una prófuga en mi departamento (2Yeon +18)

Capítulo 7

Pov Nayeon

Las tres habíamos terminado a fuera del departamento, en el pasillo.

Aunque Jeongyeon las había "invitado a retirarse" mis amigas me habían capturado para hacer un interrogatorio.

Pensé que Jeongyeon se negaría a dejarme salir, pero por sorpresa no fué así. La muy idiota se lavó las manos como Poncio Pilatos; me dejó con el problema... Nuevamente.

Por más que les decía, que les inventaba algo, ellas sabían que mentía. Mis labios solían temblar mucho cuando lo hacía.

- Nayeon, nunca creí que harías este tipo de cosas. Cualquier persona que los viera, pensaría que sería él el que...

Perfecto, aquí viene otra vez la subestimación.

-¿El que puede hacer lo que quiera? ¿El único que se puede portar mal? - Interrumpí a Jisoo, ya fastidiada con lo mismo de cada día.

A Jisoo la tomó por sorpresa está repentina rebeldía mía.

- Bueno... Sí. Pero no te molestes con ella. Lo dice porque sabemos cómo eres.- Habló esta vez la pelinaranja, apretando mi hombro.

Enseguida retiré su mano y le sostuve la mirada a la cara. Apreté el puño sacando mis frustraciones.

-¡Es que estoy cansada de eso! Estoy cansada de que todos en la vida me vean como alguien que no puede hacer más, que está en su zona de confort.

Comencé a caminar de un lado a otro.

- La que se queda callada luego de que la gente le falta al respeto, la que no exige su cambio en el Walmart correctamente aún sabiendo que le vieron la cara. Estoy cansada de ser...

Paré mi andar.

"Mojigata."

De pronto aquel adjetivo que había usado Jeongyeon en mí, me hacía hervir la sangre.

Jennie y Jisoo me miraron un poco preocupadas, pero supongo que me comprendieron porque se acercaron más a mí para consolarme.

- No sabíamos que te sentías así.- Mi hermosa Jennie hizo un puchero, de esos que hacían que sus mejillas se hicieran unos regordetes dumplings.

- Disculpanos por no prestar atención a cómo te sentías, pero no es la manera de hacer las cosas Nabongs. Él ni nadie merece ser traicionado o engañado.

Volteé a ver a Jisoo, quien había tomado unos cuantos mechones de mi cabello para acariciarlo. Me miró profundamente con esos oscuros ojos y lejos de juzgarme, sentí aquella calidez materna.

Pueden decir lo que quieran de Jisoo, pero a la hora de decir verdades, a la hora de decir las cosas de manera seria, ella era la más madura y la más bondadosa.

Por algo Jisoo era amada por tantas personas de diferentes ámbitos.

Asentí repetidamente, ya más relajada.

- De eso... No sé preocupen. Jeongyeon no es nada mío.

Las dos parecían estar coordinadas, pues levantaron al mismo tiempo una ceja interrogativa.

- Se que no me creen por como actúe hace unos momentos o porque creen que esto es un berrinche por mi falta de... Interacción o afecto con Jin. Pero no es nada de eso. - Las chicas miraron sinceridad en mis palabras porque no hicieron ningún otro comentario. - Y Jeongyeon pudo haber dicho esas estupideces solo por molestar y correrlas, pero les aseguro que ella va a ayudarme de alguna manera con el asunto de Sullyoon. Se que ella puede hacerlo de alguna manera.