When I run away

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Uno, dos, tres…

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Uno, dos, tres…

HwanWoong repetia mentalmente mientras se alistaban para su primer concierto que abriría el tour de Reach for Us, empezando en su tierra natal como cada tour lo hacía.

Pero esta vez era diferente. Esta vez había algo diferente. HwanWoong estaba molesto, irritado y muy inconforme. Sus compañeros de grupo lo habían notado, pero no se atrevían a decir algo al respecto para darle el espacio que requería. Y si era honesto, no sabía exactamente con quién lo estaba. Hace relativamente poco, para ser exactos una semana y media, habían perdido oficialmente a su hyung dentro de la alineación. Oficialmente eran 5 chicos que sacarían adelante el nombre y orgullo de su grupo como venían haciendo de manera ardua hace tres semanas.

Por eso sentía molestia, por eso su sangre viajaba con rapidez entre sus venas, bombeando su corazón casi sintiendo taquicardia, como la que presenció el pasado mes. La rabia creciendo con los recuerdos de lo último que vio y oyó de Kim YoungJo no lo dejaba concentrarse bien en su ensayo de ese día, pese a prácticamente no dormir por ello.

Escuchó los gritos de las fanáticas que fuera de su bambalina se emocionaban por el pre inicio del concierto, esos gritos que había escuchado tantas veces en esos cuatro años que sin lugar a duda le dejaban una sonrisa en su rostro. Pero ahora, ahora no había nada más que una mueca.

Esos mismos gritos habían sido los que escucho el segundo día del escándalo, en aquel fansing donde cantaron la canción más dolorosa que jamás pudo interpretar, aquella que hablaba el cómo encontrar a alguien con quien todo se sentía bien, todo se sentía correcto, dentro de un millón de posibilidades, hacía que su propia vida diese un giro de 360 grados; esa misma gente había omitido olímpicamente el nombre de su hyung.

Él aún pertenecía al grupo, él aún llevaba el nombre del grupo en su ser porque no había razón para no hacerlo. Él aún se preocupaba por ellos. Y ahora, ahora ya no estaba ahí para presentarse.

¿Y cómo hacerlo? si incluso hubiese permanecido y fuese parte, con qué cara saldría al escenario cuando toda esa gente le dio la espalda. HwanWoong no ocultaba ese hecho, lo había dicho miles de veces en las reuniones que tuvieron previo al concierto. Pero tampoco podía creerselo.

Aquellos que juraron amarlos, apoyarlos, esperar su debut desde hace tanto tiempo. Sus canciones, sus presentaciones. Aquellas personas que se hacían llamar sus Lunas que gravitaban alrededor de su Tierra, ya que ambos no podían existir sin el otro. Aquellas personas que prometieron quedarse hasta los 10 años del grupo, habían echado sin problemas al mayor de todos, a quien había visto por ellos cuando nadie más lo hacía. A quien peleaba con quien fuese necesario por preservar la esencia del grupo.

Y lágrimas de enojo corrieron por sus mejillas.

Odiaba a todos en ese momento. Odiaba que YoungJo no hubiese sido egoista, que no hubiese sido ese hombre fuerte que no dudaba en poner en riesgo su posición dentro del grupo para conseguir reconocimiento para los miembros. Odiaba que YoungJo fuese tan cobarde para abandonarlos en plenos preparativos de tour, que huyese sin ponerse a pensar en cómo tendrían que resolverlo.

☁ 𝑺𝒂𝒗𝒆 𝒚𝒐𝒖𝒓 𝒕𝒆𝒂𝒓𝒔 ☁ 『원어스』Donde viven las historias. Descúbrelo ahora