15. Deseo

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‼️ADVERTENCIA‼️

• El siguiente capítulo contiene: Lenguaje inapropiado, escenas sexuales y contenido explícito. •

Léanlo bajo su consentimiento 







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Oriana

Sentada a horcajadas encima suyo comencé a moverme a un ritmo lento mientras seguíamos besándonos, con sus manos agarró su remera que yo llevaba puesta y me la sacó dejándome en ropa interior. Posó sus manos en mis glúteos y me presionó hacia él haciendo que note su erección y sin poder controlarlo largue un gemido ahogado por lo bajo.
Bajó sus besos haciendo un camino hacia mi cuello y luego se acercó a mi odio.

— Nunca te voy a presionar a hacer algo que no quieras, Ori — susurro en mi oído y lo miré a los ojos.

— Ya se, estoy cómoda..no me cortes el momento —reí y volví a besarlo pero estaba vez con más deseo. Me acostó en la cama dejándome debajo suyo y siguió besándome mientras tocaba mi cuerpo examinándolo con sus manos.

Marcó un camino hacia mi cuello, nuevamente, y luego siguió hacia mis pechos, acarició con su mano uno de ellos mientras que al otro lo besaba por encima de la tela de encaje del corpiño. Lo ayudé y me desabroché el corpiño dejando mis pechos al descubierto, largue un jadeo cuando sentí su lengua rozar mi pezón. Con una mano masajeó mi pecho izquierdo y con su boca rodeaba con besos la aureola del pezón.

Luego siguió con su camino de besos hasta llegar a la parte baja de mi abdomen. Con sus dos manos recorrió mis piernas hasta llegar a las dos extremidades de la lencería, las bajó lentamente haciendo que lo desee aún más. Al sacar la lencería una de sus manos viajó hacia mi clítoris y él se acercó a mí en busca de mi boca.

Mientras nos besábamos comenzó a mover sus dedos en forma de círculos haciéndome gemir. Se notaba en su mirada que él lo estaba disfrutando al igual que yo. Introdujo uno de sus dedos en mi y con su dedo pulgar siguió haciendo movimientos circulares en mi punto g. Su dedo entraba y salía de mi vagina haciendo que largue jadeos. Se alejó de mi y separó mis piernas dándole más vista, se perdió entre mi entrepierna y sentí su lengua en mi clítoris, no pude controlar el placer que sentía y tampoco controlaba mis gemidos.

Con los ojos cerrados y agarrada a las sábanas me entregue a él. Era muy obvio que tenía experiencia en esto, por eso lo hacía tan bien. Se separó de mí y buscó un preservativo en su mesa de luz, al encontrarlo bajó su short deportivo junto a su boxer dejando que vea su cuerpo desnudo. Se colocó el preservativo y se volvió a acercar a mi, antes de entrar en mí, me miró a los ojos.

— ¿Estas segura? — Dijo con la voz ronca, no me salían las palabras, así que, solo asentí con la cabeza.

Se introdujo en mí lentamente para no ser brusco y tampoco lastimarme. Logró que yo largue un gemido y eso lo animó a comenzar a moverse. Sus movimientos comenzaron lentos hasta que el deseo de los dos fue aumentando haciendo que se mueva con más rapidez. Yo no podía controlarme y él tampoco. Sentía que mi clímax iba a llegar en cualquier momento, así que, de mi boca solo salían palabras pidiéndole más y que no se detenga. Unas de sus manos bajó hacia mi punto g y lo masajeó a la vez que su miembro entraba y salía en mi, eso hizo que llegué a mi punto máximo de placer y largue el último gemido.

Él se sentó en la cama y yo con mis pocas fuerzas me arrodillé ante él. Tome su miembro con mis manos e hice movimientos de arriba hacia abajo. Echó su cabeza hacia atrás cuando comencé a practicarle sexo oral. Ayudaba con mis manos a hacer movimientos mientras chupaba su miembro. Él con sus manos agarró mi pelo para que no me moleste en mi cara. Luego de acelerar mis movimientos llegó a su clímax y en mi mano cayó su líquido.

Oriana // Enzo Fernández Donde viven las historias. Descúbrelo ahora