Capítulo 4: Maldición.

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- ¿Quieres pasar un rato agradable? - le pregunto.

Xavier sonrió y dejó a un lado su bebida.

- Claro - le contesto.

Bianca y Xavier se levantaron de los troncos y comenzaron a caminar por el oscuro bosque, buscando un lugar alejado. En el camino, Xavier no pudo ignorar el ver a Yoko sentada a lo lejos junto a aquella alfa. Sin duda, su amiga la iba a pasar tan bien como él... O eso era lo que creía. La realidad era otra.

- ¿En serio crees que no puedo? - le pregunto.

- No, las omegas no tienen la misma fuerza que un alfa - le contestó.

- Sí puedo hacerlo, ¿Qué gano? - le pregunto.

Divina lo pensó...

- ¿Dinero? - pregunto.

- Bien, ¿Cuánto? - pregunto.

- 300 - le contestó.

- Hecho - le dijo y se levantó del suelo.

Ningún alfa se iba a burlar de ella.

Se aproximó al pequeño riachuelo y se acercó a aquella piedra. Sin duda parecía ser pesada pero... ¿Qué más daba? Iba a ganar 300 dólares por levantarla.

- ¿Lista? - le preguntó la alfa en la lejanía.

Yoko extendió su mano, mostrándole su pulgar como respuesta.

La omega se posicionó y... Comenzó a levantar la piedra.

- ¡Tiene que llegar al pecho! - le dijo la alfa.

No era problema, hasta el pecho... Hasta la cabeza. Conforme fue levantando esa piedra, el peso de la misma comenzaba a ser insoportable. No debía rendirse, mucho menos ante la mirada de la burlesca alfa.

- ¡Diablos! - exclamó mientras dejaba salir un suspiro.

No pudo, esa piedra era demasiado pesada.

La alfa se levantó del suelo y se acercó a la omega.

- Te lo dije - le recrimino.

- Hazlo tú, sí es que crees que eres tan fuerte - le dijo.

- ¿Qué gano sí lo hago? - le pregunto.

- Lo que quieras - le contestó.

Divina miro a la omega... Había cambiado un poco de opinión.

- Un beso - le contestó.

Yoko se sorprendió, no esperaba eso.

- ¿No habías dicho que no querías nada de esa índole? - le pregunto, burlesca.

- Quizás... - se posicionó frente a la piedra, lista para levantarla - cambie de opinión - dijo antes de comenzar a levantar la enorme piedra.

Poco a poco subió la piedra pero... Estaba por rendirse, ni siquiera llegaría a levantarla hasta la altura de su pecho. Yoko miró el rostro ya casi rojo de la alfa, no iba a poder... Quería ese beso, lo anhelaba. Posiciono sus manos en la piedra y comenzó a levantarla, ayudando a la alfa que se sorprendió con tal acción. La piedra estaba encima de ellas, las mismas sostenían la piedra, extendiendo sus brazos, mirándose cara a cara.

- Eso es trampa - le dijo Divina.

- Técnicamente, no lo es. Nunca dije que te podrían ayudar - le contestó.

Divina río y con cuidado dejó caer la piedra al suelo. Yoko rodeo la piedra y se acercó a la alfa que la miraba con desesperación, esas pocas horas charlando con la omega le habían agradado y sin duda, algún mal le había hecho ya.

[WEDNESDAY] Love or youDonde viven las historias. Descúbrelo ahora