una chita adoptada por una manada de leones;
¿logrará encajar? ¿logrará ser más que una simple chita? ¿logrará ganar su lugar en la manada?
un joven león príncipe de la manada;
¿logrará mostrar que es más lo que une que lo que separa? ¿logrará mostr...
Las felinas fuimos guiadas por Nala hasta la entrada del cañón.
- estas son las reglas - dijo a las 8 felinas que aún continuábamos en la competencia. - deberán cruzar el cañón superando los octáculos con éxito. Simba y Kion los esperan al final de la travesía, las primeras en llegar obtendrán mayor estima. Pero si son las últimas, no hay problema, no serán eliminadas. - algunas sonrieron ante aquello, ya que en velocidad solo tres leonas superaban al resto, y yo las superaba a ellas. - zazú las vigilará desde los cielos en todo momento. No queremos trampas y tampoco está permitido ayudarse entre ustedes a cruzar los obstáculos. - todas asentimos ante aquello.
- en sus marcas todas. -
Nos colocamos en ilera frente a la entrada de gran cañón. Nala sonrió lista para ver qué tan buena fueron sus estudiantes en sus clases y dijo. - listas.... Fuera! - todas aceleraron pero yo no. Solo esperé a que todas me revisaran. Cuando ya habían entrado, yo me puse en marcha.
Narrador.
Las leonas corrían a toda velocidad, pero una a una fueron revisadas por Fuli, la chita ni siquiera había acelerado del todo, solo se mantenía al ritmo suficiente para ganarle a las demás.
Su sonrisa confiada demostraba que hacía el mínimo esfuerzo en esta competencia.
Pasó junto a Rani y a Kiara que iban a la par y les dijo, - las veo en la meta. - Rani gruñó y Kiara rodó los ojos ante los confiada que estaba, a diferencia de la actividad anterior.
Mientras tanto, Simba y Kion estaban del otro lado esperando con las madres de las competidoras, y Akila que esta vez deseaba ver a Fuli ganar, porque sin duda lo haría.
- espero que todas pasen el murop de piedra. - dijo mi padre preocupado de que la competencia fuera muy demandante para algunas leonas.
- lo harán. Mamá las entrenó bien. - dije intentando calmarlo. Papá se preocupaba por todas las leonas, eso era una de sus virtudes. Arriesgaría todo por mantener la manada a salvo.
- tienes razón. - respondió
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- Ono! - dije felíz de ver a mi emplumado amigo aterrizar frente a nosotros.
- magestad. - hizo una reverencia a mi padre y luego dijo. - ya comenzaron? -
- eso creo. - le respondí.
- entonces me pondré en marcha. - dijo mientras se adentraba volando hacia el cañón.
- a donde vá? - preguntó mi padre curioso.
- le pedí que vigilara la competencia con Zazú. - expliqué- cuatro ojos son mejores que dos. - defendí, ya que tomé esta decisión sin cosultárselo.
*Para ser honesto no solo era para vigilar a la leonas, quería una opinión sincera sobre la competencia. Sabía que Fuli estaría bien pero igual prefería prevenir*
