4.- Fracazar es mi pasión.

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Purple término su tarea hace unos 40 minutos, eran aproximadamente las 8:00 de la noche y la verdad no le quedaba mucho por hacer.

Lavo y doblo su ropa, acomodo lo que se pondría al siguiente día y alistó su machila con todos sus útiles.

Ya de nuevo en su cama y sin cosas que hacer recordó que su papá quería que investigara sobre un supuesto "club de música", nunca había escuchado de él ni tampoco le habían dado información referente.

Muchos ánimos no tenía de retomar el violín pero si su padre se lo pedía no podia decirle que no.

En su momento aprendió unas pocas canciones, pero le frustraba el tener que repetir la melodía cuando fallaba por culpa de sus dedos inexpertos.

La musica nunca fue su fuerte, ni lo sería.

Purple estiro el brazo tratando de alcanzar su laptop del escritorio, no lo logro por obvias razones pero el intento no falto.

Sin mucho remedio salio de la cama, tomó la laptop entre sus brazos y regreso a enrollarse en el edredón.

Busco la página de la escuela e indagó hasta describir algo.

Efectivamente; La preparatoria a la que asistía tenía un taller extracurricular de música, para ingresar no se tenía que hacer mucho, solo presentarse y escribir su nombre en una lista.

Los horarios eran en la mañana de 10am a 12pm (para alumnos del vespertino) y de 3pm a 5pm (para alumnos del matutino).

Le envío una captura de pantalla de los horarios a su papá con las palabras "empiezo a partir de mañana", Orange le respondió con "👍" y un mensaje avisando que estaba por llegar a casa.

El muchacho suspiro repitiendo ese mal hábito de rascarse la mejilla.

"Deberia tratar de aflojar un poco los dedos, para no llegar en blanco" pensó.

Purple se levanto de la cama para caminar hacia la cocina y poder agarrar una pequeña escalerita que guardaban por si alguien tenía que alcanzar algo de la parte trasera de la alacena, o del mueble sobre el refrigerador.

Regreso a su habitación y la coloco frente a su armario, arriba de donde colgaba su ropa había un espacio para guardar cosas viejas, rebusco entre los objetos hasta tantear el estuche del violín, lo agarro de la manija lateral y lo jalo, junto con el salió un puñado de polvo que le callo en la cara a Purple, en respuesta tosió furiosamente y con su mano libre se tallo los ojos intentando quitarse las pequeñas lágrimas que se le formaron a causa de la irritación.

Se bajo con cuidado de la escalera y coloco el instrumento delicadamente sobre la cama, observando detalladamente lo que alguna vez le causó sentimientos de alegría, al contrario de ahora que se presentaba en el un sentimiento de rechazo.

Cuando tenía 14 años le pidió a su padre un violín bajo la vacía promesa de tocarlo todos los días, bueno, al principio si trato de esforzarse pero pronto noto que no se le daba la musica.

Abrió el aterciopelado estuche negro, dentro se asomo un elegante instrumento hecho de ébano.

Con cuidado lo recogió del diapasón, Purple trago nerviosamente reconociendo el ligero peso del violín.

El joven se sentó sobre la cama para poder afinar el instrumento cómodamente, no recordaba muy bien las notas que tenían que sonar así que busco rápidamente un afinador en su celular.

Primera cuerda, sol.

Segunda cuerda, Re.

Tercera cuerda, La.

Cuarta cuerda, Mi.

Cuando a su parecer ya estaba afinado se levanto del colchón.

Purple acomodo la almohadilla en su mentón intentando buscar una posición  cómoda, se coloco el violín sobre el hombro izquierdo realizando una pinza entre hombro y cabeza, adoptando una elegante postura; con la espalda recta y el instrumento firme en su lugar.

Recogió el arco del estuche para localizarlo sobre las cuerdas, dando inicio a una suave melodía que muchos conocen como "estrellita donde estas".

Las notas sonaban atropelladas debido a la falta de fuerza en los dedos de Purple, a pesar de que trato que se escuchara bien termino comiendose algunos acordes, dejando a la mitad otros y desafinando más de una vez la canción.

En respuesta Purple empezó a desesperarse y a respirar con molestia, su mandíbula se tenso demasiado causándole un molesto dolor en la boca.

Al final la idea de aflojar los dedos no fue buena.

Prefirio acostarse en su cama, mañana seria otro día, quizás hasta mejor pero por el momento solo quería dormir un poco.

Apago todo y se puso cómodo, cerró los ojos listo para descansar.

Pero no pasaron más de 20 minutos cuando su padre anunció su llegada con un grito cansado.

Purple dio unos quejidos molestos por la interrupción de su descanso pero no podía molestarse por tanto tiempo con su papá.

Entonces se levanto de la cama con los ojos rojos del cansancio, motivado por recibir a su padre.

Salió de su cuarto y bajo unos cuentos escalones, sentándose en el que le permitían una vista de su papá sentado en el sillón revisando su teléfono.

—Hola pa.

Orange le dirijo una mirada cansada.

—¿Te desperté?

—No, para nada, estaba por irme a acostar.

Se quedaron en silencio por un raro, Purple pensó que ahí se había acabado la conversación hasta que escucho a su padre aclararse la garganta.

—¿Ya buscaste tu violín?

—Si, lo toque un poco para desempolvarlo.

—¿Como estuvo?

—Perfecto.

—¿Que te parecería tocar un poco para mi?

El joven trago saliva con nerviosismo, en realidad el ensayo había salido del asco, su papá se decepcionaria el, 1: Por no saber tocar el violín bien. 2: Por mentirle.

—Si claro, aunque podría ser mañana debido a que estoy algo cansado.

—Pensé que estarías emocionado por mostrarme.

—Si lo estoy... pero enserió quiero irme a dormir.

—Entiendo, descansa muchacho.

Así pues Purple regreso por donde vino, teniendo el estómago revuelto debido a la mentira que había dicho recién.

Finalmente se pudo ir a dormir.

Never mind, Cinderella.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora