Epílogo

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Y con este epílogo, damos oficialmente por concluido nuestro Especial de San Valentín UwU Hola a todos, aquí Coco, quien viene a agradecer desde el fondo del corazón su presencia,  y que también viene a despedirse de cupido (por ahora). Hoy damos cierre a nuestro precioso mes del amor, pero el melizabeth no se acaba, y es momento de dar vuelta a la página para que así podamos dar la bienvenida  a la primavera ^w^ Muchas gracias por haberme acompañado hasta aquí, espero que se hayan divertido tanto al leer esta obra como yo al escribirla. Les mando todo mi amor, un beso, un abrazo y, si las diosas lo quieren, nos vemos pronto en otra historia, ¡yei! ^0^ ❤

Posdata: Y vaya que nos veremos pronto, fufufu 7u7 Hay una pequeña sorpresita extra esperándolos al final de su lectura, si hay alguien al que le gustan los juegos para ganarse premios, ¡esta es su oportunidad! *w* Y si no quieren competir pero sí enterarse del chismecito, nos vemos en mi obra COCONOTICAS para dar la nota completa. Ahora sí, vamos al último capítulo de nuestro Especial de San Valentín 2023. 

***

—¿Quieres más? —le preguntó él sensualmente al oído, y Elizabeth giró en la cama para mirarlo con la cara ruborizada y una sonrisa somnolienta.

—Sí —susurró de forma apenas audible, pero esa debía ser la respuesta que el rubio estaba esperando, pues de inmediato metió un nuevo trozo de chocolate en su boca mientras la penetraba lentamente—. Mmmm...

—¿Rico? —preguntó moviendo las caderas en círculos, pero ella no pudo contestar, pues el placer tenía nublada su razón y en realidad no sabía si se estaba refiriendo al dulce o al sexo. Era su aniversario, y a pesar de los diez años que llevaban juntos, estar con él aún se sentía como la primera vez. Disfrutó el delicado sabor de la trufa mientras chupaba su dedo aún embarrado de chocolate, y al percibir cómo con esto se ponía más duro en su interior, tuvo que soltarlo para poder reír.

—Veo que a ti también te gusta —Su querido rubio contestó con un fuerte gemido, un leve temblor, y acto seguido la puso boca abajo para embestirla con fuerza.

—Eli... Te amo, ¡Eli! —Una mano en su nuca, la otra en su cintura atrayéndola hacia él, y la albina se vio nuevamente asaltada por la implacable forma de amar de su novio, que golpeaba frenéticamente su interior mientras repetía su nombre como si fuera una palabra sagrada.

Así era Meliodas. Dulce pero apasionado, cariñoso pero violento. Con el pecho sobre la almohada y su pelvis impactando contra sus nalgas, Elizabeth se dejó guiar de nuevo hacia el éxtasis mientras recordaba todos los San Valentín que habían vivido juntos. No siempre había sido fácil. Habían tenido que mantener lo suyo en secreto mucho tiempo, e incluso cuando por fin pudieron hacerlo público, mantenerse unidos fue toda una guerra. Sus padres aún no podían superarlo, la familia los juzgaba, pero a pesar de las adversidades, lo que él había prometido hacía tantos años resultó verdad. Lo suyo no era reversible. Eterno, se parecía más.

—Elizabeth... —Como si hubiera escuchado sus pensamientos y tratara de demostrarle que así era, el ojiverde la tomó por las muñecas y tiró de ella para levantarla de la cama y penetrarla con más profundidad—. Ámame. Ámame de vuelta, Eli, ¡demuéstrame cómo te hago sentir!

—¡Meliodas! —No necesitaba decir nada. Su interior se contrajo dando respuesta a su petición, y al hacerlo, ambos entraron en la espiral de placer que tan bien conocían y que sólo podía terminar de una forma.

Ella impulsándose hacia atrás, él hacia delante, las contracciones y palpitaciones de ambos sincronizándose en un tiempo perfecto, y no pasó ni un minuto hasta que ambos estallaron en una explosión líquida que mezcló sudor, lágrimas y otras esencias sensuales en un cóctel que sólo las parejas que se aman de verdad pueden disfrutar el catorce de febrero. Cayeron sobre la cama aún jadeando, estertores recorriendo sus cuerpos y suspiros escapándose sin control. Cuando al fin lograron tranquilizarse lo suficiente como para volver a razonar, giraron para abrazarse de frente mientras se besaban con intensidad.

Chocolates de San Valentin - Especial de febrero 2023Donde viven las historias. Descúbrelo ahora