Capítulo 15 Primeros pasos

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El lento, pero constante constante sonido de las manecillas del reloj se hacía escuchar por todo el interior del departamento. Pues a diferencia de otras ocasiones, esta vez no habían risas, charlas o tan siquiera sonidos provenientes del televisor. Sin duda alguna, el silencio que se percibía dentro del hogar de los Midoriya, no era normal.

Natsuki se encontraba acostada boca arriba sobre el sofá, con una mirada apagada y perdida en el techo. Mientras su amigo de cabello cenizo estaba sentado en el sillón de enfrente, a un lado de la televisión, observando el suelo con la misma mirada que la niña.

Después de varios minutos en silencio, el pelicenizo se decidió a hablar.

Bakugo: Crees... ¿Crees que realmente lo dejen de buscar?

Natsuki: Yo... ¿No? ¿Tal vez? ¡Agh, maldición! No sé que pensar *se quejó la niña a la vez que se levantaba, y se sentaba sobre el sillón*.

Ambos niños se encontraban completamente solos en el departamento, pues sus madres habían ido a la estación de policía ubicada casi al centro de la ciudad. Y aunque la razón por la que Mitsuki e Inko se habían ido a hablar con la policía era supuestamente "secreta", al menos para los niños, la verdad era que el pelicenizo terminó escuchando por accidente una llamada por teléfono de su madre con su amiga peliverde, en la cuál esta última explicó que había un riesgo de que dejaran la búsqueda de Izuku a un lado.

Bakugo: Tal vez la razón por la que llamaron a tu mamá fue para hablarle sobre que encontraron alguna prueba. Digo, después de un año deberían de haber encontrado algo ¿No crees? *replicó rápidamente, tratando de no angustiar aún más a su amiga*.

Natsuki: Gracias Kacchan, pero no lo creo... Demonios, ya casi pasa un año desde aquello y no han encontrado nada... Tu... ¿Realmente crees que un villano se lo habrá llevado? *se preguntó con aún más angustia, abrazando su estómago con ambos brazos*.

Bakugo: No lo sé, es difícil saberlo... ¿Sigues teniendo los vómitos?

Natsuki: Sí... No puedo evitarlo. Siempre que pienso en lo de Izuku se me termina revolviendo el estómago. De sólo recordar la escena, yo...

El rostro de la niña comenzó a tornarse más pálido de lo normal, por lo que el pelicenizo rápidamente se acercó a esta y volvió a recostarla boca arriba. Pues hasta ahora esa era la única forma en la que Natsuki podía calmarse.

Natsuki: Perdón...

Bakugo: No importa.

Natsuki: Ah, ¿Y tú como sigues? Tus pesadillas...

Bakugo: No son nada del otro mundo. Sólo son... Molestas cuanto menos...

El niño no quería preocupar a su amiga, pero a pesar de sus palabras esta última podía notar el cansancio reflejado en los ojos del pelicenizo. Estaban mal, lo que habían hecho estaba mal...
De nuevo el silencio volvió a formarse en la tranquila sala. Pues un pensamiento comenzaba a formarse dentro de la cabeza de ambos niños. Una idea que después de varios minutos, salió a flote.

Natsuki: ¿Y si decimos la verdad?

Bakugo: ¡¿Qué?!

Natsuki: Si decimos la verdad le daremos información a la policía. Tal vez les sirva para que puedan encontrar a Izuku.

Bakugo: ¿Estás loca? Si decimos la verdad se darían cuenta de cómo somos, de lo que le hicimos *respondió exaltado, enojado, pero sobre todo con miedo*.

Natsuki: Pero es lo correcto. Llevamos callados un año y mira como estamos; No lo han encontrado ni a él, ni si paradero o tan siquiera alguna pista...

Ser un Quirkless [Reboot]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora