3 · Confesión.

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Juli estaba de lo más contenta. Iba a ser su primera semana de líder desde que comenzó el programa. Saltó con cuidado desde su plataforma hacia el piso que bordeaba la pileta y fue en dirección a la escalera, extendiendo su mano hacia Marcos para ayudarlo a salir. Este la aceptó y se encargó de felicitarla por el buen juego, lo abrazó feliz. Sus manos rodearon su cuello pegando un saltito por la emoción, ocasionando que el más alto suelte una risita por aquello, correspondiendo al abrazo con las dos manos en su espalda baja. La punta de sus dedos rozó la fina tira del bikini causándole el mayor de los sonrojos, lo que pasó por su mente no era adecuado y se recriminó aquello internamente luego de que Julieta se marchara para destejar con Dani.

Si cubrían la cara de Juli con una bolsa y le hacían escoger cual era su parte favorita de su cuerpo, definitivamente diría que sus piernas. Se veían tan bonitas y tonificadas. Muchas veces le había sorprendido la elasticidad y flexibilidad que mostraba en cualquier situación aleatoria. Pero vamos, era una bailarina, tenía todo el sentido del mundo. Por otro lado, si su anatomía completa estuviera disponible para elegir, diría que sus ojos. Aquellos faroles brillantes de lo más expresivos ponían su mundo de cabeza y no se cansaba de verlos. Su sonrisa era preciosa, como toda ella, pero podría escribir un relato entero acerca de esos ojos y lo que le hacían sentir. No había paisaje en el mundo que iguale la belleza que estos poseían.

No tenía la más remota idea de por qué aquella chica le fascinaba tanto. Le llenaba el alma verla reír y se derretía cuando sonreía. Aprovechaba cada oportunidad para obtener el mínimo roce o contacto porque sus manos quemaban con la necesidad de sentirla, de apretarla contra su pecho y no dejarla ir jamás. No quería a Julieta Poggio, la amaba. La amaba tanto que dolía. Dolía sentirla lejos a pesar de estar en el mismo cuarto. Dolía tener que guardarse todos sus sentimientos porque sabía si hablaba, arruinaría todo.

Fue Camila quien la sacó de sus pensamientos esta vez.

- Primo, la hizo re bien. Estuvo cerca igual. Hubiera estado bueno que los dos termináramos en la final, ¿no? A mí me tiraron, pero seguro que si no me mojaban así acababa ahí, con usted - argumentó sonriente. Marcos la miraba intentando encontrarle el sentido a sus palabras y asintió suave para no hacerla sentir mal.

- Estoy feliz por Juli, igual. Es la primera vez que ella gana - contestó sonando más contento de lo que debería en tanto se alejaba, sin mirar a la rubia platinada mientras hablaba.

Todos ingresaron a los cuartos a pedido de Gran Hermano para que retiraran los artefactos en la pileta. La mayoría se quejó por esto ya que morían de hambre. era casi la hora de la merienda y no habían almorzado todavía.

Estando todo el grupo en la habitación de las chicas, Marcos se recostó en una de las camas vacías al fondo luego de acomodar la toalla para asegurarse de no mojar nada por accidente. Alfa permanecía parado pegado a la puerta para cuando les permitieran salir y Nacho abrazaba a Lucila, algo bajonedo por haber perdido tan pronto en la prueba.

- Alfa, date la vuelta, ¿sí? Lu, tapale los ojos a Nacho. Me quiero cambiar al menos la parte de arriba, me agarró un toque de frío - ordenó Juli con ese tono demandante. Daniela asintió diciendo que haría lo mismo. Marcos vio como cada uno bromeaba un poco antes de hacer lo pedido, pero él se mantenía viendo a la bailarina con sorpresa porque no le había dicho nada.

- Primito, ¿me desatas esto? a mí me cuesta un poquito - se sentó en la misma toalla que él, dándole la espalda. Esperó su respuesta por unos segundos pero terminó volteando la cabeza para cuestionarle por qué no la ayudaba. - ¿Pasó algo? - preguntó con las cejas alzadas en preocupación. El hombre negó con rapidez y asintió a su pedido, deshaciendo el nudo que formaban las dos tiras rojas en su espalda, al igual que las que se sujetaban a su cuello. Cuando Juli se levantó dejando caer la bikini mojada al suelo, cerró los ojos en un instante al tener la visión de su hermosa espalda sin ninguna prenda. Juraba que si miraba un par de segundos más, notaría el contorno de sus pechos cuando levantó los brazos para ponerse el remerón negro.

Repechaje ♡  Marculi.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora