Quien diría que una mujer como Odalia Blight podría cambiar de una manera tan drástica, antes una mujer egoísta y malvada, ahora una mujer amable, cariñosa y atenta, claro que todo ese cambio se debe gracias a un pequeño, ese pequeño quien le dió el...
Espero y les haiga gustado el capítulo anterior, si es así les va a gustar este capítulo con más acción y más palabras, habrá un pequeño aviso al final del capítulo.
¡Por fin!, Ya está, por fin lo logré, me tomo tres horas pero ya está, termine de preparar la pizza bagels, no es tan igual a la de imágen del libro pero ya que, ahora creo que debo de esperar al coleccionista y a su amigo, bueno, ya no deben de tardar será mejor que las lleve a la entrada, para que cuando llegue y vea mi trabajo, se ponga feliz, después tal vez le pida que me dé algún otro trabajo que no sea tan "doméstico", puse la única pizza bagels que pude hacer en un plato para después ponerlo encima de una bandeja, esperaré al coleccionista en la entrada del gran palacio.
Caminaba por los pasillos del palacio, había muchas ventanas extrañas tenían figuras extrañas.
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No les tome mucha importancia tenía que estar en la entrada esperando al coleccionista, seguía caminando, pero no sé que pasó pero cuando di otro pasó, resbale y cai boca abajo.
- demonios - me levanté y para mí sorpresa la bandeja estaba intacta, que suerte la mía pero ¿Que era eso que me hizo caer? Me levanté y mire el piso pero no había nada, supongo que fue mi descuido, si, eso fué, levanté la bandeja del piso, pero no pude evitar mirar una ventana, me quedé mirándola por unos minutos.
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Por lo que veo, tres grandes seres controlando el mundo, o eso creo, pude notar al pequeño ahí, solo, ignorando, supongo que esos tres son sus ¿Familiares? Supongo que eso debe de ser, creo que debo de indagar más en la historia de la raza del coleccionista, me aterra la idea de que haiga más, salí de mis pensamientos abruptamente al escuchar a alguien gritar mi sobre nombre.
- ¡Mamá Odalia! - era el coleccionista que estaba al fondo del pasillo con los brazos cruzados y se acerco flotando - al fin te encuentro, estaba muy preocupado - ¿Preocupado, por mi? Eso me tomo por sorpresa.
- oh, perdóneme, no quise preocuparlo - dije cabizbajo, creo que debería preguntar más sobre el y su raza, pero al momento de querer levantar mi cabeza, el coleccionista me dió un ¿Abrazo? No sé por qué lo hizo pero tampoco me importa tanto.
