CAPÍTULO 1 El descubrimiento

5 0 0
                                    

ROXANA

Me encontraba en el pasillo a un lado de la puerta de mi habitación, esperando a que mi madre llegara del trabajo, siempre llegaba cansada, pero a pesar de eso, antes y después de cenar la encontraba en el comedor trabajando en alguna presentación para los jóvenes de las escuelas en las que ella trabajaba, pacientemente me senté en el pasillo a esperarla, para después de mucho tiempo hablarle de Katherine quien misteriosamente había desaparecido una noche sin dejar rastro, casi no recordaba nada de ella, pues había desaparecido después de mi cumpleaños número 8 y ahora tenía 16, no me parezco demasiado a mi hermana, sólo en el tipo de cuerpo, el cual también me heredó mi madre, lo único que recuerdo es esa maravillosa sonrisa, tan blanca y luminosa incluso más que la luna en la oscura noche, sus ojos grises resplandecían al igual las estrellas, es lo único que recuerdo de ella y la extraño tanto, si tan solo pudiera abrazarla una última vez.

Escuche la puerta abrirse interrumpiendo mis pensamientos, rápidamente me levante del piso acomodando mi indumentaria, siempre trataba de mostrarle a mi madre lo mejor de mí, pero sentía a través de su potente mirada que ella nunca estaba satisfecha, me lo demostraba una vez más o eso pensaba muy seguido.

- Madre que bueno es tenerte en casa, quería hablar contigo un momento -.

- Ahora no cariño estoy cansada, deberías saberlo -.

- Lo siento madre- Mi mirada fue a parar directamente al piso - no tomará mucho tiempo, sólo quiero preguntarte algo -.

- Está bien, pero dame unos minutos para descansar y después vamos a tu cuarto para hablar de lo que sea que tengas que hablar me -.

- Está bien mamá -.

Rápidamente fui hasta mi habitación y saque una prenda que estaba en mi closet hasta el fondo de este, tome entre mis manos la capa azul que mi hermana me había regalado cuando yo era muy pequeña.

Siempre me dormía tapándome con esa capa y mientras esperaba a mi madre, tome fuerzas con esa prenda y junte mis manos llevando mi vista hacia un punto fijo en mi habitación, respire profundo y me preparé mentalmente pare hacerle esa plática que por mucho había estado aplazando.

Aproximadamente media hora después mi madre entro a mi cuarto y al verme con mi capa en brazos palideció, el color beige de su piel se tornó blanco cuando me vio, fue como si se le hubiera escurrido el color por las mejillas por verme, no sabía qué hacer, pues ella permanencia de piedra en el umbral de mi puerta, aquellos interminables segundos viendo a mi madre se me hicieron eternos, podía escuchar el palpitar de mi corazón en mis oídos, sentía tensión en todo mi cuerpo y parecía como si ni una partícula se moviera por temor a la reacción de mi progenitora, hasta que una de las dos rompió el incómodo silencio.

- ¿Qué haces con eso puesto? - Su voz parecía descompuesta, no sabía qué responder así que ensayé mis respuestas en mi mente segundos antes de expresarlas con mi boca, temía desatar su furia -.

- Mi hermana me lo regaló, es el único recuerdo que tengo de ella, pues sus pertenencias, aunque permanecían intactas en su habitación, nadie entraba, estaba segura de que montañas de polvo crecían en cada rincón de su intocable habitación – Dije -.

Los ojos de mi madre se abrieron como platos, sabía que tragaba saliva varias veces por el nerviosismo, porque su garganta no paraba de moverse de arriba abajo y sus manos brillaban, denotaban parte de su furia, rechinaban por la fuerza con la que los movía sin dejar de hacer puño con ellos, me miraba expectante. Seria, su labio inferior temblaba y su boca estaba ligeramente abierta como si quisiera decir algo, parecía que quería decir tantas cosas que no podía pronunciar ninguna, hasta que después de varios segundos hablo por fin.

A través del tiempo [YA A LA VENTA EN AMAZON]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora