06

618 59 0
                                    

[Vela]

Todas la chicas estaban listas para irse, yo dejé mi celular sobre la mesa después de haber tenido una larga charla con Nicola.

---Si estamos listas vámonos ya ---se apresuró una de ellas, todas asentimos y la seguimos.

Los demás estaban afuera, algunos ya se habían ido y otros como Martin se hayaban con el móvil en mano.

---¿Ya está aquí tu príncipe azul? ---pregunto guardando el móvil y mirándome, negué y lo abrace por el frío.

El me envolvió en sus brazos empezando a caminar, a lo lejos estaban varios autos que algunos había pedido y otros como nosotros preferíamos caminar para conocer Barcelona.

---¿Dónde te esperara? ---pregunto viendo para todas partes buscando al sevillano.

---El está en un café ahora, es mejor que me de prisa antes que alguien lo reconozca ---me separé de él acomodando mi gorrito.

---Ten cuidado, si te pierdes o algo llámame que iré por ti ---me dió una sonrisa y dejo un besito en mi mejilla.

---Lo haré, te quiero ---me despedí dando unos cuantos pasos lejos de él.

---Traes las mejillas rojas del frío ---se burló, yo eleve ambas cejas dado que el estaba igual.

Las calles estaba repletas, la mayoría de personas salían con sus familias los domingos. El café se dejó ver pronto, abrí la puerta y la campanita sonó indicando un nuevo cliente.

Pablo se puso de pie rápido para que lo notará, camine hasta el y lo saludé contenta de haberlo encontrado.

---No encontraba la calle, es por eso mi retrasado ---dije acomodándome, al estar todo tan lleno fue difícil ver los carteles.

---Supuse que eso llegaría a pasar, pero al menos has llegado ---sonrió amablemente, asentí y lleve la taza de café a mi boca, pero que frío madre mía.

---¿Que quieres pedir? ---pregunto mirando el menú, al parecer el café era cortesía de la casa.

---Bollos de miel ---respondí viendo el menú a su lado, solo nos habían entregado uno.

---Son los mejores, quiero lo mismo ---el llamo a una chica para pedirlos, de postre pedimos un poco de tarta de chocolate dado que el la amaba.

Empezamos a platicar de mil temas distintos, era un chico tan agradable que nunca me cansaría de conversar con el.

---Me gustaría ir, pero no creo que lo pueda hacer ---dijo negando.

---Italia es un país precioso, cerca de donde vivíamos había un estanque lindísimo ---dije sonriendo, recordar mi antigüo hogar me hacía sentir bien.

Apesar de no visitarlo desde hace años siempre trataba de recordarlo, olvidar el lugar donde crecí sería triste.

---¿Tenías muchos amigos? ---preguntó con una sonrisa, una muy bonita sonrisa.

---Tengo muchos amigos ahí, sigo platicando de vez en cuando con ellos ---respondí rápido, el asintió encogiéndose en su lugar.

 LOVERS ―PABLO GAVIDonde viven las historias. Descúbrelo ahora