vez" no eran más que una fantasía. Una estúpida ilusión que jamás sería cumplida porque era imposible cambiar la forma de la naturaleza. Porque Hana había nacido siendo Hana y Nae sería para siempre solo su mejor amiga. Un amor que de ser posible solo causaría dolor. Y aún así, en medio de todo, le animaba la idea de que aquello fuera algo unilateral, pues de esta forma Nae podría ser feliz sin sufrir los prejuicios Hana cargaba.

"Si tan solo pudiera cambiar las cosas... Haría lo que sea para poder ser feliz contigo".

Sin embargo, ni Hana ni Nae sabían lo que se avecinaba, lo que apenas alcanzaban a percibir era la punta de un profundo iceberg que arrasaría con todo lo que alguna de ellas deseó en un momento.

...

Las clases ese día habían sido bastante incómodas teniendo en cuenta que los tres estaban en el mismo curso, así como la noticia de que el codiciado Jungkook tenía novia; acabando entonces con la mayoría de los rumores sobre su sexualidad e intimidad. Todo mundo se enteró cuando Jungkook y Nae llegaron agarrados de la mano al salón. La situación había generado un revuelo; el instituto estaba de cabeza, pues nadie se habría imaginado que la pareja de Jeon sería Nae y aunque esta era visiblemente atractiva, la verdad era que tenían un prospecto más alto.

Varias desarrollaron envidia en ese instante, por lo que Nae entró en la mira de personas que buscaban lastimarla, cosa que desde el inicio le preocupó a Hana, pero indudablemente ella nunca la abandonaría, nunca la dejaría sola.

Lo más difícil fue verlos juntos, ver como Nae ahora no se sentaba junto a Hana, sino junto a Jungkook. Ver como ella aparentemente estaba bien aunque su mejor amiga no estuviera a su lado.

Ese sentimiento la hacía sentir solitaria, traicionada, ¿eso era lo que valía su amistad? Ni siquiera una mirada, una palabra, un pretexto...

Llegado el receso, Hana tuvo la esperanza de hablar con su mejor amiga, pero ni en esos momentos ella se separó de Jungkook. Al parecer, estaba muy emocionada de hablar con sus otras amigas de su maravilloso nuevo novio. No quería admitirlo, pero Hana se estaba llenando de celos e ira.
Así que cuando finalizaron las clases, Hana no le dirigió la mirada a nadie, ni siquiera a la chica aleatoria con la que había compartido asiento el día de hoy.