16. Cumpleaños

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Oriana
(Una semana después)

Después de las nueve de la noche la gente comenzó a llenar el patio y la casa. El cumpleaños de Enzo había sido el viernes y decidió festejarlo el sábado. Llegaron sus familiares, amigos, compañeros de fútbol, cada uno con sus respectivas familias, mis papás y Julian. Me dejó invitar a Guada, para que me haga compañía, pero no quiso invitar a Miranda porque no le cae bien y según él es "mala influencia".

Lo acompañé a varias rondas de personas en dónde me presentó ante las personas, todas fueron amables por suerte. Él siguió hablando con distintas personas mientras yo estaba acompañada de Guada, no quería quedarme sola porque sabía que Julian aprovecharía cualquier oportunidad para venir a hablarme, y yo le había dejado muy en claro a Enzo que no me iba a vincular más con él, luego del cumpleaños de Miranda.

— ¿No vas a tomar? — pregunta Guada preocupada —¿Amiga, Estas bien? Mira que si tenes algún atraso me podes contar...

— ¡Guada! Estoy bien, no quiero tomar porque sino tomo de más y termino haciendo cosas que no debería. Me estoy controlando.

— Bueno...¿Miri esta viniendo?

— No está invitada — abre los ojos sorprendida — Es que, a él no le cae bien...viste que Miri es...muy ella, y él odia eso, a parte él cree que fue ella quién me influenció a salir y a juntarme con Julian.

— Que boludo, Julian es pasado. No debería ser tan desconfiado ¿no? — me observa atentamente — ¿o vos hiciste algo?

— Nada raro... solo...paso algo muy chiquito

— Pero pasó algo, eso cuenta como infidelidad...

— Si...igual, él hizo algunas cosas...pero lo bueno es que ya aclaramos todo y por ahora nuestra relación creció y se está sanando de a poco.

— Bueno...me alegro por ustedes, no se que habrá pasado pero si supieron hablar las cosas y perdonarse, eso habla muy bien de ustedes.— sonríe y yo igual. — ¿Quién viene? — dijo mirando el escenario que habían armado.

— Una banda que a Enzo le gusta, "la t y la m" se llaman.

— Ah, si los escuché varias veces.

(...)

Llegó la madrugada, mi familia se había ido al igual que su familia, y la banda empezó a tocar musicalizando el jardín, todos terminaron bailando las canciones. A las cuatro de la mañana llegó un grupo de gente, entre ellos varias chicas que lo primero que hicieron fue pegarse a los jugadores solteros y también al cumpleañero. Fijándome que no me hagan cornuda al frente de todos, me quedé toda la noche con Guada, no nos despegamos en ningún momento, es más, cuando ella quiso ir al baño, la acompañé y nos quedamos encerradas en la habitación de Enzo para no quedarme sola en el pasillo del baño de huéspedes, el cual usaban los invitados.

Crucé miradas varias veces con Julian pero lo evité. Enzo de vez en cuando me buscaba con la mirada disimuladamente para ubicarme en dónde estaba, me sentía bastante observada y vigilada por los dos.

En un momento me quedé en la cocina con Mirta y las mozas que ya estaban preparándose para irse, Guada se quedó bailando con un chico que le había gustado, mientras yo ayudaba a las chicas a secar y guardar las cosas que habían usado.

— ¿Por qué no estás con los demás? Nosotras podemos hacerlo, quedate tranquila...anda a disfrutar — Se acerca a hablarme Mirta.

— No estoy muy cómoda, prefiero hacerles compañía y ayudarlas, sino me voy a acostar.

— Nosotras ya nos vamos...trata de darle una segunda oportunidad a la noche — me sonríe — Hacelo por Enzo...

— Si, tenes razón. Nos vemos el lunes — La saludé y volví con los demás, dándole una segunda oportunidad a la noche/mañana.

Oriana // Enzo Fernández Donde viven las historias. Descúbrelo ahora