Capítulo 1: Aquello que perdimos.

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Para cuando Blaze vuelve en sí; lo primero que escucha es el sonido de la lluvia cayendo con fuerza, sus ojos al igual que el resto de su cuerpo se sienten muy cansados y pesados, pero se fuerza a sí misma a abrir por lo menos uno de ellos. Su visión era borrosa y nublada por decir lo menos, se hizo una idea de lo agotada que debe de estar para que el solo hecho de abrir el ojo sea suficiente para desear dormir por horas, lo primero que ve es la lluvia, al mismo tiempo se da cuenta que esta no cae sobre ella, la tierra bajo ella se habia vuelto barro pero al menos ella estaba seca y se debía al hecho de estar bajo un gran árbol, lo segundo que sus sentidos le permiten saber es que todavía era de noche; muy entrada la noche pero noche al final, lo que le dejaba saber que debió perder el conocimiento por al menos unas cuantas horas a lo sumo.

Blaze quisiera poder moverse pero es inútil, su cuerpo no quiere obedecer y es el mismo el que en su lugar, le ordena a ella que lo deje descansar. Estaba dispuesta a escuchar su petición de no ser por que en el último minuto recuerda que no estaba sola al momento de quedarse inconsciente; habían dos más con ella, su mente se volvió algo salvaje en ese momento, tratando de obligar a su cuerpo a reaccionar para que busquen a Shiro y Jayson, su respiración se volvía irregular y su corazón se oprimía por la preocupación y miedo, si algo les llegó a suceder mientras ella estaba aquí sin hacer nada; nunca se lo perdonaría. Apenas logra hacer que reaccione su brazo antes de que una mano caiga con pesadez sobre su cabeza.

Sus sentidos estaban en alerta y su corazón se acelera al pensar que se trata de algún enemigo, pero todas las funciones de su mente y cuerpo se detienen cuando escucha una pesada y grave voz.

"Quédate quieta..."

Esa voz la reconocería en cualquier lugar, hace tiempo era fuente de una gran molestia y ahora tiene la capacidad de hacer que su corazón se salte unos cuantos latidos.

"...No puedo...dormir si te mueves"

"...Shiro" susurra ella.

Debido a que el cansancio y dolor apenas le dejaba abrir un ojo; la gata de fuego no se dio cuenta que su amigo estaba a su lado; recostado en el mismo árbol que ella, estando separados por algunos centímetros. Saber que él estaba allí; con ella y que estaba cerca, le brindó una tranquilidad y paz a su mente y corazón. Ahora que estaba más relajada se apoya en el tronco del árbol de forma más cómoda, ya sea que lo hiciera de forma consciente o no; su mano, con sumo cuidado y lentitud; se arrastraba por el lodoso suelo hasta que sus dedos tocan con algo de timidez los del chico a su lado, fue solo un roce; algo inofensivo. Y al ver que no habia rechazo de su parte, toma algo más de valor y acerca más sus dedos hasta que su mano estaba sobre la del mercenario. Quizás era porque buscaba consuelo o porque quería confirmar que no fueran alucinaciones; sea lo que fuese, Blaze estaba feliz de sentir la mano de Shiro, al menos hasta que se dio cuenta de lo fría que esta estaba, era casi como si estuviera sujetando un cubo de hielo; temblaba y se sentía además un poco rígida.

Blaze vuelve a abrir el ojo y gira la cabeza para poder verle mejor, el susodicho respiraba con dificultad y de forma entrecortada, sus ojos cerrados como si durmiera pero su expresión demostraba que estaba sufriendo algún tipo de dolor, también se dio cuenta de lo sucio que estaba; la cara estaba manchada con barro en algunas partes y casi toda la parte superior de su cuerpo estaba cubierto de barro.

"¿Shiro?" intenta llamarlo para saber qué le pasó, pero no responde "Shiro..."

Nada, no hay respuesta y eso la estaba empezando a asustar.

"Venga hombre, que no es...momento para bromas" le insta a hablar tratando de acercarse a él.

Blaze logra estar hombro con hombro y es ahí donde se da cuenta que Shiro estaba muy frío; demasiado en realidad, debe de estar al borde de la hipotermia por haber estado expuesto al clima sin ninguna protección y teniendo que cargar con ella. Sus ojos ahora abiertos en su totalidad escanean el área, y es cuando lo ve, el pequeño montículo de tierra y piedras junto a Shiro.

Sonaze III: Nuevo RumboDonde viven las historias. Descúbrelo ahora