04 ; Recuerdos del ayer

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𝐅𝐥𝐚𝐬𝐡𝐛𝐚𝐜𝐤

(hace 10 años atrás)

Ninguno de los dos esperaba que ese mismo día sería el último que se verán. Dentro de los recuerdos del detective, la amiga más cercana que tuvo fue María Robotnik, quien era cuya dulce niña de cabellos rubios con ondas, sus ojos eran de color azul parecidos al color del mar y tenía una bella sonrisa angelical que demostraba que todo estaría bien... a pesar de tener una enfermedad incurable.

La amistad entre Shadow y María nació en una noche de lamentos, cuando el pequeño erizo lloraba en un bosque totalmente desolado, donde sólo se escuchaba sus llantos en todo el lugar acompañado de los silbidos de las aves nocturnas.

El pequeño erizo no tenía ni la menor idea de porque su padre lo abandonó sin haberle dejado una simple explicación de su decisión, pero con todo el dolor que guardaba en el, decidió huir sin avisar de su casa por la noche debido a que no se sentía bien observando la agonía de su querida madre, sin hacer nada para poder ayudarla. 

Fue la primera vez que el pequeño erizo, conoció el sentir de ser débil, y más el no poder ayudar a su madre le destrozaba el alma por completo.

"No... No...No debí dejar sola a madre en casa, debe sentirse peor sin mí"

De esa manera el pequeño erizo acumulaba más la sensación de culpabilidad y frustración por el vacío que ya se estaba formando dentro de su ser, aumentando al mismo tiempo el odio por la traición de su padre.

Y de pronto, llegó a sus oídos un sonido similar al como de una rama quebrándose, por un momento detuvo su momento de derramar lágrimas para posicionarse en un modo de defensa con el temor de encontrarse un posible animal salvaje.

—¿Qu... Quién esta ahí? ¿Por qué no das la cara?— preguntó temeroso, llenando de oxígeno sus pulmones en manera de buscar algo de serenidad dentro de todo el caos que se situaba. 

Entre todos los arbustos que lo rodeaban sintió la presencia de una persona aproximarse, con pasos lentos se acercaba a dónde el se encontraba. Al cabo de un corto tiempo pudo admirar la figura que yacía delante suyo; en el momento examino de pies a cabeza aquella niña de estatura mediana que llevaba un vestido color azul cobalto y un cintillo de azul claro.

—¿Buscas algo a la mitad de la noche, pequeño erizo?— le preguntó la niña, con un tono de voz amigable.

Shadow cómo era de esperarse desconfío de ella, de tal manera que no contestó a su pregunta en los primeros momentos y en forma discreta dio unos pasos para atrás. Sin embargo, la niña que presenciaba cada movimiento del otro buscó la manera de calmar la situación pensando en cómo ganar un pedazo de confianza en el erizo.

—Hey tranquilo, yo no te haré ningún daño— advirtió.— Yo también me perdí de casa y no encuentro la manera de cómo regresar... — agregó lo ultimo, llamando la atención del erizo.

—Te perdiste...— le respondió aún dudoso.

—Así es...—alegó.—¿Y que pasó contigo?.

Hubo un corto momento de silencio, hasta que uno de los dos consiguió seguir con la platica que ya anteriormente se había establecido.

—Hui de casa—soltó de repente—no quiero ver a mi madre sufrir por alguien insignificante.— pronunció con dificultad, pues hablar del lo ponía aún más sensible.

—Oh, mi pequeño amigo... Lo lamento mucho por ti, debes estar muy apenado...—paró un momento por pensar en algo para animar a su dicho nuevo amigo. — ¡Ya sé!, ¿Te parece si contemplamos las estrellas? Nos subirá el ánimo a ambos—

Crimen (Sonadow)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora