Ser un Quirkless [Reboot]

Capítulo 9 Huida

Sadashi: Mi nombre es Sadashi, sólo Sadashi. Será un gusto entrenar contigo *se presentó con una sonrisa*

Izuku: Igualmente *respondió ahora más seguro por la amabilidad de la mujer*

La sensación de miedo y nerviosismo que tenía desapareció repentinamente de la mente del niño, pues aunque aparentemente de carácter fuerte, la mujer frente a él se comportaba de manera amable y respetuosa con el pecoso. 

Aunque claro, esa percepción sobre ella se fue al demonio al escuchar las siguientes palabras de la peliplata.

Sadashi: ¿Ves Tontomura? Así se debe tratar a tu superior *le dijo burlona al niño a un lado del pecoso*

Tomura: No me digas que hacer, vieja decrépita... *contestó con molestia, desviando la mirada y tratando de no hacer contacto visual con la mujer*

Sadashi: ¡¿Eh?! ¡Repítelo si te atreves enano de mierda! 

La mujer explotó con ira, sorprendiendo e intimidando al peliverde, haciéndolo pensar que su amigo se quedaría igualmente callado. Pero claro, pronto recordó que su compañero era Tomura.

Tomura: ¡¿Eh?!¡¿Acaso ya te estás quedando sorda?! ¡Anciana!

Sadashi: ¡Miserable hijo de-

Así tanto la mujer como el oji rojo comenzaron a discutir a gritos dentro del local, ante la mirada confundida de Izuku.

Tomura: ¡Maldita momia!

Sadashi: ¡Manitas locas!

Tomura: ¡Cadáver viviente!

Sadashi: ¡Ojos de drogadicto!

La situación hubiera escalado más de no ser por el hombre de niebla. Pues segundos después de que iniciara la guerra de insultos, este se acercó a ambos y llamó su tención.

Kurogiri: ¡Alto por favor! Señorita Sadashi, joven Tomura: Este no es el momento para andar discutiendo

Tomura: ¡¿Uh?! ¡Pero ella empezó! *le reclamó al oji amarillo, mientras la peliplata se calmaba*

Kurogiri: Y tú caíste en su juego, por lo tanto tu también tienes la culpa. Ahora deja de discutir, te recuerdo que ahora mismo el tiempo es más que valioso. Si nos distraemos, podríamos sufrir una emboscada de los héroes

El oji rojo relajó su expresión un momento y se quedó callado mientras pensaba. Así después de unos segundos gruñó con molestia y miró hacia otro lado, colocándose su sudadera y sus guantes de cuero.

Sadashi: Kurogiri tiene razón, no es momento para esto. Lamento mucho la discusión 

Kurogiri: No pasa nada. Sólo sigamos con el plan de mi señor

Sadashi: Bien... Izuku, me imagino que tienes tus cosas listas

Izuku: Sí señora *dijo agarrando su maleta rápidamente, y poniéndose la chamarra que tenía a un lado*

Sadashi: Entonces no digamos más. Vámonos

La peliplata caminó hacia la puerta y la dejó entre abierta. Observando con cautela el exterior mientras esperaba al peliverde.

Izuku: S-Sí... Kurogiri, Tomura, gracias por todo. Espero volver a verlos pronto

Kurogiri: Igualmente joven Izuku. Cuídese bien, y no se olvide de comer tres veces al día

Izuku: Jeje, lo haré...

El peliverde esperó una respuesta de su compañero peliceleste. Pero este último se limitó a observar el suelo, sin contestarle al niño.

Izuku ante esto se sintió algo decepcionado, pero sin querer hacer esperar a su nueva maestra, y temiendo una emboscada de los héroes, se dirigió rápidamente hacia la peliplata con todas sus cosas. Pero cuando el niño llegó a las pequeñas escaleras que daban al exterior, una voz lo llamó.