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[Vela]

Sabía que estaba siendo muy estúpida al seguir con el, pero si quería que todo saliera bien debería arriesgarme.

El me dio una sonrisa ladina que yo hipócritamente le regrese, algo en mi pecho quería que hiciera lo que tanto deseaba, estampar mi mano contra su mejilla.

---No sabes lo molestó que estoy con esto ---dijo al entrar al edificio, su voz era pesada.

Estábamos apunto de entrar a la sala donde se daría la cena, estaban invitados muchos equipos entre ellos estaba mi objetivo, Pablo Gavira.

Nicola rodeo mi cintura para acercarme a el, antes de entrar se acomodó la corbata y forzó una sonrisa.

Las mesas estaban muy bien organizadas, las personas vestían bastante formales.

---Buenas noches ---saludo un hombre mayor sosteniendo una copa, Nicola se quedó a platicar con el un rato.

Me estaba aburriendo por lo que en un descuido de Nicola y sus amigos me alejé, busque un lugar apartado para quedarme tranquila un rato.

Algunas personas se acercaban a las mesas por algo de beber, no conocía a nadie y eso hacía que me sintiera pequeña en el lugar.

---¿Por qué una chica tan bonita está sola? ---una voz hablo a mis espaldas, enseguida me di la vuelta dándome cuenta de quién se trataba.

Fue como si los dioses del Olimpo escucharán mis plegarias, el chico que me hablaba era Pablo Gavira.

---No conozco a nadie ---respondí dándole una sonrisa, el se sentó a mi lado mirándome.

---Pues ya me conoces a mi ---musitó cruzándose se brazos y sacándome la mirada.

---Eso es agradable ---admití acomodando mi cabello, el peinado que me habían hecho en el salón se empezaba a arruinar.

Pablo volvió a mirarme, pero esta vez su rostro reflejaba vergüenza.

---Yo me quería disculpar... Me dijeron lo que ocurrió el otro día en el lugar en el que trabajas, me siento avergonzado, te pido disculpas ---esta vez hablo mirándome a los ojos, yo sonreí para aligerar el ambiente.

---No te preocupes, cosas como esas me ocurren a diario ---me asincere.

---¿No te gustaría trabajar en otro lugar? ---su pregunta me tomo desprevenida, lo mire enseguida y negué.

---Estoy bien donde estoy, aunque aveces pienso que tal vez mi vida sería distinta si trabajará en otro lugar ---respondí.

Nos quedamos en silencio un rato, un silencio para nada incómodo.

Pablo empezó a platicarme de muchas cosas que ocurrían con los del equipo, me resultó una persona más que agradable.

---¿Cuando tienes pensado ir a Barcelona? ---preguntó mirándome con una sonrisa.

---No lo se, pero será pronto ---asegure, quería ir a Barcelona.

---Pues me podrías avisar así te invito a comer algo ---dijo sacando su celular y ofreciéndomelo.

Lo tomé y anoté mi número, se lo regrese y el me agradeció con una bonita sonrisa.

La noche siguió igual, Pablo no paraba de hablar de mil cosas distintas, mientras tanto Nicola ni siquiera se había dado cuenta de que ya no me encontraba a su lado.

---¡Vela! ---asustada me di la vuelta, Georgina estaba parada tras de mí.

---¿Que pasa? ---me puse de pie caminando hasta ella, el sevillano se quedó rígido en su lugar.

---Nicola está pasado de borracho, Cris está cuidando de el, te lo digo para que no te preocupes ---musitó mirando a mi costado, yo asentí sin darle importancia---Disfrutá entonces ---susurró cerca de mi oreja, le di un codazo negando.

---¿Donde está Cris? ---pregunte confundida, no lo había visto.

---Cerca de la salida ---respondió dándose la vuelta y dejándome sola otra vez.

Pablo elevó la mirada para verme, yo me encogí de hombros y me volví a sentar a su lado, después de todo era el único que se había preocupado en hacerme sentir cómoda.

---¿No irás con el? ---preguntó confundido, yo negué con una sonrisa.

---No, estoy bien aquí contigo ---respondí sincera, era verdad el que el me hacía sentir bien.

---Vale.. ---pude notar una pequeña sonrisa en su rostro, al parecer lo había tomado desprevenido mi respuesta.

El se mantuvo en silencio un rato más, yo busqué mi móvil para ver si tenía algún mensaje importante sin leer.

Luego de responder algunos mensajes tontos que tenía de Martín lo volví a guardar, Pablo me estaba mirando ya.

---¿Te gustaría salir un rato? ---propuso acercándose un poco más.

---No creo que salir sea lo mejor ahora, ya ves que hay mil cámaras afuera ---respondí a lo que él asintió, seguro lo había olvidado.

---¿Me acompañas por algo de comer? ---preguntó levantándose y ofreciéndome su mano, yo la tomé rápido.

Camine a su lado hasta la mesa más cercana, habían muchos postres pero el que le llamó la atención a Pablo fue un pequeño pastelito de queso.

---Esta rico ---dijo saboreando, tomo otro y me lo ofreció a mi.

---No está mal ---espeté al llevarlo a mi boca, el asintió contento mientras probaba los que estaban al costado.

Y ahí estábamos los dos, probando cada platillo que teníamos al frente. Algunas personas nos miraban raro debido a que éramos los únicos que comían de las mesillas, ninguno de los dos le dio importancia ya que veníamos a una cena, una cena en la que nadie comía.

Los ojos de Pablo se iluminaron al ver como uno de los meseros se acercaba a nosotros y nos ofrecía la bandeja completa, al parecer se habían emocionado al ver que alguien comía lo que habían preparado.

Fue cuestión de tiempo para darnos cuenta de que nos habíamos convertido en los favoritos de los meseros, nos ofrecían de todo lo que podían, y nosotros tampoco era como nos negaramos.

---Esto es el paraíso ---dije recostandome en la pared, ambos estábamos en el piso.

Pablo se sacó la corbata ya que se empezaba a asfixiar, me miró con una gran sonrisa que incluso me dio miedo.

---No quería venir ya que pensaba que sería lo más aburrido, pero ha valido la pena ---musitó al llevarse una botella de agua a la boca.

No respondí y me mantuve en silencio, no sabía qué decirle al respecto.

---Es agradable tener con quién mantener una conversación que no se trate de fútbol ---su mirada viajo a los muchos chicos que tomaban y reían en su círculo.

---Creo lo mismo ---asentí, siendo inconsciente lleve mi vista hasta Nicola.

A Nicola ni siquiera le importaba, el solo me quería para presumir que tenía novia, y también para saciar sus deseos.

---Me gustaría volver a verte ---sonrió de nuevo, ¿Acaso este chico no podía dejar de sonreír?

---Cuando visité Barcelona serás el primero en saberlo, ten tu celular cerca ---dije amistosa dándole un guiño.

---Me emociona saber que será pronto, tendré mi celular en la mano todo el día ---me siguió el juego.

—No olvides votar.

| Tienen un spoiler reciente de esta historia en mi cuenta de tt por si desean spoilearse un poquito.

 LOVERS ―PABLO GAVIDonde viven las historias. Descúbrelo ahora