LOVERS ―PABLO GAVI

01

[Omnisciente]

Las luces y la fuerte música en la discoteca hacían que el ambiente se sienta mejor, las personas reían y bailaban las canciones que sonaban como locas causando la risa de los no tan ebrios, en conclusión los únicos que no estaban ebrios era los meseros y los que preparaban las bebidas.

Una chica en especial se lucía en la pista, se había desatado el cabello y movía su cuerpo con fuerza de un lado a otro, Vela la miraba con gracia desde la barra.

---El equipucho de Barcelona ha venido a Madrid hoy ---Martin entro con unas botellas en las manos a la barra.

---¿De verdad?

---Lo peor es que han ganado, los jugadores han venido a celebrar hoy ---dijo mientras colocaba las botellas en el madero para que así sean vistas.

Nicola la llamo desde una de las mesas con una sonrisa, ella negó ya que estaba trabajando y no podía solo dejar la barra e ir.

---Yo me encargo ---le susurró Sofía al oído, ella le agradeció con una mirada y camino hasta la mesa.

Nicola no le dijo nada y solo le ofreció un trago que ella negó enseguida, el estaba pasado de copas por lo que le dió una mirada retadora a los compañeros de mesa de su pareja.

---Sientate aquí ---el señaló sus piernas mientras le hacía un poco de espacio.

---Estoy trabajando, además yo no hago eso ---dijo mientras le daba una ligera mirada a las chicas que si lo hacían.

---Tu eres mi chica, no quiero que nadie más que no seas tú lo haga ---arrastro sus palabras.

El olor a alcohol que desprendía era bastante fuerte, ella se dió la vuelta dispuesta a dejarlo solo cuando de pronto sintió un fuerte tirón de su brazo, el la había sentado en su regazo.

---Nicola estoy trabajando ---trato de levantarse pero el ejercicio más fuerza en su agarre.

A lo lejos los jugadores que recién estaban celebrando su victoria los veían atentamente, en especial cierto pelinegro.

---So che vuoi stare con me oggi ---su asentó italiano hizo que ella le mire sonriendo.

---Tal vez luego.

---Voglio che sia adesso ---insistió recostandose en su espalda.

---Me debo ir ---trato de levantarse pero el se lo impidió, Martin al ver que tenía problemas se acercó.

El rubio se paró frente a la mesa y los inspeccionó, el sabía que ese era el novio de la castaña pero si se estaba pasando con ella no dudaría en llamar a seguridad.

---¿Algún problema? ---trato de sonar amable cosa en lo que era experto.

---No, ninguno ---respondio el chico mientras le ofrecía un billete cosa que logró desconcertar a Martin.

---Todo está bien ---dijo Vela tratando de sonreír para no hacer incómodo el momento, Nicola también saco un billete y se lo puso en el sostén a ella---¿Que haces?

---Todo está bien ---se encogió de hombros, la castaña lo miro enfadada mientras se sacaba el billete y se lo ponía en la mesa molesta.

---Vamonos ---tomo al rubio del chaleco alejándose así de su pareja---No le hagas caso, está pasadisimo de borracho.

---No te preocupes, tengo años trabajando aquí ---sonrió amablemente.

Ella sintió avergonzada, el grupo de futbolistas miraban atentos cada acción del grupo de chicos de la barra.

Pablo se levantó con decisión de su mesa siendo seguido por su fiel amigo.
Al llegar a la barra no supo que decir por lo que le dió una ligera mirada a su acompañante.

---Debes pedir algo ---el canario le susurró para que nadie más escuchará.

El chico sonrió y asintio, buscó a la muchacha con la mirada hasta encontrarla.

---¿Que le puedo ofrecer? ---ella pregunto con amabilidad.

Al darse la vuelta se quedó paralizada, era el muchacho que no paraba de verla el otro día en el partido.

Los dos se quedaron sin nada que decir, el anonado por la bonita voz de la chica y ella nerviosa y asustada.

---Vodka ---pidio Pedri para no hacer más incómodo el momento, al ver que su amigo se quedó sin habla trato de ayudarle.

Vela asintio y se dió nuevamente la vuelta, dió un largo suspiro antes de ponerse de puntitas y alcanzar el vodka.

Al tenerlo en sus manos busco dos vasos de vidrio para poder servirselos como es debido, al hacerlo los puso al frente de ambos.

El canario le daba pequeños empujones por debajo de la barra a su amigo para que reaccionará, Pablo después movió bruscamente su cabeza entrando en si.

---Yo me encargo ---Pedri tomo uno de los vasos y se lo ofreció a su amigo.

Vela se dió la vuelta y guardó las cosas, al parecer el chico también había notado su nerviosismo.

---¡Hey! ---dijo Pablo tratando de llamar la atención de la chica, Vela asustada se dió la vuelta---Soy Pablo.

---Oh, Vela ---respondio rato después llevando su mano un poco temblorosa a su bolsillo.

---Es un placer ---sonrió amablemente, la castaña solo asintio y se volvió a dar la vuelta---¿Trabajas aquí? ---pregunto sin borrar su sonrisa.

---Es claro que trabaja aquí ---su amigo le susurró.

---Lo hago ---dijo la chica devolviéndole la sonrisa por primera vez, eso hizo que el corazón de Pablo latiera fuerte.

---Bonita sonrisa ---respondio al reaccionar, Pedri se había ido dejándole ahí solo.

---Gracias ---se limitó a decir mientras le daba una ligera mirada a Nicola que aún seguía tomando sin prestarle atención.

---¿Eres de aquí? ---trato de sacar tema de conversación, pero al ser un poco tímido con los demás le era difícil ahora que realmente lo necesitaba.

---No, vivo aquí desde hace poco ---respondio mirándole, empezaba a dejar de tenerle miedo---Soy de Roma, Italia.

---Italiana ---musíto con una sonrisa encantadora.

Una chica llego hasta la barra sosteniendo una lista y unas botellas, Vela corrió para ayudarle a cargar las cosas hasta la cocina.

---Si no te molesta debo de seguir trabajando... ---su tono tan suave hacia que sonara amable con todo lo que decía.

---Oh, claro, perdona ---se disculpo el mientras buscaba la mesa de su equipo.

Y el se alejó con una sonrisa en su rostro y feliz de haber escuchado la bonita voz de la chica, mientras ella confundida por la actitud del futbolista.

—No olvides votar.