A mis 23 años había vivido 22 purgas, ese año sería la número 23, había participado en alrededor de 11 de ellas (aún que por unos años fue de manera involuntaria) ,pero no, no me sentía emocionada, al contrario, esa noche no salía a matar inocentes, si no a acabar con esa maldita organización que arruinó mi vida, una organización que esa noche desde que comenzaba la purga buscaban familias, los mataban y usaban a sus hijo pequeño para ponerle trampa a las personas que solo querían ayudar a estos pequeños, los niños terminaban huérfano, siendo maltratado y muchos de ellos muertos entre el fuego cruzado de la noche, mi intención era acabar con esta organización para que los niños ya no tuvieran que sufrir ese maltrato, aunque en los últimos años me había hecho conocida entre ese grupo de personas y siempre mataban a los niños antes de que yo llegara a siquiera acercarme a decirles que todo estaría bien. En fin recuerdo que ese día por la mañana me preparé para salir a comprar suministro para el orfanato, no, no me encontraba en los estados unidos, estaba en Ciudad Juárez, así podía garantizar la seguridad de los niños que llegaba a rescatar.
—Nathalie, que no se te olvide comprar jabón de trastes — dijo María, la señora que nos ayudaba a cocinar para todos los niños del orfanato.
—Si Mari no se preocupe, ¿necesita que traiga algo más? — pregunté.
—No hija, nada más eso necesito— dijo ella.
—Bueno regreso rápido, tengo que prepararme para cruzar para El Paso— dije.
—¿Por qué no te olvidas de la purga y este año te quedas aquí en México a salvo, me preocupa que te pase algo — dijo Mari, ella era una mujer muy amorosa y se preocupaba por mi como si de mi madre me tratara.
—Mari, estoy muy cerca de acabar con esa maldita organización y salvar a esos niños de una vez por todas, no voy a detenerme ahora, tengo solo 12 horas al año para terminar con ellos y en estos últimos años no ha sido suficiente, pero este año te prometo que voy a acabar con ellos, ya no van a usar más niños en la purga —dije.
—Hay Nath, ya estás otra vez con lo de la purga — dijo Elian, un chico alto de piel clara que también trabajaba conmigo en el orfanato.
—Saben mis motivos para hacerlo, así que no está a discusión, ahora si me disculpan se hace tarde y tengo cosas que hacer — dije y termine por irme al mercado a comprar lo que necesitaba, aparte de parar en cierto barrios algo peligrosos para comprar otra clase de suministros si saben a lo que me refiero, llegue aquella calle a al que solo iba dos veces al año, una para encargar y dejar pagado todo y otra para recoger mi armamento.
—Navajas, ¿está listo mi encargo? — pregunte en cuanto llegue.
—Si güerita, ¿cuándo te he defraudado? —dijo el hombre y yo sonreí y entre a la casa del hombre, salude a su bella esposa quien acariciaba su abultado vientre, Navajas me guio hasta una habitación donde tenía una pequeña maleta de gimnasio y me la entrego, yo la abrí, había armas largas, dagas, navajas, armas cortas, granadas, entre otras cosas.
—Esto es justo lo que necesitaba —dije.
—Suertuda tú que eres del otro lado y puedes ir a la purga a matar güeros una vez al año — dijo el hombre.
— No es lo que tú te imaginas, son las 12 horas más crueles del año, es peor que estar en el barrio, toda esa gente luchando por sobrevivir, y los niños que no son culpables de nada siendo usados — dije cerrando la maleta y echándomela al hombro a pesar de que era pesada, pero con mi buena condición física gracias a mi entrenamiento y haber sido parte del ejercito por alrededor de tres años parecía como si no estuviese pesada en realidad.

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The Purge: One More Time
AcciónEn esta historia podremos ver como nuestra protagonista se adentra por ultima vez en la masacre anual de Estados Unidos, La purga, donde por 12 horas cualquier crimen en legal. Historia corta Aclaró que los personajes son completamente creados por m...