𝘖𝘩 𝘉𝘢𝘣𝘺, 𝘖𝘩 𝘮𝘢𝘯..

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Lejano a él dulce sueño de la pequeña familia en aquella casita de madera, sucedía algo inesperado y aterrador, una niebla casi imperceptible se colaba en el territorio mágico sin exclusividad de sangre, tomando los dulces sueños temporales de los niños durmientes en un sueño duradero, haciéndolos permanecer en un dulce sueño infantil de felicidad. Las alarmas poco frecuentes e invisibles de la gente empezó a sonar rítmicamente y en conjunto cuando niños aún sin entrar en su mágico mundo del sueño en su suave y cómoda cama, caían al suelo inconscientes sin mostrar daños o hechizos que provocarán aquella caída de fantasía.
En pocas horas de la mañana, los hospitales de todo el mundo mágico se abarrotaron de familias cargando a sus hijos inconscientes con pijamas en sus brazos, niñas y niños dormían en los brazos de los desesperados padres con parsimonia, ignorando el llanto y los gritos de los padres hacia los doctores que intentaban hacer algo ante la situación de gran magnitud, pidiendo respuestas en súplica, casi de manera humillante, deseando que aquello que hacia dormir a sus pequeños acabará pronto para ver a los niños abrir los ojos otra vez llenos de inocencia y listos para una aventura más con sus amigos, volar escobas y comer ricas ranas de chocolate, los gritos al llamar a sus madres al accidentarse y sus lindas risas al hacer travesuras pero más que nada, recibir aquellas dedicatorias de aquellas hermosas sonrisas que amaban y atesoraban sus padres en sus memorias, deseando mantener a aquel lindo chiquillo o chiquilla en sus brazos y meserlos con una linda canción de cuna; pero eso estaba lejos de hacer presencia en esa mañana del 23 de marzo, los doctores estaban entrando en pánico y en desesperación, hacian revisiones generales, los núcleos mágicos de los niños estaban bien y desarrollándose cómo debían hacerlo y sus sistemas estaban en orden, no había razón de aquellos sueños profundos, investigaron algo ingerido que fuera el punto común entre los niños, investigaron la leche, agua y comidas dadas por los padres, pero no había registro de alteraciones de hechizos o pociones. En poco tiempo, las madres lloraban abrazando el cuerpo de sus hijos esperando alguna reacción de vida, pero nada pasaba, ni una reacción, era una escena lamentable y triste, en todos los aspectos posibles, no sé sabía del futuro de aquellos niños, no sé sabía si volverían a jugar o leer un libro antes de ir a dormir.
Tanto en hospitales como en hogares se buscaban respuestas, los libros de investigación de magia y estudio de posiciones en poco tiempo se agotaron por el desespero común, las filas de horas a las salidas de los hospitales empezaban a incrementar y la esperanza empezaba a palpitar como una herida en carne viva.

-Harry, baja a desayunar, llegarás tarde a tu reunión con la familia Malfoy. -Golpeo lentamente la puerta, 3 veces y no escucho nada- Niño, voy a entrar si no me respondes ahora mismo -Un silencio poco común hacia presencia, en poco tiempo, la cerradura de la llave de la habitación se movió, indicando que era accesible adentrarse a aquella habitación que resguardaba, Severus se adentro lentamente a la habitación observando que el chiquillo aún dormía en la posición inicial, arropado en su cama, siendo su protección ante el frío infernal de Escocia junto con el calentador de el hogar, lentamente y despacio se acercó a la cama para por fin despertar al dormilón de su hijo, con un movimiento de varita levanto de manera rápida e inesperada la cobija que cubría al pequeño esperando que el abriera sus ojitos con una linda sonrisa que le dedicaba cada que se daba cuenta que durmió más de lo que debía y que recibiría un castigo de cosquillas por su padre.

Severus estaba listo para ese momento, para poder ver al niño levantarse con aquella energía que tanto lo caracterizaba de las mañanas, pero eso no sucedió, sus brazos se quedaron en el aire al ver que aquella cosita que tenía como hijo ni siquiera se había inmutado por su alarma personal, ni siquiera una sonrisita se había plantado en su rostro cada que despertaba o si quiera una queja, absolutamente nada. Severus, un poco alarmado por la nula reacción, se acercó un poco más al cuerpo de niño, moviendolo suavemente y viendo que no había respuestas, lo sacudió de manera rápida pero cuidadosa dándose cuenta que el niño de sus ojos no despertaba, rapidamente y sin siquiera pensar, se abalanzó al lado de el cuerpo del niño y lo cargo en sus brazos, colocándolo en sus rodillas para revisarlo, viendo el cuerpo de el chiquillo como una muñeca de trapo que podías manipular a tu gusto, esperando que Harry no se lastimara, coloco la cabeza del niño en su pecho mientras sentía el respirar y los latidos del corazón palpitar cosa que lo tranquilizó más no lo suficiente; ¿Que le pasaba a su niño? ¿Por qué no despertaba? Sus dedos largos y un poco heridas por trabajos fallidos en el caldero, se movían temblorosas mientras tocaban y hacia leves toquecitos a la dulce y suave piel del pequeño pero no había reacción. Sin más que esperar y cayendo lentamente al vacío del desespero y el temor, corrió hacia su laboratorio importandole un comino si los pasos resonaban en toda la casa de madera, azotó la puerta de Cedro blanco sin ningún cuidado de la habitación de pociones y se dirigió a los estantes y armarios que tenia enfrente buscando algún remedio tanto en sus armarios de pociones ya preparadas como en los libros que tenia cuando deseaba un descanso con un poco de aprendizaje en la chispiteante llama de la chimenea, busco algunas palabras claves como 'Inconsciente' o 'Sueños' pero no había más que solo las comunes pociones que se podrían encontrar en la enfermería de Hogwarts. Sin tiempo que perder y con el corazón bombeando a mil por hora, agarro con rapidez la bata de dormir del niño que había dejado en el sillón de la habitación en la noche anterior antes de dormir y lo coloco al cuerpo tibio del pequeño Harry al igual que unos calcetines térmicos que pudo agarrar y en un movimiento casi automático, corrió con su niño en brazos, bajo las escaleras, rezando a Merlin por no caer, llegando a la sala de la casa y con una mano disponible, agarró polvos flú y pudo tirarlos al suelo de ladrillo de la chimenea, gritando la ubicación deseada de manera fuerte y clara, aferrándose al pequeño cuerpo que cargaba. Deseando obtener respuestas claras de que le pasaba a aquel niño que alumbraba sus días desde el primer momento en que lo acogió en su casa y le abrió las puertas a su corazón.

'Dirección de Albus Dumbledore en Hogwarts'

𝑶𝒑𝒆𝒏 𝒀𝒐𝒖𝒓 𝑬𝒚𝒆𝒔 𝑯𝒂𝒓𝒓𝒚 <𝑺𝒆𝒗𝒆𝒓𝒊𝒕𝒖𝒔>Donde viven las historias. Descúbrelo ahora