Mario estaba delante de nosotros.
Yo paré en seco y Pedri se guro a verme por qué hiba cojida de su mano.
-Te dije que te encontraría zorra-chillo Mario.
Todos se pararon al escuchar eso.
Miraron a Mario y luego a mi.
-¿Como voño le has llamado?-dijo Pedri acercándose a el muy serio.
-Zorra, le he llamado Zorra-dijo el acercándose a también.
Pedri se le quedó mirando amenazante.
Todos estaban callados.
Yo empezé a llorar.
Mario vino hacia mi muy rápido y empezó a pegarme.
Todos intentaron apartarlo pero el estaba demasiado fuerte.
Me cojió y empezó a correr.
Sentí como Mario calló a él suelo y alguien me cogía en brazos.
Me desperté en la casa de Pedri.
Estaba estirada en un sofá con todos los chicos a el rededor.
Todos parecían preocupados algunos lloraban y Pedri estaba en un rincón de el salón llorando con las manos tapando su cara.
Me senté en el sofá tapando mi cara.
-A despertado-dijo Sira empezando a llorar.
Pedri se levantó de golpe y se piso a mi lado apartando a a Ansu.
Me abrazó más fuerte de lo normal y los dos empezamos a llorar.
-¿Quien era ese Amaya?-preguntó Pedri separándose de mi.
Absorbí mi nariz y hablé.
-Es mi exnovio-sollozé-cuando estaba con el me pegaba y abusaba de mi, el otro día fué a casa de mis padres para decirles que hiba a venir a buscarme a España y aquí está.
Todos se quedaron callados mirándome.
-Tranquila Amaya nos encargaremos de que no te vuelva a tocar-dijo Gavi.
Todos asistieron.
Cuando me relajé pusimos una película y yo me quedé dormida en el pecho de Pedri.
Me despertaron por qué los chicos ya se hiban.
-Amya quédate aquí conmigo a dormir porfavor, no me quedo tranquilo dejándote sola en tu casa-murmuró Pedri.
-Esta bien-le sonreí.
Me despedí de los chicos y Pedri y yo nos fuimos a dormir.
Ya en la cama con Pedri no podía dormir.
Pedri tampoco.
-¿Como te a encontrado?-preguntó Pedri girandose hacia mi.
-No lo sé, lo tengo bloqueado de todos sitios.
Se quedó mirándome preocupado con la poca luz que entraba por la ventana.
-Pedri tengo miedo-le dije empezando a llorar.
El se acercó a mi y me abrazó.
-No tengas miedo princesa, me aseguraré de que no te vuelva a hacer nada.
Asentí con la cabeza y nos quedamos abrazados.
Al rato me dormí.
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Maldito Mario >:(
